Pasé unos dias meditando que debía hacer y sobre todo cómo contárselo a mis padres. Dani me había dicho que me apoyaría fuera cual fuera mi decisión pero que él creía que lo mejor era no seguir adelante con el embarazo.
Y en el instituto al final estallé. Estabamos en educación física, con un profesor fantástico al que todos admiraban y al que las niñas perseguían babeando. Yo sabía lo que se estaba creando dentro de mi, creia sentirlo crecer en mi interior. Y sabía que no debia ni podia quedarmelo. Me acurruqué en un rincón del pabellón de gimnasia y lloré desconsoladamente. No dejaba que nadie se acercara a mi, espanté a mis amigas y, después, al profesor que vino a intentar ayudarme. Le mandé literalmente a la mierda. Al acabar la clase, vi como todos mis compañeros se iban, pero no podía levantarme. Sentía que me partiría en mil pedazos si me movía. El profesor se acercó y se sentó a mi lado. Yo sabía que mi actitud no había sido la correcta y su presencia no me molestó. Creo que en ese punto él ya había llegado a conocerme un poco y sabía que no necesitaba palabras ni caricias, tan solo que alguien estuviera ahi, a mi lado.
Poco a poco conseguí tranquilizarme, y pudimos entrar a su despacho donde le conté absolutamente todo por lo que habia pasado. Casi me rogó que dejara a Dani para siempre, que me alejara de el todo lo que pudiera y que hablara con mi madre sobre mi embarazo.Unos días después, mi madre apareció en mi casa con un test de embarazo. Le dije "mamá no hace falta, ya lo sé". Vi como aguantaba las lágrimas en sus ojos y me dijo " Haztelo de todas formas". Entré al baño, repetí la misma operacion que una semana atrás, y dejé el test en la mesa de la cocina para que mi madre lo viera. Después me metí en la cama y no pude volver a salir hasta el día siguiente.
Esperaba gritos, sobre todo, pero no los escuché. Mi madre me dijo que querían reunirse con los padres de Dani para hablar sobre lo que íbamos a hacer. Asi que llamé a Dani para que les avisara y esa misma tarde aparecieron en mi casa. Dani y yo nos fuimos, no era capaz de soportar esa situación. Estuvimos fuera sentados mientras ellos hablaban. Dani estaba a mi lado, pero le notaba cada vez más y más lejos.Después de aquel día, todo se convirtió en visitas a psicólogos y médicos hasta el día en que todo acabó, más o menos un mes después. Dani vino a casa dejándome claro que solo venía a ver como estaba, y no a volver conmigo. Le cerré la puerta en la cara. No estuvo a mi lado cuando dejaba ir a lo que hubiera sido nuestro bebé, no fue él quien me sostuvo la mano mientras todo se llenaba de sangre a mi alrededor. Ahí me di cuenta de que todo lo que anteriormente me había hecho no me había dolido tanto como aquello, su ausencia.
ESTÁS LEYENDO
Amor a golpes
Ficção AdolescenteEsta es la historia de Dani y yo. Una historia de amor, de mentiras, de dolor, pero sobre todo una historia real que ha marcado mi vida para siempre.