Solo es un juego

17| Su terreno

Sue

Secretos.

Eso fue lo primero que se me vino a la mente cuando pisé el terreno de los Cash.

La nota que me habían dejado en mi casillero no dejaba de dar vueltas en mi cabeza.

Sobre todo la parte en la que decía: «He de decirte que Adrik Cash tiene muchos secretos y entre ellos algo que todos los ricos tienen en su fortaleza, así que si logras descubrirlo, lo otro es pan comido».

Algo estaba claro. Y eso era que debía averiguar qué escondían los Cash en su fortaleza, es decir, en su gran mansión.

Lo que no estaba claro era qué era eso otro que era «pan comido».

Mi corazón palpitaba rápidamente en cuanto toqué el timbre y un ruido desde dentro me indicó que alguien ya iba a recibirme.

Pensé que iba a ser Aleix, pero para mi sorpresa, allí estaba Aegan.

Yo rodé los ojos.

—Vaya, vaya, miren quién está aquí. Si quieres acostarte con Adrik, debes hacer fila.

Yo reí ante sus palabras.

Ojalá supiera que su querido hermanito se arrodilló ante mí y me lamió toda.

—Claro —reí—. Con permiso.

Yo hice un ademán de entrar, pero él me detuvo en seco con la mano y se quedó en silencio.

—¿Qué tienes?

Él solo me repasó de arriba abajo y negó con la cabeza.

—Nada... es solo que me recuerdas a alguien. Tenía tu misma mala actitud y no sabía vestirse bien.

No sabía de quién me hablaba, pero mis nervios estaban por explotar.

—Yo sí sé vestirme bien. Ahora, déjame pasar.

Él solo rio y me dirigió hacia el establo. Lo único que pude notar era césped por todos lados y nadie a la vista dentro de este, solo una persona que no parecía ser un Cash exactamente.

—Adrik vendrá en unos momentos, aunque no promete ser puntual; antes de que llegaras tenía cosas más importantes que hacer.

Yo asentí sin darle demasiada importancia y en cuanto se fue comencé a hacer mi trabajo.

Buscar pistas.

Me acerqué al establo en donde estaba lo que parecía ser un jardinero. Él estaba hablando por teléfono y me pareció importante la conversación.

—Victoria... —el jardinero bufó—. Ya te lo dije, tengo que dejar todo listo para la fiesta de máscaras que tendrán los señores Cash.

Yo iba haciendo anotaciones mentales. Ahora todo concuerda con lo que dijo Aleixandre fuera de la universidad.

—Ya sé que quieres que esté para la publicación de tu quinto libro y allí estaré. Solo...

Ni bien el jardinero siguió hablando con Victoria, quien creo que era su novia, me encargué de analizar desde este punto la mansión.

No sé qué secretos iban a esconder, pero tenía un plan.

¿Y cuál era ese plan?

Ustedes solo esperen.

—Bien... de acuerdo, adiós.

En cuanto el jardinero volteó hacia mí, él se quedó sorprendido.

—Hola... disculpa, soy Kristian, el jardinero de los Cash, ¿tú eres la persona... especial a la que debía atender?