Solo es un juego

16| La banda

Sue

Guardé la nota en el bolsillo y miré para ambos lados, sintiéndome observada.

No sabía quién había enviado la nota.

Lo único que sabía era que no descartaba a nadie.

Miré a cada rincón a mi alrededor y pude ver una sombra.

Me acerque lentamente hacia ella, hasta que vi que comenzó a alejarse cada vez más rápido. Así que corrí y corrí, pero me tropecé con unas herramientas de limpieza que —casualmente— estaban en mi paso.

Me levanté lo más rápido que pude, aunque no lo suficiente, porque fue el tiempo justo para que, sea quien sea, pudiera escapar y en cuanto me di cuenta me encontraba fuera de la universidad.

Apreté los dientes, sabiendo que nunca sabría de quién era esa sombra y en cuanto iba a subirme a mi auto, escuché una voz cerca de mí y cuando volteé pude ver a Adrik con una sudadera negra.

Se encontraba sonriente, junto con sus hermanos Aegan y Aleixander; y unos pocos amigos que había visto en la hora del almuerzo.

—Hey, primera de la lista —Aegan sonrió.

—Aegan —apreté los dientes—. ¿No tienes algo mejor que hacer en lugar de existir?

—¿Qué? ¿Te molesta mi existencia?

—Creo que a todos nos molesta tu existencia.

—¡No me hables así!

—¡Te hablo cómo se me canta la gana! Además...

—¡Oigan, ya! ¡Dejen de pelear! —Alexandre nos detuvo—. Sue, solo queríamos invitarte a nuestro establo en la casa. Sería bueno conocernos mejor.

—Fue idea de él —se apresuró a decir Adrik, mirándome de arriba abajo—. Si yo quisiera verte, no sería precisamente en un establo.

Pude notar una leve sonrisa en sus labios cuando chocó nuestra mirada y sentí escalofríos en cuanto me recorrió de arriba abajo deteniéndose por un momento en mi busto.

Y cuando terminó de sabrosearme y su mirada cayó nuevamente en mis ojos, lo supe.

Está comenzando a jugar en serio.

Y eso me encantaba.

Yo iba a contestar en cuanto me llegó un mensaje de texto de Mike.

Mike: La tocada de mi banda se retrasó un poco, así que puedes venir. Claro, no es obligación, pero si quieres, aquí te espero, agente Susie.

Yo apreté los labios y miré a Adrik.

—Tal vez al rato.

—¡Sí! Y la fiest...

—Ya nos vamos —Aegan miró a Alexander con mala cara.

Yo hice caso omiso de lo último que dijeron y me dirigí a un pequeño bar para ver tocar a Mike con su banda: Brainstorm.

En cuanto llegué al bar, me senté en una mesa y una chica pelirroja se puso frente a mí para tomarme el pedido.

—Hola, mi nombre es Amara, ¿qué puedo traerle?

—Mucho gusto, soy Sue.

Yo sonreí y no tardé en ver una revista sobre la mesa que decía: «Funeral del gran héroe Luke Howland, mañana».

—Pobre chico —Mara apretó los labios—. Aunque al menos murió como un héroe.

—¿Murió hace unos días, verdad? —pregunté.