11. Distancia

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A partir de aquel día nuestra relación empezó a mejorar. Pasamos unas muy buenas semanas sin separarnos ni un momento. Le conté a Alex, mi profesor, que había vuelto con él y se enfadó. Me dijo que no sabía lo que hacia, que ese chico no me merecía y puede que en el fondo tuviera razón. Seguí hablando con él todos los dias y empecé a dudar acerca de si había tomado la decisión correcta. Dani se dio cuenta de que cada vez estaba mas rara con él y le acabé contando todo lo que Alex me habia dicho. Él se alteró mucho, me dijo que le hiciera caso y le dejara, que seguro que lo que yo quería era liarme con él y con ese pretexto me insultó.

Al día siguiente, a primera hora, fui al despacho a hablar con Alex y contarle lo que habia pasado. Se enfadó aun mas por haberle contado todo a Dani pero lo peor vino en la hora del recreo. Yo estaba con mis amigas, cuando una compañera vino y me dijo que mi novio me estaba buscando. No entendía que hacia Dani allí pero fui en su busca temiendome lo peor. Unos minutos después le vi muy alterado hablando con el profesor de musica, un chico joven con el que todos teníamos buena relación. Oí como le preguntaba que donde estaba el profesor de E.F. Me acerqué y me disculpé delante del profesor mientras le decía a Dani que se callara y se viniera conmigo, empezó a gritarme como un poseso. Así que el profesor se puso entre nosotros y le agarró diciéndole que se tranquilizara o se iba a tener que ir. De repente, vi como Alex se acercaba por detrás y por un momento temblé pensando en lo que podia pasar. Me acerqué rapidamente para pedirle que se fuera pero no me hizo caso, siguió hasta plantarse delante de Dani.

- ¿Que quieres chaval? - le dijo irónicamente
- Tú eres el hijo de puta que le ha dicho a mi novia que me deje, ¿no? - Dani se acercó a él en tono amenazante
- Cuidado con lo que dices - le dijo Alex acercándose más aun.
- ¿Me estás amenazando viejo de mierda?

El profesor de música se habia quedado en silencio unos segundos. No daba crédito a lo que estaba viendo, pero finalmente reaccionó poniendo fin a esa incómoda y desafiante situación.

- Dani no eres mal chico, haz el favor de no hacer que te echen de aquí, sabes donde está la puerta es mejor que te vayas.

No se por qué razón pero Dani se tranquilizó, me miró amenazante antes de irse y me dijo: "ya hablaremos tu y yo luego".
Cuandi vi que se marchaba no pude aguantar mas la tensión y me eché a llorar. Mi profesor me abrazó sin realmente entender lo que acababa de pasar y vi como Alex se iba sin dirigirme la palabra. Me había equivocado y mucho y podría haber metido a Alex en un gran lío. Le pedí disculpas al profesor de música y fui a buscar a Alex.

Cuando entré en su despacho le vi sentado de espaldas a la puerta y ni siquiera se giró. Sabía de sobra que era yo y me conocía lo suficiente como para saber que venía a pedirle perdón. Me dijo que le había decepcionado, que me creía una mujer de verdad madura y no una niña, pero en el fondo es lo que era, aunque las circunstancias me hubieran hecho ser madura en diferentes aspectos de mi vida.

Tuve una profunda conversación con Alex en la que me di cuenta que tenía razón en todo lo que me decía. Dani no me quería, eso no era amor. Alex me explicó que mi historia podía acabar en tragedia, que aquellos empujones o agarrones que habia sufrido por parte de Dani no habían sido nada comparado con lo que podía llegar a pasar. Me dijo que pensara en su comportamiento cuando se enfadaba y que le dijera cómo me sentía yo cuando eso pasaba. Mi respuesta fue contundente "aterrada". Y era cierto, con cada bronca me invadía el miedo. Primero, a sus insultos y vejaciones y, después, a que esa mano que tantas veces me levantaba acabara golpeandome fuertemente. Dani tenía un problema y yo no podía solucionarlo, debía alejarme de él.

Unos días después me decidí a hablar con él y le dejé. Como siempre no reaccionó como yo esperaba, no hubieron gritos ni insultos, ni siquiera un por qué. Era como si lo hubiera estado esperando y por fin fuese libre. Pero ahora yo también lo sería.

Amor a golpesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora