La Eterna Solterona

Jasón

Pov Poche

Calle estacionó su auto, me ayudó a bajar de el y luego también ayudo a Juana.

—¡Te va a encantar este lugar, Daniela!, Quizá las personas no son como las que acostumbras a tratar, pero te aseguro que un buen perreo donde sea es bueno—Juana le explicaba a Calle mientras caminabamos a la entrada.

—Estoy segura que así es, Juana, además con ustedes es seguro que la pasaré muy bien—Calle me miró después de decir eso y me sonrió.

Sin darme cuenta le devolví la sonrisa y seguimos caminando hasta entrar al lugar.

—¿Huelen eso?—Juana nos preguntó, nosotros olfateamos y después negamos con la cabeza.

—¿A que huele?—Calle le pregunto a Juana.

—¡Huele alcohol y a perreo intenso!—Juana dijo levantando ambas manos seguido de un grito lleno de furor.

—Hay muchas personas acá, creó que deberías de darme la mano para no perdernos—Calle me dijo mostrándome la palma de su mano mientras mordía su labio inferior y alzaba ambas cejas.

—Tienes razón—Le respondí y tome su mano.

Sentía un sentimiento de calidez y de seguridad al tomar su mano, su mano es tan suave como la seda, además cuando la tomé sentí una descarga eléctrica viajar hacía mi corazón, fue algo muy nuevo para mí sentir eso. Juana, quien conocía el lugar perfectamente nos guío hasta una de las mesas, pasábamos entre las personas que gritaban, tomaban y se movían al ritmo de la música. Todas nos sentamos en los sillones que hacían complemento con las mesas, pero al término de unos segundos Juana nos dijo que tenía muchas ganas de bailar, así que nos pidió que fuéramos a bailar, pero como saben a mi no me gusta o bueno ya se me olvidó bailar, así que le dije que fuera ella y que yo me quedaría, también ánime a Calle para que fuera con Juana, pero Calle se negó, me dijo que no me dejaría sola, fue un gesto muy tierno el cual agradecí.

—Calle, enserio no tienes porque quedarte conmigo, ve a bailar con Juana—Le dije a Calle, ella alzó una ceja y se cruzó de brazos.

—Sí quiero bailar, te bailo a ti—Ella me guiño el ojo y para variar empecé a ponerme nerviosa.

—Dani—Le dije acariciando mi nuca y ella sonrió.

—Ves, yo vine contigo así que me quedo contigo, pero debes de tener algo de sed, ¿Quieres algo de beber?—Ella me preguntó de una manera muy atenta.

—Un vaso de agua, porfavor—Le dije, ella asintió y se puso de pie.

—Enseguida vengo, ¿Sí?—Ella me preguntó y yo asentí.

La vi caminar entre las personas, hasta que la perdí de vista, no pude evitar sonreír, Calle es muy linda.

—¡Vaya, que sorpresa!…María José Garzón— Él me dijo con una sonrisa, me tense al verlo y me sentí incomoda.

—Hola, Jasón—respondí de forma sería.

—Vamos, Poche. ¿Acaso no somos amigos?—Él me dijo sujetando mi mano para que me pusiera de pie.

—Estas equivocado Jasón, mis amigos no son unos patanes—Le dije y el hizo un gesto fingiendo que le dolió lo que le dije.

—¿Qué te parece si olvidamos todo y vamos a bailar?—Él me dijo jalandome más hacía la pista, pero yo me negué y safe mi mano de la de él.

Jasón rodeo los ojos y volvió a tirar de mi brazo.

—No seas aburrida, si estás aquí es porque vienes a divertirte—El me dijo de forma sería.