Luna de miel

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Praga (República Checa)


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Pov Poche.

Estábamos recorriendo la ciudad de Praga junto con Calle, está se encuentra en la República Checa y también es reconocida como ciudad del amor y también como el corazón de Europa. Estoy fascinada con este lugar. Ahora nos encontramos precisamente en la llamada "Colina de los enamorados", en el centro de Praga.

Con nuestras manos entrelazadas caminamos hasta quedar  enfrente de la estatua de bronce del poeta Karel Hynek Mácha representante del romanticismo checo en el siglo XIX.

—Señorita, ¿Quiere comprar una rosa para su bella acompañante?—Una anciana muy simpática se acercó a nosotras y le ofreció la rosa a Calle.

Calle sonrió y eligió la rosa más hermosa para mí.

—Tomaré está rosa—Calle la tomo con su mano y me la entrego—y le daré este dinero para que se vaya a descansar.

—Señorita, pero la rosa solo vale un dólar y usted me está dando quinientos dólares—La anciana le decía apenada a Calle.

—No importa, lo que me interesa es que usted vaya a su casa y tome un descanso, ¿Puede hacer eso por mi?

La anciana le sonrió a Calle y la abrazó.

—¡Gracias, señorita, que Dios la colme de bendiciones!—La anciana asintió con una sonrisa y se retiró.

Miré a Calle con mucha veneración y ella se puso nerviosa.

—Mi amor, ¿Por qué me miras así?—Ella me dijo tomando mi mano y jugando con ella.

—Porque tienes un hermoso corazón y eso me enamora de ti—Calle se sonrojo, me abrazó de la cintura y escondió su cabeza en el hueco de mi cuello

Calle se separó lentamente de mi, yo me coloqué de cuclillas y besé su mejilla.

—Amor, sabías que si colocas una flor en el pedestal del monumento serás amado para siempre por tu pareja—Calle me dijo mirando la estatua, la flor y después a mí.

—Entonces me tendrás que ayudar, porque yo quiero que tú me ames por siempre—la sonrisa de Calle se amplió aún más cuando le dije eso—así que ayudame a colocar está rosa en el monumento—Le pedí y ella sujeto junto conmigo la rosa, la colocamos en el monumento y ambas nos emocionamos después de hacerlo.

Yo la mire, me acerque a ella y envolví su cuello con mis brazos.

—Pero esa no es la única leyenda, mi amor, también hay una leyenda que dice qué  los que se besan junto a la estatua se amarán para siempre—Yo le dije dándole otro dato curioso, como saben a mi me encantan los datos curiosos.

La Eterna SolteronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora