Descubriendo a Sean Powell [DSP#1] (Sin editar)

Capítulo 27: Días fríos

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Capítulo 27: Días fríos.

Muchas veces me pregunte si algo de lo que estuve haciendo y hago, es correcto, las cosas cambiaron en mi vida. No pido que vuelvan a ser las mismas, porque de todas formas fueron malas en muchos aspectos. Pero quizá todo lo que hago ahora en algún momento termine afectándome, termine lastimando a personas que quiero, no sería fácil aferrarme a una perdida.

Nunca pensé que podría tener amigos, no lo veía como un futuro o un objetivo porque simplemente era imposible; admito que sospecho que ellos también andan en algunas cosas ilegales, por lo que ellos no me juzgan ni yo a ellos; es como un pacto de amistad.

Tony dijo hace dos días que necesitaba hablar conmigo lo antes posible, dije que esperaría el momento adecuado para ir. En estos últimos días he sentido que alguien está siguiéndome en las calles, el instituto, en la carretera.

Ayer Ashton me menciono algo de que mi madre no le había agradado el simple hecho de que él estuviera presente en la misma habitación que ella. Si, él había entrado a la cocina apropósito para ver si ella podía reconocerle por algo o al menos sentirse un poco incomoda.

Pero no, ella simplemente le desagrado. O mi madre es una muy buena actriz, cosa que no dudo, logro engañarme por un largo tiempo. Y que mi padre se pudra en algún maldito rincón del infierno, en cuanto sea posible, mientras más rápido mejor.

En este mismísimo instante me encuentro atrapada en los brazos de Ashton mientras que miramos una película, bueno en realidad ninguno de los dos le está prestando atención, él se quedó dormido y yo me encuentro encerrada en mis pensamientos.

Estire mi mano costosamente hasta llegar al control del televisor y poder apagarlo de una vez, ya que lo único que logra generar es un molesto ruido.

-Quédate quieta Sky- gruño aún dormido un dulce Ashton. Besé su mejilla enternecida por el rostro de mi amigo, con las mejillas levemente sonrojadas, y sus grandes y hermosas pestañas cubriendo sus admirables ojos.

-Debo irme- dije y volví a besar su mejilla, librándome por fin de su saca aires, digo brazos. Ashton se hizo un ovillo en el medio del gran sillón. No recuerdo el momento de la semana cuando los días cada vez se vuelven más y más fríos. Le tape con una manta que encontré en el armario, para luego tomar mi abrigo.

Al salir a la calle pude sentir la fría brisa chocar con mi descubierto rostro, subí a la Harley la cual estaba aparcada frente a la entrada del edificio. Una vez encendida arranque rumbo a lo de Tony.

No me llevo mucho llegar, quizá unos diez minutos ya que el edificio no estaba tan lejos del lugar, normalmente me llevaba unos veinte minutos llegar hasta allí. Aparque frente a la puerta del callejón, no quería que nadie reconociera mi motocicleta.

La puerta oxidada chilló al abrirse, el pasillo estaba vació demasiado calmo. La pintura blanca de las paredes del pasillo, estaba arruinada y algo manchada. Tony sabía que venía, me había tomado la libertad de avisarle unos minutos antes de llegar.

Toque con mis nudillos la puerta de madera de la oficina, a los pocos segundos él la abrió, dejándome ver su ordenada y con olor fresco de su oficina. Me adentre en ella dejándome inundar con el olor a limón del aromatizante.

Me senté frente a su escritorio mientras le observaba desplazarse hasta llegar detrás del mismo y tomar asiento frente a mí. Mis ojos estaban clavados en los suyos, los cuales mostraban estar tranquilos pero al mismo tiempo estaban inquietos. Tony debía decirme algo y eso ya lo sabía, lo que no sé es que es lo que me tiene que decir.

Entrelace mis manos sobre el escritorio y espere pacientemente unos cuantos segundos para que se dignara a hablar, rodee levemente los ojos fastidiada de que no hablase.

-Lo lamento Sky- dijo volviendo a la realidad-: Estaba buscando las palabras exactas para decirte lo que tengo que decir, ya sabes es la primera vez que voy a decirle algo así a una chica.

-Habla de una vez Tony, no más vueltas- él asintió y frunció sus cejas ligeramente canosas.

-Necesito que te infiltres en la mafia de tu padre, necesitamos averiguar unas cuantas cosas acerca de unas entregas peligrosas que debemos hacer y que ellos se quieren infiltrar.

-No. No. Y no. Mierda Tony cómo me pides esto a mí- golpee el escritorio con mi puño, generando un ruido seco en el silencio que se había producido segundos atrás.

-Son unas entregas muy importantes. Si salen mal alguno de tus amigos puede morir- trague en seco y abrí mis ojos sorprendida.

-Hablas de Kyle- asintió-: Mike- volvió a asentir-: Aaron- asintió nuevamente.

-Y yo- dijo alguien a mis espaldas. Mierda Powell.

-Sean- susurre sintiendo sus labios apoyarse en mi mejilla-: Le dijiste. Mierda Tony. Púdrete.

-No él no me dijo, lo sospechaba de todas formas- tomó asiento junto a mí. Mirándome de reojo-: esa noche cuando intentabas escapar de todos nosotros, solo basto que te mirara a los ojos para darme cuenta que eras tú.

-Mierda Sean, no puedo creerlo- él simplemente sonrió de lado, cosa que me encantaba. Él me encantaba.

-Bueno Sky, no estarás sola allí, Sean es una de las personas con la que tu padre mantiene algunas veces contacto. Él hace bastante tiempo que esta infiltrado, pero tu padre creo que empezó a desconfiar de él- asentí-: Por lo que dejo de darle tanta información clasificada.

-Por eso te necesito a ti para hacer esto- Wow. Quieren que me involucre con un cretino solo por un poco de información, están todos locos-: Procuro protegerte y mantenerte segura.

-Entonces Sky ¿Lo harás?- pregunto Tony, mientras los ojos de él y de su sobrino me miraban a los míos en una clara postura dominante y manipuladora.

-Sí, sí lo hare- ambos sonrieron complacidos por mi respuesta-: Pero me las pagaran muy caro.