Capítulo 11: ¿Escape perfecto?

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­Sky

Coloque el protector bucal nuevamente en mi boca, luego de haber escupido sangre. Este maldito infeliz sí que sabía golpear y donde golpear precisamente, mordí mi labio inferior tratando de ahogar el grito por el repentino golpe.

Le golpee pero él apenas se movió, en ese preciso momento fue cuando quise llorar. Me sentíaimpotente y desganada.

El recuerdo del auto volvió a mi mente, quizá en este mismo instantecon cada golpe que él me daba podía recordar sus manos asquerosas pasando por mi vientre. Sus gemidos en mi oído. Pero había algo que no había cambiado desde anoche, mis lágrimas; las tuve mientras ese hombre abusaba de mí y las tengo ahora que él me golpea.

Caí en el suelo del ring, mientras los golpes del chico con el que peleaba se asentaban en diferentes lugares de mi cuerpo, pero no los sentí, ahora no. Las manos del árbitro tiraron de mí hasta un costado del ring, mientras que mi contrincante elevaba sus puños en el aire.

Baje del ring con la fuerza que me quedaba, busque entre toda la multitud tratando de encontrar a Antonio. Lo encontré a un lado, algo apartado; mi reacción fue de sorpresa. No solo está aquí Powell, sino que están todos.

Gemí. Dios nunca nadie me ha golpeado así, nunca creí que doliera tanto. Pude ver como Kendall señalaba a alguien en la multitud, los otros asintieron y se marcharon mientras saludaban a Antonio con la mano.

Me acerque a Antonio, su rostro se transformó en uno de completa preocupación. Negué con la cabeza, él asintió poco convencido. Me dirigí al pequeño, por así llamarlo, vestuario creado por Tony en un intento de generarme privacidad, ya que soy la única mujer en su equipo de peleadores.

Me vestí con la ropa que traía antes de cambiarme para las peleas. Un jean desgastado, una camiseta más grande que mi cuerpo. Coloque una buena cantidad de maquillaje para disimular los golpes que tenía en mi rostro ya vería la forma de que estos no se noten para ir mañana al instituto.

Guarde las cosas lo más rápido posible dentro del pequeño bolso deportivo negro que traía por lo general para venir aquí. Apresure mi paso para llegar a la oficina de Tony, este había sido un día muy duro y lo que más quería ahora era irme a casa.

Golpee levemente la puerta de madera de la oficina de Tony, esté me abrió para luego posar sus manos en mis mejillas haciendo que le mirara. Seguro mi rostro estaba en mal estado o por lo menos mi mandíbula, pero no es tan malo como lo que ha hecho mi madre.

-Toma pequeña Sky- dijo con su acento algo italiano-: son 6.000 hubieras ganado más si ganabas la última pelea- asentí con lastima, y me pare para marcharme.

Salí por la parte trasera del lugar ya que seguramente habría mucha gente en la entrada. Coloque en un ágil movimiento, la capucha de la sudadera que me coloque antes de salir. Con la paga de hoy ya voy ahorrando 13.000 dólares, todavía no sé en que invertirlos pero de seguro irán para comprarme un apartamento y marcharme de mi casa lo antes posible.

A lo lejos pude ver a el grupo de amigos de mi hermano, Aaron, Kyle, Sean, y Mike. Pero estaban muy ocupados, por así llamarle, golpeando a alguien que no pude distinguir bien. ¿Qué mierda hacían todos ellos aquí? ¿En que estarán metidos todos estos? Me cuestione muchas veces.

Mi ruta de escape es limitada, o me cruzo con “mis amigos”, o no hay más opciones. Agache mi cabeza mientras sus voces se iban acercando, sé que Powell me estaba mirando podía sentir su mirada persiguiéndome.

-Scarlet- grito con voz algo gruesa y rasposa. Comencé a correr con todas mis fuerzas, él me perseguía.

Mientras intentaba sacarle un poco de ventaja, me coloque el pasamontaña. Sé que me alcanzaría en algún momento, por eso es mejor colocármelo a que me vea, siempre fui muy mala en algunos deportes como es correr, no es que sea extremadamente mala pero él de todas formas me alcanzara.

Su mano agarro mi brazo haciendo que parara bruscamente. Lo mire a los ojos y él a los míos, tengo miedo. Los demás venían corriendo a lo lejos, y mi corazón se acelera cada vez más.

-Sólo quería saber si estabas bien- Asentí. Él soltó su agarre-: No sé porque huyes, pero creó que ahora quieres hacerlo- miró para atrás viendo como los chicos les faltaba solo una calle por llegar-: vete, no sé quién eres ni porque huyes, pero vete Scarlet.

En cuanto dijo esas palabras que realmente me dejaron atónita, comencé a correr nuevamente, pero esta vez nadie me perseguía.

Mi pecho subía y bajaba agotado, una mala pelea y ahora tener que correr hasta casa, no fue buena idea. Entre por mi ventana a mi habitación, estaba completamente a oscuras. Encendí la luz, y todo estaba como yo lo había dejado. Mi cama tendida, la estantería acomodada. Saque de mi bolso el dinero que había ganado, para luego ocultarlo con el resto dentro de una caja que tiene un pequeño candado.

Tome una corta ducha, antes de salir del baño me coloque mi ropa interior algo vergonzosa, con ositos. Me observe detenidamente en el espejo del baño, mis costillas estaban algo marcadas en mi estómago, este estaba muy plano y pálido. Mis brazos ahora tenían un poco de músculo, mi mandíbula esta algo de hinchada, al igual que mi pómulo izquierdo.

Suspire. Soy un desastre. Me coloque mi pijama, y me acosté a dormir ahora lo que menos quería es pensar en algo, o hablar con alguien. Mi teléfono comenzó a vibrar, cuando me estaba quedando dormida. Abrí el texto.

De: Kendall.

Espero que no te vuelvas a juntar con este tipo Sky.

No era solo un texto, con él venía adjunta una imagen de un chico muy golpeado, supuse que sería al que estaban golpeando cuando los vi afuera en la parte trasera. Iba a darme por vencida, hasta que me di cuenta de quién era. Ashton, su cabello está muy alborotado en la imagen, sus ojos cerrados y se podían ver los golpes en su lindo rostro. Por un momento sentí pena, pero qué más daba, no era mi hermano ni mi novio, y me agrada la idea de ver al punto débil de la zorra algo mal. Me imagino a Mckallagan estará desesperada, y ni siquiera se imagina las razones, y mucho menos se imaginara que él que lo golpeo fue mi querido hermano.

-Sky- dijo mi hermano en un susurro-: ¿Estas dormida?

-Si- dije de igual manera.

-Espero que no vuelvas a meterte con ese tipo entendiste- Asentí aunque sabía que él no podía verme. Sí, me metería unas cuantas veces más con ese tipo solo para molestar a Kendall y a Mckallagan.

Cerró la puerta nuevamente de mi habitación pero a los pocos minutos volvió a abrirse, supuse que sería él ya que no podía verlo porque estaba de espaldas a la puerta. La cama se hundió a mi lado, para luego sentir como me abrazaban por la cintura.

-Eres mía- beso mi cuello unas cuantas veces-: sólo mía.

-Powell que haces aquí- gruñí.

-No te dejare sola esta noche- creo que esta borracho, de seguro que lo esta se nota por su olor-: voy a hacerte mía esta noche y no podrás hacer nada al respecto.

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Nota de Autora:

Vamos niñas o niños hagan preguntas no muerdo mmmm :3 grrrr -Todavia no- o por lo menos responder mis preguntas.

Con cariño. Ari :) 

Descubriendo a Sean Powell [DSP#1] (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora