Capítulo 1. Barcelona

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¡Hola! No me fui por mucho tiempo :)
Analizando mi situación, en estos momentos aún no estoy tan sofocada con mis demás pendientes como lo estaré más adelante, y como tenemos fresco "De junio a julio" me pareció genial aprovechar esto.
(Si eres nuevo, detente, que esta es una segunda parte.)
Disfruta junto conmigo esta historia, estoy muy emocionada. Sabes que me encanta leer que opinas!



miércoles, 19 de agosto, 2015.


Raquel sabía que Sergio no quería ninguna terapia, y que esa había sido su jugada para poder hablar con ella después de un mes y medio. Esta acababa de enterarse que estaba embarazada de ese hombre y que, simplemente, no podría decírselo. Al menos no así. Se había alegrado de verlo, sí. En el fondo de su corazón nunca quiso decirle adiós, pero se vio necesitada por su propia salud mental. Pero ahora, con un bebé en su interior las cosas eran diferentes. En tan solo un momento, todo se había vuelto diferente. Definitivamente no fue el momento adecuado para volver a verle, no le dio tiempo de pensar. Sabía que no podría decírselo, no ahora. No quería que se pensara que ahora si quisiera volver con él, solo por el bebé de por medio. O incluso él podría pensar que, si ella acepta volver a verle para hablar de lo sucedido, pensaría que es porque al final si siguió su corazón y comprendió que no estaba haciendo lo correcto, pero no, no se trataba de eso. Sentía que debía decirle que habían cometido un error, pero no sabía cuándo, ni cómo.

Sergio se dedicó a contarle lo que había pasado entre ellos, como si no lo supiera, en aquel mes lleno de tantas emociones. Cuando mencionó el día que se vino dentro, Raquel no pudo evitar mirar hacia otro lado, y pensar 'la que he liado.' Vomitó una pastilla abortiva. ¿Cómo no pudo pensar lo obvio y en lo que ese detalle implicaría? ¿Cómo no se fijó de la hora de cuando lo había tomado? ¿Cómo? Definitivamente sabía que esto no era cualquier cosa, y a pesar de que él le estuviese declarando su amor nuevamente ―o eso parecía― sabría que el decirle lo que había de por medio, podría hacerle cambiar de opinión, podría rechazarla, podría pasar de todo. Y ella, se quedaría sola, como tal vez lo hubiese merecido.

Raquel suspiró y se mordió el labio inferior, sin poder aguantarse más las lágrimas que pedían salir de su ser por aquella declaración. Esta había bajado la cabeza, y simplemente no paraba de llorar. Sergio estaba demasiado ansioso ante su silencio de palabras, porque de sollozos y sorbos que daba, era lo único que ambientaba aquel momento una vez que él se había callado.

―Lo siento ―se disculpó este, rompiendo el silencio―. No quería hacerte llorar.

Raquel apretó los ojos, entendiendo al hombre que se estaba perdiendo por sus actitudes ¿Egoístas? O porque ¿Por fin estaba viendo por sí misma? Tal vez no era pedirle que se aleje para siempre, sino por un tiempo. Pero ella había tomado su decisión. No podía cambiarse ahora, solo porque iba a tener un bebé con él, y si es que lo tenía. ¿Debería decirle? ¿Debería abortar sin su consentimiento? ¿Debería ir a verle para hablarlo? ¿Qué era lo que debería hacer? porque ahora todo lo resumía en base a eso, no en lo que ella sintiera.

―Supongo que tampoco esperaré que me digas algo ―dijo después de otro silencio―. Solo quería desahogarme.

―Debo cumplir con mi trabajo ―sorbió, asintiendo, dando a entender que sí tendría que decirle algo.

―No ―le detuvo este―. De verdad, no. No quiero que te sientas obligada, solo... quería que lo sepas. Gracias por escucharme.

―Sergio...

De septiembre y para siempre | Serquel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora