6. LO DIGO EN SERIO

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Alice giró ligeramente la cabeza y observó por el rabillo del ojo cómo FP estaba apoyado en la entrada del balcón.

No voy a detenerte- contestó volviendo a poner la atención en la copa de vino.

Parece que sigues obsesionada con el vino... ¿Estás segura de que no necesitas algo más fuerte para esta noche? Porque yo sí- comentó FP sacando su petaca de vodka para darle un trago.

Tenían que hablar de muchas cosas: su enfado mutuo, el regreso de Hal y Gladys, el plan para liderar a los clanes piratas... Sin embargo, se quedaron uno al lado del otro mientras bebían en completo silencio.

FP no pudo evitar observar a Alice. Incluso después de todo lo que había pasado, seguía siendo la mujer más hermosa del planeta. No pudo evitar pensar que hoy casi la había perdido. Jamás se hubiera perdonado a sí mismo si le hubiera pasado algo, pues sólo quería mantenerla a su lado y segura.

¿Te vas a quedar mirándome toda la noche?- preguntó Alice devolviéndole la mirada. La estaba poniendo nerviosa al sentir la intensidad que desprendían sus ojos cafés.

Me quedaría mirándote toda la eternidad- determinó FP asintiendo.

Alice bufó poniendo los ojos en blanco y dejando su copa de vino sobre la mesa del balcón con fuerza. Cada vez que FP le decía este tipo de frases románticas, ella se derretía de amor como una adolescente enamorada. Sin embargo, está vez no se lo iba a poner tan fácil. 

Lo digo en serio- dijo FP claramente al notar su reacción.

Me da igual la cantidad de frases bonitas que me digas esta vez, FP. No se me va a quitar el enfado- declaró Alice cruzándose de brazos.

Lo hice por el bien de la familia, no os quería exponer al peligro- explicó FP excusando sus acciones.

Y por eso Lucinda se fue contigo, ¿no? Tienes una forma muy curiosa de protegernos- reprochó Alice.

Eso no fue mi culpa, obviamente no estaba en mis planes que nuestra hija se colara como una polizona en el barco- se defendió FP levantando sus manos inocentemente.

Claro que no... Tú no tienes la culpa de nada... sólo hiciste caso omiso de mis opiniones y te lanzaste al mar solo buscando tu muerte- acusó Alice enojada.

No es que no te hiciera caso... Alice, compréndeme- pidió FP, que no quería volver a discutir sobre esto y simplemente quería arreglar las cosas.

¿Eres consciente de que si no hubieras sido tan egoísta y tozudo, no hubiéramos pasado por la situación que pasamos antes?- cuestionó Alice señalándole.

¡Ah no!, ¡no me culpes de eso, cuando fuiste tú la que me seguiste!, ¡se suponía que debías quedarte!- exclamó FP comenzando a levantar la voz al sentirse atacado.

¡Se suponía que íbamos a ir juntos!, ¡soy la Reina y tengo derecho a estar aquí! ¡Te dije que seríamos los dos o ninguno, así que no me dejaste otra opción!, ¡no puedes controlar mis decisiones!- declaró Alice fuertemente.

Te pusiste en peligro viniendo- recalcó FP frustrado mientras se peinaba el pelo hacía atrás.

Era una conversación de besugos, estaba claro que ninguno de los dos iba a dar su brazo a torcer.

¡Al igual que tú! La única diferencia es que yo no te engañé para quedarte- echó en cara Alice mostrando su punto de vista. Le frustraba que él quisiera hacerse el macho y el héroe.

¡No es tu responsabilidad cuidar de mí!, ¡yo cuido de nosotros y de nuestra familia!, ¡soy yo el que me pongo en peligro para que no tengas que hacerlo!- gritó FP, que no sabía porqué Alice no podía entender que él sólo quería mantenerles a salvo.

Piratas 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora