Capítulo 5: Pastillas.

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CAPÍTULO 5: Pastillas.

Salí del baño una vez que me pude bañar correctamente, seque mi cabello para que no me mojara la ropa. Me puse, un jean gastado, una camiseta con el estampado de Fucked up kids, unas converse negras.

Una vez lista, saliendo de mi habitación me dirigí a la cocina donde mi hermano devoraba el desayuno que mamá le había preparado. Tome mi desayuno y me senté frente a él. Comimos en silencio, sin mencionar lo que había sucedido dos días atrás, cuando me había perdido en la zona baja y el sermón que mi hermano me había dado.

Kendall accedió a llevarme al instituto en el auto de mi madre; ella no lo utilizaría hoy ya que la paso a buscar una compañera de trabajo, la cual no me terminó de convencer su mirada acosadora en mi persona.

Baje del auto una vez que Kendall pudo terminar de estacionar, no es por maldad ni nada por el estilo, solo digo que necesita unas "pequeñas" clases de manejo. De todas formas, confió demasiado en él, tanto como para saber que sí sabe manejar lo suficientemente bien solo le cuesta estacionar en espacios reducidos.

-No te olvides que ellos piensan que somos pareja- murmure, este asintió y tomó mi mano aunque algo temeroso. Quizá esto luego se vea demasiado mal o piensen que es incesto pero no lleva al punto, esto nos mantiene en cierto nivel protegidos a ambos y más que todo a él, quien parece que tiene un imán para las zorras.

Dentro del instituto todas las miradas de todos se posaron en nosotros, cosa que me incomodaba más, por el puto hecho de que es mi hermano y no mi novio; solo tengo miedo a lo que luego digan, aunque realmente me importa muy poco lo que piensen o digan, pero desmentir algo como incesto es algo muy complicado.

Suspire frustrada, si hay una materia que me aburra más es historia. Simplemente la odio. La fósil de la profesora con su aire de fosa nasal, sin nombrar el tono histérico de su voz, se encargó de presentarme. Anote lo que necesitaba y me dispuse a mirar por la ventana, mis parpados pesaban no había tenido una buena noche pero es suficiente para darme sueño.

El timbre retumbo en mis oídos haciéndome así despertar de golpe, una chica de aspecto algo duro o más bien algo ruda me sonrió de lado, no estipule ningún gesto mientras la castaña de ojos celestes se acercaba a donde se encontraba.

-Soy Katherine Robb... pero dime Kate- me extendió el papel que traía en su mano, a lo que pude observar como la chica luego de ello comenzaba a ponerse incomoda, disponiéndose a irse después del largo momento de silencio.

-Gracias Kate- extendí el papel leyendo rápidamente su contenido "Detención4:30" maldije internamente-: ¿Kate me acompañas a buscar a mi hermano?- la chica asintió.

Deje un sonoro beso en la mejilla de Kendall quien no dijo ni hizo nada, la idea de que este enojado conmigo por lo de la pelea del otro día con la zorra, digo, con Mckallagan solo fue coincidencia; volviendo al punto Kendall está enojado conmigo por lo de esa pelea, que ni yo sé porque se ofende que lo haya hecho. Bueno realmente si lo sé, a Kendall no le agrada la idea de que yo finja ser su novia. Solo por el hecho de que de esta forma no puede seducir a ninguna zorra, ya que las otras lo mirarían mal y no querrían acercársele por infiel y esas pelotudeces.

-Yo quiero un beso así pero en mi boca- dijo Kyle llamando mi atención. Gruñí.

-Cállate, si no quieres quedarte sin bolas o no recuerdas que es mi hermana- gruñó Kendall.

-Incesto- murmuro para sí misma Kate a lo que negué divertida y prometí contarle luego.

Deje mis cosas sobre uno de los bancos del salón de detención, maldije unas cuantas veces más pero a decir verdad qué sentido tiene, si a este lugar soy de venir frecuentemente. El reloj marcaba las 2de la tarde, tarea no tenía por lo que solo me quedaba por hacer una cosa... molestar.

Espere un rato a que el profesor de unos 40 años se durmiera por las pastillas para el insomnio que coloqué en su café. El salón se volvió un desastre, las cosas volaban por los aires, los chicos problemas –como prefiero llamarlos- se encargaron de dibujar la cara del profesor con dibujos obscenos que prefiero omitir; de los tubos de la luz colgaba papel higiénico que para ser sincera no tengo idea de donde pudieron haberlo tomado.

Las 3 de la tarde marcó mi reloj de mano, los chicos problemas seguían haciendo de la suya por lo que predije que el profesor no despertaría hasta pasadas las 4, si es que no duerme aquí toda la noche con la cantidad de pastillas que tomo. Con esto en mi cabeza tome mis cosas y me marche del salón.

Los gritos podían escucharse desde fuera de la casa; el imbécil de Kendall los había traído a casa por lo que parece. El idiota de Kyle estaba gritando sin camisa desde el sillón, Aaron estaba en el otro sillón con una cerveza en su mano, Mike estaba en la cocina respondiéndole con gritos lo que los otros dos le gritaban, de Kendall no había ni rastro y también estaba ese chico que conocí hace unos días pero que aún no sé su nombre.

-Se callan todos- grite por encima de todos generando el silencio que tanto deseaba-: Kyle tienes 5 segundos para ponerte la camisa, tú Aaron ya deja esa cerveza aquí nadie se emborracha.

-Lo lamento preciosa pero no me pondré nada y además sé que a ti te encanta verme así- Kyle se quedó callado a escasos centímetros de mí. No pude evitarlo que él ya estaba en el suelo, lo único que me faltaba era un engreído; pues ahora me da algo de pena con su nariz sangrando pero no hay mucho que decir, solo que se lo merecía y todos lo sabemos.

-Ahora tú, te dije que tiraras esa botella hazlo si no quieres terminar como este idiota- Aaron salió corriendo a la cocina donde luego apareció con Mike y el chico NN o sin nombre-: Mike busca a Kendall ahora- este asintió y se metió por el pasillo.

Deje a Kyle en el piso mientras fui por la caja de primeros auxilios. Sentía mucha pena por lo que le hice no quería lastimarlo por una simple camisa, pero fue un impulso, así que no queda otra que solucionarlo.

Coloque los algodones en la nariz de Kyle quien solo me sonrió agradecido. Tuve que esperar un tiempo por Kendall, el cual no salía de la habitación y Mike ya había vuelto de ella sin poder abrir la puerta.

Recordé que él siempre escondía una llave de emergencia en el refrigerador debajo de los vegetales, desde niño hacía esto. Efectivamente allí estaba, tome el frío metal y me dirigí hacia la habitación.

Me quede helada frente a los dos cuerpos, más que decepción fue asco lo que cruzaba por mi mente. Volví a cerrar la puerta de un portazo haciendo que todos llegaran hasta donde me encontraba menos Kyle.

-Solo déjenme. Avísenle a este troglodita que saldré y que no me espere despierto.

Descubriendo a Sean Powell [DSP#1] (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora