Pizza y helado.

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Pov Calle

—¡Mi castañita!—Él se levantó de su asiento para saludarme.

Sebas y yo quedamos en desayunar juntos, la verdad es que he extrañado a mi mejor amigo durante todo este tiempo que estuve en Europa y verlo después de diez años, es parte de mi felicidad.

—¿Como estas, Sebas?, ¿Como van las cosas con Jess?—Le pregunté por su novia y él se removió incómodo en su lugar.

—Jess y yo terminamos—me respondió con una sonrisa triste.

—¡Lo siento!—Le dije haciendo una mueca triste.

—Ya no importa, ella es feliz con alguien más y es lo único importante—Sebas me dijo con el semblante triste.

Asentí con una sonrisa, podía notar que Sebas aún la amaba.

—Pero dejemos de hablar de mi y mejor cuéntame de ti, en la boda de Julián ya no pudimos hablar porque tú me prestaste más atención a esos idiotas—Sebas me reclamó un poco molestó.

—Lo sé, pero ya ves que los chicos me pusieron ese reto y…

—¡No lo hagas, Castañita!, Por favor olvídate de eso, no tienes que demostrar nada a nadie—Sebas me dijo con un tono preocupado.

—Sebas…ya les di mi palabra y la voy a cumplir—Le dije y el rodó los ojos.

—Daniela, no hagas cosas de las cuales te puedas arrepentir más adelante—él me sentenció cruzando los brazos.

—Sebas, solo es un reto y ya, no entiendo porque tienes que hacer tanto show—Le respondí.

Él bufó y me respondió.

—Porque le haras daño a alguien inconciente, Poche es una chica muy dulce y tierna que no merece que la hagas sufrir—Sebas estaba empezando alternarse.

—Sebas, tranquilo—hice un gesto con mi mano para que se calmará—no le haré daño, simplemente cumpliré el reto y la dejaré en paz, además Sebas ambos sabemos que a ella no le gustan las niñas, así que lo mucho que podría llegar a sentir es confusión, pero jamás enamorarse de mí—Le dije tomando mi orden la cual había llevado el mesero.

—Ella no es como las chicas que estás acostumbrada a llevarte a la cama, ella es pura y su alma es muy noble—Sebas me dijo ya más calmado.

—No lo dudo, además a mí la que verdaderamente me interesa es Barbie, así que no la voy a cagar con ella por este reto—El sonrió pícaro cuando mencioné a Barbie.

—¿Así que Barbara?—Él sonrió.

—Sí, hemos estado juntas desde que llegué a Colombia, ayer pasé la noche de nuevo en su departamento—Le dije y el alzó las cejas repetidamente de una forma coqueta.

—¡Eres tremenda, Daniela!—Él me dijo y yo negué.

—¿Yo?, ¡No, claro que no!—Le dije fingiendo inocencia.

—Sí claro, te conozco Castañita—el mordió su pan tostado—Pero volviendo al tema de Poche, aún sigo pensando que es mala idea lo del estúpido reto. El karma es muy jodido Dani y quién quita que después de toda esta mierda tu termines enamorada de ella—Sebas me dijo mientras me señalaba con su pan tostado.

No pude evitar reír.

—¿Ese jugo no tiene licor?—Le pregunté—¡Estás loco!…Mira, ella es linda a su manera, pero Poche no es mi tipo—Le dije negando con mi cabeza.

—El destino es muy juguetón y nosotros somos títeres en sus manos—Sebas me dijo, rodé los ojos y volví a reír.

—¡Já!, Si yo me llegará a enamorar de ella, te juro que me tiró de algún paracaídas con un disfraz de Pollo—Le dije y él se carcajeo.

La Eterna SolteronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora