Un picnic en la playa

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Pov Poche

—¡Buenos días, dormilona!—Mar, me saludó al llegar al comedor.

—¿Y al fin, como te la pasaste a noche?—Pau, me dijo mientras movía las cejas de forma pícara.

—¡Buenos días!—Las saludé y me senté en la mesa para desayunar junto a ellas.

—La verdad, no estuvo mal—Me límite a decir y tomé una arepa de uno de los platos.

—Poche, no me jodas, dinos…sé qué más de alguien te llamo la atención—Mar, me dijo y yo sonreí.

—Habla, María José—Pau, me dijo en un tono imperativo.

—Esta bien, Ash—rodé los ojos ante la insistencia de estas chicas—La verdad es que al principio no conectaba con ninguna persona, ya me estaba aburriendo e iba a llamar a Pau para que fueran por mi, pero…derrepente escuché una voz masculina y al alzar mi rostro me di cuenta que era el tonto de la playa…

—¡WOW!—Mar, dijo emocionada.

—Sigue contando—Pau, me dijo emocionada y desesperada.

—Yo creí que él no me había reconocido, ya que la primera vez que lo ví fue cuando habíamos llegado de Bogotá. Platicamos sobre su profesión, él es fotógrafo y modeló, también le gustan los gatitos y bueno.  Él me dijo que quería saber mi nombre y cuando se lo dice él me dijo que era bueno saber el nombre de la loquita de la playa—Las chicas tenían una sonrisa de boba mientras les contaba—creí que no me había reconocido, pero él me dijo que era imposible olvidar unos ojitos tan lindos como los míos. Se terminó su tiempo, me pidió mi número y yo le di el de la pizzería.

—Sí, serás mensa, Poche. Él podría haber sido el amor de tu vida y tú haces eso—Pau me dijo molesta.

—¿Y que pasó?—Mar, me preguntó ignorando a Pau.

—Le dije que si el destino nos volvía a juntar, yo lo iba a invitar a comer pizza.

—¡Awww!, Esto es muy romántico—Mar, dijo mordiendo su labio inferior.

—Espero que vuelvas a verlo, Poche. Ayer cuando veníamos de regreso te vi con una sonrisa muy sospechosa—Pau me dijo provocando mi sonrojó.

—Son ideas tuyas, Paula, pero…¿Ya vieron la hora?, Ya es tarde y debemos ir a la estética—Les dije en mi intento de cambiar de tema.

—Odio decirlo, pero…Poche tiene la razón, es mejor que nos vayamos yendo, chicas—Mar, nos dijo bebiendo su jugo de naranja de un solo golpe.

Paula le vio con los ojos entrecerrados y me hizo la seña de te estoy vigilando. No puedo decir que no me agradó el estar con Taylor, porque mentiría, tenía tiempo de no estar con un caballero, quizá no sea tan malo que haga una nueva amistad, es parte de mi proceso, no negarme a conocer personas, debo dejar atrás el miedo de pensar que todo el que se me acerca es únicamente para hacerme daño.

Nos subimos en la camioneta de Mar, ellas pusieron un poco de música e iban cantando a todo pulmón, yo estaba en la parte de atrás del auto viendo por la ventana, derrepente sentí un sentimiento de vacío en mi corazón, la recordé a ella, todo este tiempo he estado obligándome a no pensarla y recordarla, pero a veces es imposible, a veces me gusta pensar en que ella me piensa y que me extraña, pero luego recuerdo que todo lo que sucedió entre nosotras fue una mentira, fue una de las actuaciones de la mejor actriz, de la famosa Daniela Calle. Eso es lo que más me duele…pensar que todo lo que vivimos no fue cierto, hasta me imagino que ella ahora tiene el camino para estar con Barbie, ella si le gustaba de verdad, ella me lo confesó, Bárbara fue uno de los motivos por los cuales ella vino a Colombia. Me matan los celos y la rabia, pero sé que ya no soy la misma ilusa y que ella lo único que hizo fue hacerme una mujer más fuerte. Tuve que destruirme para poder renacer. Solo espero algún día recordarla y hacerlo son sentir dolor.



La Eterna SolteronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora