Inseguridades

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La semana siguiente, a Hermione le tocaba hacer su exposición al ministerio, sobre la nueva ley de los derechos para los centauros.

Se había preparado el auditorio en el wizengamot para la ponencia y todo el ministerio se encontraba presente, incluyendo a Ethan Smith, ex novio de Hermione.

Los aurores se encontraban haciendo guardia en las puertas, por dentro y por fuera. Harry y Ron, Jefe y subjefe de aurores, estaban haciendo la guardia en la parte de adentro, en la puerta frente a Hermione.

La ojimiel fue recibida por un caluroso saludo del maestro de ceremonia del evento, la palabra se le fue dada y ella empezó su exposición.

La elocuencia al hablar cautivó inmediatamente a todos, algo que solo Hermione había logrado hacer, demostrando tanto su inteligencia como su diversidad de palabra.

Mientras la castaña hablaba, Harry, aún estando en la posición de guardia con sus manos detrás de su espalda, la contemplaba sin poder evitar sonreír por el orgullo que sentía por todo lo que su mejor amiga había logrado. Era una mujer increíble. Estaba orgulloso, feliz y completamente enamorado de ella, sus ojos no perdían nada de lo que la castaña hacia, era casi hipnótico.

— Estos seres, son tan capaces intelectualmente como cualquiera de nosotros, merecen los mismos derechos que nos protegen — Estaba muy concentrada en lo que hacía, pero no pudo evitar dar una fugaz mirada hacia donde se encontraba Harry en la puerta. Se había detenido un poco al momento en el que un pensamiento la asalto.

''¡Por Merlín! ¡se ve tan apuesto, tan sexy con su uniforme y como guarda espaldas!'' pensó la castaña, que al instante sacudió levemente su cabeza y volvió a su presentación, sin que nadie notara que se había distraído. Él único en notarlo fue él, que en ese momento tuvo que ponerse completamente serio y apartar su mirada para no distraerla, su cuerpo dio dos pasos atrás mientras daba un repaso visual de la sala.

Al terminar su exposición bajó del estrado con una sonrisa imborrable en su rostro, el éxito en su exposición fue abrasador.

Mientras era invadida por interminables aplausos la vieron dirigirse hacia las puertas, donde un Harry Potter, muy contento caminaba también hacia ella y extendió sus brazos para envolverla y felicitarla.

Se despegaron del abrazo y Harry sujetó el rostro de ella con sus manos...

— Estoy muy orgulloso de ti — le dijo él ojiverde sonriente.

—Gracias...— exclamó Hermione con voz quebrada por la emoción.

El azabache sin poder resistirse depositó un beso en sus labios, y un jadeo colectivo se escuchó de todas las mujeres presentes en el auditorio, que claramente idolatraban al elegido.

Era bien sabido que Harry había rechazado a todas y cada una de las mujeres que se le habían acercado por estar interesadas en él, e incluso había rechazado a una veela, esa mujer por la que todos o la mayoría de los hombres, por que había sus excepciones, en el ministerio andaban babeando.

Hubo miles de miradas que ardían en celos, asi como también hubo pensamientos molestos en todas ellas, y los aplausos cesaron ante la escena, sin embargo la pareja sumida en su mundo se mantuvo ajena a las reacciones.

El beso tampoco pasó desapercibido por Smith, quien solo emitió un gruñido, puso sus ojos en blanco y salió del auditorio, con evidente molestia.

Harry rompió el beso sin separarse de su rostro, sonriendo contra los labios de Hermione y emitió un jadeo de placer que solo ella escuchó.

Mientras detrás de ellos se encontraba Ronald, un poco sonrojado, pero con una sonrisa enorme en su rostro ya que por fin sus dos mejores amigos habían decidido hacer su relación oficial y pública, aún sabiendo todo lo que se les venía encima por esto.

Nadie más que túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora