25| Mi mayor sueño

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Sue

Los siguientes días en la universidad fueron los últimos y los más extraños. Ya estaba por terminar mi segundo cuatrimestre y era como si nadie se acordara de nada de lo que ocurrió. Ya no había más rumores acerca de Adrik y yo o de lo que ocurrió en su fiesta.

Aunque creía que Adrik había tenido algo que ver en esto, ya que cada vez que alguien iba a comentar algo, lo miraba con miedo, como si le fuera a hacer algo.

Mis sospechas se terminaron cuando me enteré de que se estaban corriendo rumores de que si alguien hablaba mal de mí, entonces Adrik los golpearía o algo peor. 

«Prometo que cambiaré por ti. Y no soy un chico que rompa sus promesas».

De pronto, recordar que él cambiaría por mí hizo que se me encogiera el corazón. Porque él estaba cambiando por mí y me amaba.

Pero yo no sabía a quién amaba.

El día pasó algo extraño con Adrik mirándome cada vez que podía, pero esta vez era distinto. No miraba mis atributos o mi blusa ajustada; sino que miraba mis ojos, la forma en la que movía mi cabello cuando me quedaba pensativa y la forma en la que me quedaba mirando a la nada.

Él me miraba a mí.

La lista de las novias Cash había desaparecido y ya nadie se acordaba de eso tampoco. Solo de vez en cuando a Aegan se la veía con alguna que otra chica, pero no era nada que durara más de un día.

A la hora del almuerzo me senté con Ismael y Mary y, para mi sorpresa, también llegó Ofelia, quien estaba contenta de verme por alguna razón que desconocía. Ella se inclinó hacia mí antes de decir algo y su miraba denotaba una emoción que no pude descifrar.

—¿Estás bien? —quiso saber.

Yo me encogí de hombros.

—He estado mejor, creo.

—No te hemos visto más con Adrik. ¿Qué ocurrió con la lista de las novias Cash?

—No lo sé —fruncí los labios—. Creo que todo llega a su fin alguna vez.

Ella rio despacio.

—Qué curioso...

—¿A qué te refieres?

—No lo sé. Creo que el hecho de saber que esa lista fue el comienzo de todo y que ya no se hablen es... algo decepcionante. Tenían un gran potencial para ser los reyes de la universidad.

Ahora la que rio fui yo, sin poder evitarlo.

—¿Sabes lo que creo yo que es curioso? —ella ladeó la cabeza, curiosa—. Pienso que uno siempre quiere obtener todo y cree que puede con ello. Como... ya sabes, salir con los chicos más populares de la universidad, ir a las fiestas más prestigiosas con un atractivo chico multimillonario y obtener ese sentimiento de que realmente es invencible. Pero después, uno se da cuenta de que no lo es. Todo porque uno termina perdido en su propio juego. Ya sabes... uno cree que lo tiene todo, pero termina quedándose sin nada.

—Y al final, lo más importante era ser uno mismo, ¿no es así?

Yo asentí porque lo que decía Ofelia, por primera vez, me parecía lo más real que había escuchado. Adrik me dijo que tenemos facetas como la luna y, al querer explorar cada una de ellas, me había perdido a mí misma.

Quería volver a ser yo.

Iba a decir algo, pero Mary habló tan fuerte que Ofelia y yo no dudamos en mirarla al instante. 

—¡Ya te dije que hay luna nueva el 12 de diciembre!

—Tú no lo sabes todo —el chico se cruzó de brazos.

Solo es un juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora