La Eterna Solterona

El auto negro.

Pov Poche.

-Aun no puedo creer que te irás, te juro que me haras demasiada falta-Mar, hizo un puchero y luego sonrió nostálgica.

-A mi también me pone triste el tener que irme, fueron cuatro maravillosos meses los que pasé aquí, jamás dejaré de agradecerle a la vida por haberme permitido conocerte, te has vuelto una de mis mejores amigas y créeme que jamás olvidaré lo que hiciste por mi-Le dije en un hilo de voz.

-Me harás lloras, Baby Poche, pero quiero que hagamos por última vez el ejercicio gente el espejo, así que ven-Mar se levantó de la cama y camino hacia el espejo-parate enfrente del espejo y dime qué ves.

Me levanté de la cama y me posicione frente al espejo, sonreí y suspiré antes de empezar hablar.

-Veo...veo a una mujer hermosa, a una mujer que merece amar y ser amada, a una mujer que se pide perdón a sí misma por haber permitido que la hicieran sentir poca cosa cuando en realidad vale muchísimo-Sonreí en el espejo y me observé de arriba hacia abajo-Veo a una mujer totalmente renovada, a alguien que no va a permitir que la vuelvan a humillar o a lastimar. A una mujer que va a luchar por sus sueños y que siempre se sentirá orgullosa de sí misma. Veo a una mujer fuerte y capaz de lograr lo que se proponga. Veo a una nueva Poche, a la Poche que está dispuesta a dejar el pasado atrás y vivir únicamente en el presente, porque vida solamente hay una y hay que disfrutarla.

Mar aplaudió y me miró con mucho orgullo.

-Que diferencia lo que acabas de decir ahora, con lo que dijiste cuando llegaste a Cartagena, además me di cuenta que se te pego la palabra de tu amorcito-Mar me dijo haciendo cara pícara.

Yo rodé los ojos y negué lentamente con mi cabeza.

-Mar, Taylor y yo no somos nada aún-Le dije y ella alzó una ceja.

-Los amigos no se besan en la boca, María Poche y además él se muere tanto por ti que hasta te va a acompañar a Bogotá-Mar me dijo y yo asentí tirándome a la cama.

-Él es tan lindo conmigo, puedo decir que en todo este tiempo aprendí a quererlo, él sabe muy bien lo que pasó con Daniela, pero no le importa, él me dijo que me iba a esperar y que fuéramos a un ritmo lento, me dijo que él solamente quiere estar a mi lado, queriéndome, cuidando de mi y respetandome. Creó que lo que siento por él puede llegar a convertirse en amor-Me reincorpore en la cama y miré a Mar.

-Estoy segura que así será, ustedes están en proceso de convertirse en algo más que amigos, pero tienes que tener los pies en la tierra, Poche. Estás por regresar a Bogotá y sabes muy bien quién se encuentra allí-Bufé al saber de quién me estaba hablando, Mar.

-Lo sé muy bien, pero estoy segura de que ya no siento lo mismo por ella, estoy segura de que enterré muy bien ese amor que sentía por ella justamente acá en la arena del mar y además estoy dispuesta a amar a Taylor, él es el chico perfecto e indicado para mí-Le dije convencida de mis palabras.

-Cariño, Paula ya está lista, ¿Nos vamos?-Taylor se apareció en el marco de la puerta y yo asentí.

-Ya es hora-Le dije a Mar quien asistió nostálgica.

Salimos de la habitación, Taylor me estaba ayudando con las maletas, cuando bajamos las escaleras miré con nostalgia esta casa que sentía que también era mía. Se va una Poche muy diferente a la que entró, dejo en Cartagena a mi antigua yo, aquella a la cual le rompieron el corazón y se va la nueva María José Garzón, la que ha aprendido amarse a sí misma y que ha comprendido que no depende de nadie para ser feliz, mi felicidad es sentirme bien conmigo misma y además he aprendido a darme mi valor. Le dije adiós a esta hermosa casa y luego salimos de ella, nos subimos todos en la camioneta de Mar y ella empezó a conducir hacia el aeropuerto. Taylor tomo mi mano, la entrelazó con la de él y plasmó un corto beso en ella, yo le brinde una sonrisa y luego me recosté en su hombro para estar más cómoda durante el camino.