Capítulo 9

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—perdoname por favor, te juro que no lo volveré a hacer! Te lo suplico! Tengo familia, por favor... Haré lo que tu quieras, solo... No me mates... — el hombre estaba arrodillado con la cabeza en el piso llorando y suplicando para que no le pasara nada.

—oh... Eso lo hubieras pensado cuando estuviste como perro persiguiendome con esa maldita cara de pervertido, que me pensabas hacer? —sonreía con recelo y pateaba el rostro de la persona que estaba frente suyo.

—perdoname! Te juro que nunca más en mi vida voy a volver a hacerlo— solo le quedaba suplicar por su vida, nunca habría creido que un niño o... Niña? pudiera hacer suplicar a un alpha dominante por su vida.

Luego de que lo acosara en el callejón, intentó utilizar sus feromonas para que obedeciera pero no lo logró, en cambio lo noquearon y ahora se encontraba en un tipo de cuarto oscuro.

—mmmm dejame pensarlo...mmm y si no quiero hacerlo que? Obviamente iras con la policía y lo reportaras maldito imbecil, no soy ninguna persona incrédula y menos inocente—pateó el abdomen del alpha y a consecuencia de ello el contrario escupió sangre.

—te daré dinero! Eso quieres no? Te daré todo lo que tengo pero no me mat-!— una luz le cegó los ojos por unos instantes y vio algo extrañado lo que estaba pasando.

Era el flash de la cámara de un celular, veía el rostro de su agresor pero no podía reconocer nada porque estaba con una capucha y con una mascarilla negra.

—contándote a ti serían...mmmm... Creo que serían 5... Si! Serían 5!— estaba saltando de alegría y daba muchas carcajadas que resonaban en la habitación.

—se-serían 5 qu-que?—pensaba lo peor, nunca en su vida había estado tan asustado como en esos momentos.

—oh! Espera... Pues creo que hice mal mis cálculos, te lo diré solo porque ahora te considero mi amigo mmm creo que contigo serian 12, pero no sé si contarían mis asesinatos de hace años o solo los que hecho este mes—achicó los ojos y sonrió.

Buscó algunas herramientas de los cajones de un escritorio un tanto antiguo y se acercó aún apuntando la cámara a su víctima —sonríe para la cámara— la víctima estaba aterrorizado

Solo se limitó a tratar de escapar, pero era complemente inútil, lo habían amarrado de pies y de manos. Arrastrarse sería la única opción pero eso no serviria de nada.

Agarro un cuchillo y empezó a apuñalarlo por las piernas y los brazos con mucha fuerza y sonreía al hacerlo, la sangre salía a borbotones y la víctima gritaba por piedad y ayuda, pero nadie respondía.

—por favor, matame, ya no lo soporto— lloriqueaba y mordía su labio por el profundo dolor que sentía.

El menor solo se carcajeaba y alzaba las cejas en forma sarcástica — deja de quejarte, soportaste menos que un alpha promedio y eso que eres un dominante! Que jodida mierda eres! Además aún no tengo suficiente, me jodiste el día y tu deber es soportarlo— se quitó la mascarilla y enseñó los colmillos delanteros llenos de saliva.

—te-te iras al infier— su cuerpo le fallo y se desmayó por el dolor.

—mmm que maldito desperdicio de mi preciado tiempo— sacó su celular y buscó el número de la persona que siempre lo ayudaba a ocultar sus huellas para pasar desapercibido.

<< no me digas que lo hiciste otra vez>>

—solo ayudame a colocarlo en uno de los lugares arreglados, no es tan difícil verdad? —

<<ahora... Estoy un tanto ocupado... >>

—sabes que si caigo yo, te terminas hundiendo conmigo, además, no quieres una mordida de alguno de sus órganos? Sabes que luego de probar el sabor de la sangre humana ésta termina siendo adictiva, verdad?, lo sabias muy bien y aún así me enseñaste a hacerlo. Así que encargate de arreglarlo bastardo— colgó la llamada y gruñó, tratar de ocultar cierta mierda de la policía a veces es difícil, pero tenía la certeza de que ninguna persona tenía una mísera pista sobre lo que hacía.

Sonrío y empezó a jugar algo en su teléfono mientras esperaba con ansias que su nueva víctima no haya muerto en el intento, ya que no es tan divertido que la víctima no grite por su vida mientras le abres el abdomen.

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Un nuevo día y lo comenzaba siempre con su usual rutina  de bañarse y luego pasarse mucho tiempo en el espejo del baño intentando que su cabello quede lo más parado y puntiagudo posible. Le hubiera encantado tener el cabello de Bakugou pero su genetica no ayudó en lo absoluto.

Tomó una tasa de café de la manera más tranquila, se cambió y busco una mascarilla. Estaba un poco enfermo, asi que necesitaba utilizarla para no transmitirlo a alguien más.

Subió a su camioneta y conducio en dirección a los departamento de su amigo que quedaba relativamente cerca.

Estuvo esperando un rato pero se aburrió y empezó a jugar en su celular hasta que ambos chicos aparecieron. Le había dicho a Izuku que podía llevarlo ya que de todos modos iban al mismo lugar, pero al parecer tenía auto asi que desistió.

Sintió que alguien entraba a su auto y río divertido porque otra vez su amigo tenía la cara de querer matar a alguien, eso siempre sucedía cuando él e Izuku cruzaban sus caminos.

—si te atreves a reír de nuevo, juro que vas a terminar muerto— el rubio giro la mirada y vio algo extrañado al pelirrojo, tenía una mascarilla negra que le ocultaba la mitad de la cara.—porque la mascarilla pelomierda?—

El opuesto prendió el motor del auto y se rasco la cabeza—me enfermé y no quiero contagiarles el virus a ningunos de mis amigos— el cenizo solo asintió y empezó a buscar con la mirada el auto del joven con pecas que salia del estacionamiento subterráneo.

—acelera, no quiero que el idiota llegue junto con que nosotros, Kirishima—frunció el seño y dirigió su vista nuevamente hacia fuera del auto.

Cuatro paredes Blancas [Dekukatsu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora