Solo es un juego

3 |Esto será difícil

Sue

Ni bien volteé pude ver que la que había agarrado mi mano era Ofelia.

Se encontraba con los labios apretados y con una cara seria.

—Ofelia, ¿qué sucede?

—Los escuché —creo que vio mi mirada de confusión, porque agregó—: Los escuché a Adrik y a ti discutiendo en el salón. Pude darme cuenta de la tensión entre ustedes.

—¿Y qué sucede con eso?

Ella se metió las manos en los bolsillos y agachó la cabeza.

—Debes tener cuidado con él, Sue.

—Mira, realmente no pretendo hablar mucho con él, así que... nos vemos luego.

Yo hice un ademán de irme y ella volvió a agarrarme el brazo de manera firme, lo que hizo que volteé nuevamente hacia ella.

—¿No quieres saber quién es él? Todo el mundo lo conoce. Y no es una buena persona, Sue.

—No puedes ir por la vida haciéndole caso a rumores que la gente inventa, Ofelia.

—Es que no lo digo por eso exactamente.

—¿Y entonces por qué?

—Es porque él me hizo algo a mí —tragó grueso—. Y te puedo asegurar que no fue nada bueno.

Yo me quedé quieta en mi lugar en cuanto escuché esas palabras salir de su boca.

Realmente no sabía quién era Adrik Cash y no me interesaba en absoluto, pero no podía negar que me daba algo de curiosidad saber lo que le sucedió con él.

—Ofelia, déjalo así, por favor. No me involucraré con él. En serio.

—Bueno —tensó la mandíbula—. Yo ya te lo advertí.

Ambas comenzamos a caminar y nos separamos en cuanto llegamos a la cafetería.

Me senté junto con Ismael y Mary, quienes estaban con mala cara.

—¿Tú te hablas con Ofelia? —Mary enarcó una ceja.

Yo comencé a comer una papita y fruncí el ceño.

—Sí, estamos juntas en un trabajo de Literatura, ¿por qué?

—Bueno... —Ismael apretó los labios—. Se escucharon cosas raras de ella por los pasillos.

—Sí —Mary asintió—. Pero creo que la más extraña de todas fue la de su hermana.

—Creo que escuché esa historia también —Ismael frunció el ceño—. Un día se fue de la universidad sin decirle a nadie. Y lo más extraño es que fue luego de pasar un día en la casa "Cash" —se dirigió hacia mí—. ¿No te hablas con él, o sí?

Yo asentí.

—Ten mucho cuidado con él, Sue.

Mis hombros se tensaron hasta que Mary rompió el silencio:

—No lo sé, yo no creo que Adrik Cash sea tan malo como dicen —estaba mirando su celular—. ¿Ya vieron la nueva lista de las novias Cash?

—¿Qué es eso? —pregunté y le di una lamida a mi helado.

—Los Cash todos los años hacen una lista con chicas para que sean sus novias —comenzó a explicar—: Es algo así como para darle el privilegio a las chicas de estar con uno de esos tres dioses.

—¡Y, Sue, mira! —exclamó, contenta.

—¿Qué? —suspiré.

—¡Tú sales en la lista! ¡Y como una de las primeras!

Lo que dijo hace que casi me atragante con mi helado.

—¿Qué...?

—¡Mira! —me enseñó Mary y efectivamente allí estaba mi nombre.

—¿Vas a decirles que sí? —preguntó Ismael.

—No lo sé. La verdad es que no me interesa.

—Todas querríamos estar en tu lugar, Sue. ¡Acepta! —me insistió Mary.

—Miren, aunque quisiera... estoy viendo a alguien.

Todas sus miradas pasaron a ser unas de asombro.

Y lo que había dicho, en realidad era cierto.

Hace unas semanas comencé a salir con Mike Ross. Al principio solo éramos amigos, pero luego se comenzó a transformar en algo más.

Aunque aún no lo definíamos con mucha exactitud.

—Pues qué mal —Mary se cruzó de brazos.

—Igual, no es nada. No es como si vinieran a preguntarme personalmente si acepto ser su novia. Es decir...

No pude terminar la oración porque sentí una mirada en mi espalda.

Volteé y, efectivamente, allí estaban los dos chicos de ojos grises que vi fuera de la universidad.

Suspiré hondo.

Esto será difícil.

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Holaa, hasta aquí el tercer capítulo :)

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