Amenazas.

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Pov Calle

Me sentía completamente feliz, ¡Al fin! Logré darle un beso a Poche, no fue nada fácil, es más,.ya hasta me había rendido, estaba pensado mandar todo esto del estúpido reto a la mierda, solamente estaba desperdiciando mi tiempo, pero logré hacerlo, aunque...confieso que ese beso extrañamente provocó algo en mi que aún no logro descifrar, es más...me, gusto.

Ya estaba todo listo, todos estábamos a la espera de mi hermanito Julián y de mi ahora cuñadita Paula, todas las chicas estaban felices por su regreso, se notaba mucho que el grupo de amigas de Poche era muy unido y era algo admirable teniendo en cuenta que en el grupo todas son mujeres y en esos grupos siempre tiene que haber más de algún problema.

-¡Ahí vienen!-Juana se retiró de la ventana en donde estaba esperando que llegara Paula junto a Julián.

Juana, apagó la luz y se escondió detrás de uno de los sofás.

Observamos como la luz fue encendida de nuevo, Paula entro seguido de Julián y las chicas gritaron "Sorpresa", observé como Poche al ver a Paula corrió hacia a ella y la abrazo con mucha fuerza, vaya, si que son buenas amigas, no pude evitar rodear los ojos. Al poco tiempo las chicas se unieron al abrazo con Paula y yo me acerque para abrazar a mi hermanito.

-¡Bicho!-Lo abracé muy fuerte.

-¡Enana!-Él me abrazó y beso mi frente.

-Este es un momento muy emotivo, así que porque no van a dejar sus maletas a su habitación y luego bajan a cenar-Mi mamá le dijo a Paula y a Julián antes de acercarse para saludarlos.

-¿Estás feliz?-Me acerque a Poche para preguntarle.

Ella me miró colocó sus manos en mis hombro y asintió con una sonrisa.

-No puedo evitarlo, lo que pasó hoy entre nosotras y sumándole que mi mejor amiga ya está devuelta me tiene demasiado feliz.

-Me encanta verte así, te ves radiante-Le dije apretando su mejilla con mi mano.

Seguimos platicando hasta que Paula bajo rápidamente las escaleras y se acercó a nosotras, Paula me miró de una forma despectiva, ¿A esta que le pasa?, No pude evitar alzar una ceja al verla con esa actitud.

-¡Mi Pochas!, Vamos a comer, sí-Paula tomo la mano de Poche y se la llevó con ella.

Poche me sonrió y se encogió de hombros.

Todas estábamos en la mesa comiendo del delicioso lomo relleno acompañado con puré de papa y un vino tinto qué preparo mi mamá junto con mi nana y las demás empleadas de servicio.

-¿Cómo te fue en tu luna de miel, Pau?-Abi le pregunto a Paula quien sonrió ampliamente y miro a Julián quien le devolvió la sonrisa.

-La verdad es que...¡De maravilla!, Luxemburgo es un lugar muy hermoso, Visitamos el Castillo de Vianden y Castillo Beaufort, también Echternach y Clervaux, fueron lugares muy hermosos, Julián y yo quedamos encantados, ¿Verdad amor?-Paula le pregunto a Julián.

-Es verdad, pero me atrevo a decir que lo que hizo espectacular la luna de miel, no fueron los lugares, si no mi compañera de viaje y esposa, mi Pau-Julián dijo de una manera muy cursí.

Mire a Poche y tenía su barbilla recargada en su mano, escuchando a Pau y a Julián con veneración.

-¡Te amo!-Paula le dijo a Julián.

Se escucho un "¡Oww!" de todos en la mesa, ¿Acaso no les da diabetes al igual que a mí?, Tanta cursilería me estaba incomodando.

-Pero cuéntenme ustedes, ¿Qué han hecho sin mi?-Paula dijo viendo a sus amigas.

La Eterna SolteronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora