15 |Las reglas

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Sue

Luego de darle un beso en los labios a Mike, me dirigí hacia la universidad.

Sabiendo que era hora de accionar.

Me reuní temprano con Mary en la biblioteca, sabiendo que ella trabajaba en el área administrativa, lo que significaba que conocía a los estudiantes de allí como la palma de su mano.

—Bueno... Sue —Mary sonrió—. ¿Qué es lo que quieres saber?

—Todo —dije, firmemente.

—Entonces... ¿al fin quieres que te diga quién es «Adrik Cash»?

—Mary... —negué con la cabeza, divertida—. No necesito que nadie me diga quién es él —y antes de que pudiera decir nada, me adelanté—: Solo saber lo básico para no caer en sus juegos.

Ella me iba a hacer una pregunta más, pero la fulminé con la mirada, así que solo me dijo lo que necesitaba.

Y cuando ya tuve toda la información que requería para iniciar, me dirigí hacia allí: la cafetería.

Y en cuanto puse un pie dentro, todos volvieron a mirarme, lo que significaba solo una cosa: «el video no estaba olvidado y cada vez más gente sabía de él».

Pero además de todos los ojos que estaban sobre mí, solo me enfoqué en esos ojos grises misteriosos que por un momento hacían que se me olvidara todo y me hacía querer ser esa bomba de tiempo que nunca fui.

Y aquí viene lo que todos ustedes se preguntan: «¿qué vas a hacer?».

Bueno, solo digamos que era la primera en la lista de las novias Cash.

Y quería lo que me pertenecía.

Así que me dirigí hacia la mesa de los chicos «Cash» y pude ver claramente cómo Adrik abrazaba de lado a una chica rubia: «Ashley Petersen». Y en la información que me había dado Mary, solo la analicé: bella para cualquier chico, carismática, sin ningún tipo de imperfección, pero sobre todo... tenía fama de ser buena en la cama.

Aunque, como todas las personas, tenía un punto débil, ¿no es así? Bueno... el suyo era el malhumor. No era un dato muy relevante, pero me divertía el hecho de verla enojada.

En cuanto mi mente dejó de analizarla, me encontraba parada frente a la mesa de los «Cash».

Y, no se confundan, sabía cómo tratar con la gente «poderosa».

No me costó mucho entender que esa era una de las razones por la que todos hablaban de él.

—Vaya, vaya... —sonrió Aegan—. Así que al fin quieres enrollarte con Adrik, ¿no es así? Bueno, déjame decirte que ahora está con una rubia despampanante que no eres tú.

Yo solo enarqué una ceja.

—¿Tú nunca te callas, verdad? —y antes de que Aegan pudiera responder, me dirigí a Adrik—: Quiero el lugar que me pertenece en la lista de novias Cash.

Él solo me miró con cara de aburrimiento.

—Lo siento... estoy con Avr... —Ashley lo fulminó con la mirada—. Quiero decir... estoy con Ashley ahora.

—No conoces el nombre de tu «novia» no me sorprende que tampoco conozcas las reglas que impartes —y antes de que pudiera decir nada, me adelanté poniendo la lista sobre la mesa—: En letras pequeñas dice que los chicos Cash tienen al menos una semana para cambiar de novia si así lo desean.

Adrik pasó de una cara de aburrimiento a una «casi» normal, por lo que miró la lista y luego de asentir con la cabeza, se dirigió hacia mí.

—¿Qué te hace creer que te daré el privilegio de ser mi novia?

Solo es un juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora