Epílogo

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—buenas noticias señor Agreste, su esposa se está recuperando de la mejor manera, si sigue así creemos que puedes despertar en cualquier momento —dijo el doctor complacido por dar buenas noticias

—oh oíste eso cielo, son excelentes noticias, gracias Dios mío, gracias, también gracias doctor—dijo un Adrien feliz

—no hay de que señor Agreste su esposa se recuperará —la máquina que estaba conectada al cuerpo de la joven comenzó a sonar, en señal de que algo no anda bien

Por los largos pasillo de aquel lugar tan pulcramente limpios y desinfectados corrían doctores y enfermeros, llevando el cuerpo inerte de aquella mujer, la cual estaba tan destrozada del cuerpo que algunas enfermeras quisieron llorar, algunas deja...

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Por los largos pasillo de aquel lugar tan pulcramente limpios y desinfectados corrían doctores y enfermeros, llevando el cuerpo inerte de aquella mujer, la cual estaba tan destrozada del cuerpo que algunas enfermeras quisieron llorar, algunas dejaron salir sus lágrimas, la paciente parecía que ya estaba en un lugar mejor, pero por aun tener pulso tratarían de hacer lo mejor que pudieran

—enfermera Messina llamen a sus familiares—ordeno el doctor

—pero doctor el señor con el que llegó dice ser su esposo

—usted haga lo que yo le dije

La enfermera corrió hacer lo que le digieren, pero esta paciente no tenía algún registro en ese hospital, por lo que le sería más difícil

Mientras tanto en la sala de emergencia estaba el doctor tratando de controlar los signos vitales de la paciente, pero era difícil, había llegado en una situación crítica, pero haría lo que estaba en sus manos. Después de un par de horas el doctor logró salvar la vida de Marinette, la dejaron en la habitación descansando pues a pesar de estar fuera peligro aún seguía delicada y más por su embarazo, salió de la habitación para hablar con los familiares

—familiares de la señora Marinette de Agreste

—yo soy su esposo —dijo aquel rubio causante de sus males —mi esposa está bien

—sí, todo fue muy complicado —habló el doctor desconfiado —por el momento está descansado

—¿Puedo pasar a verla? —pregunto rápido y aún que al doctor le hubiera gustado decir que no, al ser el esposo tenía que acceder o se metería en problemas —si está en el 502, solo no la despierte

—gracias —y sin más salió corriendo hacia esa dirección, al llegar a la habitación encontró a Marinette golpeada con sus ojos morados y acostada de lado —oh pequeño Dupain quien te viera así diría que estas horrible pero sería mentira, a pesar de tener todo tu cuerpo así sigues siendo linda—el hombre se acercó más a ella para sujetar un mechón de su cabello e inhalar su rico aroma de fresas con mora —es una lástima que te haya pasado todo esto —la máquina del corazón de Marinette comenzó a sonar —al parecer me oyes —dijo riendo —bueno no creo que sobrevivas, ojala te mueras y te lleves a ese engendro contigo

—gracias —y sin más salió corriendo hacia esa dirección, al llegar a la habitación encontró a Marinette golpeada con sus ojos morados y acostada de lado —oh pequeño Dupain quien te viera así diría que estas horrible pero sería mentira, a pesar de ...

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