Solo es un juego

8 |El video

Sue

Ni bien terminé de recrear la escena con Adrik por segunda vez sentía mi corazón latir rápidamente y mis piernas temblando.

Mis manos estaban sobre su pecho y mi mirada estaba en un punto fijo en el suelo.

¿Podría mirarlo después de lo que hicimos?

—Sue...

Mi respiración comenzó a incrementar en cuanto escuché salir mi nombre de sus labios como un susurro en mi oreja.

—No me digas que no te atreves a mirarme.

Aún podía sentir su mano en mi cuello apretándolo firmemente y me estremecí en cuanto lo lamió; mientras yo solo me preguntaba si ya Ofelia había dejado de grabar.

En un intento por esquivar su mirada volteé hacia la cámara y me di cuenta de que seguía grabando al ver la luz roja encendida.

Me desesperé por un momento al no ver a Ofelia por ningún lado y luego de estirar mi mano hacia el botón detuve la grabación.

Eso hizo que me despegara un poco de Adrik, a quien le tuve que agarrar con firmeza las manos para que no intente ningún otro movimiento.

Yo tragué grueso y alcé mi vista hacia él, lo que hizo que nuestras miradas chocaran.

Di un paso hacia él y susurré:

—No vuelvas a tocarme.

Él me regaló una sonrisa torcida y me recorrió de arriba abajo, lo que me hizo estremecer.

—Claro —se encogió de hombros—. Como no te gustó lo que hicimos...

—Eres un pesado.

Él siguió con su sonrisa torcida y se relamió los labios.

—Si crees que soy un pesado, ¿por qué sigues con tus manos en mi pecho?

Yo iba a reprocharle, pero me detuve en cuanto me di cuenta de que era verdad.

Mis manos seguían en su pecho, así que las retiré enseguida y escuché una voz detrás de mí que me hizo sobresaltar.

—¡Hola, chicos! Ya terminaron por lo visto.

Yo volteé y pude ver a Ofelia, que estaba agarrando la cámara.

—¡¿Dónde estabas?! —pregunté, con mis manos sobre mi pecho.

—Me dio hambre, así que fui por papitas —se encogió de hombros.

Yo me pasé una mano por la cara, frustrada y la agarré del brazo firmemente.

—¿Qué sucede?

—No puedes publicar el vídeo.

Ofelia enarcó una ceja, extrañada, mientras que Adrik mantenía su cara de aburrimiento.

—¿Y eso por qué?

Mis hombros se tensaron por un momento.

Mis pensamientos no dejaban de reproducir la segunda vez que tuvimos que grabar esa bendita escena.

Al tono de su provocación, a la manera en la que me agarraba de una forma en la que casi hizo que me quedara sin aire y...

—Porque... No quiero. No me siento cómoda. Pasaron cosas que... hmm... me gustaría que nadie vea.

Lo que dije fue en susurros mientras miraba al suelo.

—Bien —Ofelia se encogió de hombros—. Entonces está dicho. No presentaremos el video.

Yo asentí y luego de dar las gracias agarré mi ropa y salí de la mansión Cash.

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Al día siguiente me levanté de la cama, me vestí y cuando llegué la universidad me dirigí a mi clase de Literatura.

Estaba más tranquila porque sabía que Ofelia tenía una buena relación con la profesora, así que sabía que podría darnos unos días más para realizar el proyecto.

Me acomodé en mi banco, sin dejar de mover mi pierna por los nervios, porque aunque sabía que no enseñaría el trabajo, Adrik tenía la mirada en mí desde que entré al salón.

Me pregunto si él también pensará en lo que hicimos.

La profesora entró al salón y luego de dejar sus cosas en el escritorio miró a la clase sonriente.

—Hola alumnos. Hoy, como saben, tienen que entregar el video para su proyecto. Pero... miren, ustedes son muchos en el salón. Así que seguro no alcanzarán a exponer todos. Habrá algunos que tendrán que hacerlo la próxima clase.

Solté un suspiro de alivio. Según mis cálculos no alcanzaríamos a exponer hoy.

Era por orden de lista y, era curioso, pero en esta clase había muchos chicos y chicas que tenían un apellido que iniciaban con la "C".

La miré a Ofelia, victoriosa, mientras ella solo tenía su cabeza en su puño con cara de aburrimiento.

—Adrik —dijo la profesora—. Ya que me has pedido que tú y tu grupo puedan iniciar primero, te doy los honores.

Yo miré a Adrik, pensando que le diría a la profesora si podríamos exponer otro día.

Pero no lo hizo.

Y en el momento en el que puso el video me sentí mal del estómago por un segundo.

Y mis ojos recayeron en Adrik quien solo me miró.

Aunque si debía ser sincera, sabía que había algo más en su mirada que solo aburrimiento.

Solo desearía nunca haber descubierto qué era.

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Holaa, hasta aquí el octavo capítulo :)

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