Capítulo 41

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Marinette...

Me sentía tan liviana que podía sentir como si estuviera en una suave y esponjosa nube, me sentía en paz y tranquila, no quería dejar de sentirme así, me sentía tranquila, de pronto escucho como Adrien me llamaba, me preocupe al escuchar su tono de voz, entonces decidí seguir su voz, pronto abrí mis ojos viéndolo como es que tenía una grandes manchas negras en sus ojos viéndose tan deplorable, me sentí mal al verlo así, de pronto volví a cerrar los ojos, volviendo a sentirme así, tan ligera como las nubes, o el viento, quizás como las espuma del mar, así me sentía, pronto esa paz se esfumó al escuchar a dos personas hablando, esa voz, esa voz era de Adrien

Pronto escuché como le decía que estaría bien, que no había de que preocuparse, en los estudios que me realizaron salí bien, entonces quise obligarme a abrir los ojos, pero no podía hacerlo, los sentía tan pesados que me era imposible, sentí como la suave mano de Adrien tocó la mía, me dio un beso en la frente para después salir, quise despertar y decirle que no se fuera, desde que tengo memoria, jamás me han gustado los hospitales, me sentí tan perdida que quise llorar en ese momento

De pronto volví al lugar de hace un momento, estaba como en el mar, sintiéndome en paz, ligera, feliz y plena, pero a la vez algo me decía que no podía estar ahí, entonces volví a recordar la voz de Adrien, esta vez puse todas mis fuerzas y energías en despertar, esta vez lo logré, abrí mis ojos algo aturdidos, vi todo a mi alrededor, estaba en cuarto de hospital, conectada a un suero y unas máquinas que monitoreaban mi ritmo cardíaco

Trate de recordar algo antes de llegar aquí, pero no lo lograba, intente cerrar los ojos para concentrarme, recuerdo estar en mi cuarto con Adrien, estábamos besando, de pronto le dije que dejara de besarme, llegaría tarde a su trabajo, que más, todo es borroso, entonces recordé que me dolió la cabeza, de ahí no recuerdo nada, más que haber oído como Adrien me llamaba, de pronto abrí mis ojos y lo vi, pero lo vi diferente, lo vi un poco más grande, quizás tenía unos 25 años, no pude ser quedé en coma o algo por el estilo, comenzaba a hiperventilarme, la puerta se abrió dejando ver a una enfermera que tan pronto como me vio fue a ayudarme, llamó al doctor, era la persona con la que escuché a Adrien hablar

—señora Agreste, cálmese, respire profundo, todo está bien, no hay de que preocuparse, ok usted respire

Me decía, sentí una aguja clavarse en mi brazo, pronto me sentí tranquila, me deja llevar cayendo otra vez en un sueño, no supe cuánto tiempo fue, pero sentí que fue rápido, volví a despertar viendo a la enfermera revisando mi suero, entonces hablo

—buenos días señora Agreste, ¿Cómo se siente? —pregunto amablemente la enfermera

—me siento mejor gracias—habló algo ronca—¿por qué estoy aquí?—se atrevió a preguntar

–no lo recuerda—pregunto

Trate de recordarlo, pero no lo logre, solo logre que me doliera la cabeza creo que se dio cuenta por lo que solo anotó algo en los papeles que tenía para después darme una patilla para el dolor

—gracias

—no se preocupe, el doctor vendrá en seguida y el responderá sus dudas—Marinette asintió, la enfermara se dio un asentimiento de cabeza para después salir de la habitación

La enfermera fue muy amble y gracias a la pastilla que me dio me sentí mejor, el dolor de cabeza se había ido, pero mi incertidumbre por saber que me había pasado seguía presente, no sabía que pensar o que hacer, los recuerdos de hace un rato volvieron, Adrien se veía más grande, pero también se notaba diferente, quizás sólo fue alguna alucinación por los medicamentos, aunque se vio tan real

MI DUEÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora