Me senté en la acera llorando.
Egoísta emocional
Muchas veces me he preguntado si en algún momento de mi vida voy a poder querer de verdad o al menos dejar que me quieran. No es tan fácil. No soy capaz de gestionar el querer o que me quieran para más de un polvo. Puede que eso fuera lo que me atrajo tanto de Ed, como todo en el grita libertad, nada de responsabilidades, nada de ataduras. Aunque luego tuviera que pagar las consecuencias de soportar como me tiraba a un lado en cuanto acabara conmigo, daba igual por que los dos somos lo suficientemente fríos como entender hasta que puntos nuestra relación iba a llegar.
Pero con Oliver era distinto. Él me quería, me quería de verdad, sin importarle mis cagadas, las veces que le he rechazo, él sigue ahí y yo me siento la peor persona del mundo por desperdiciarlo, sabiendo perfectamente todos los meses que llevo reprimiendo cada parte de mi que grita que algo con el es posible.
Yo también hubo unos momentos en los que creí que las historias con finales feliz pueden pasar, cuando vi a Hunter y a Chiara juntos, empecé a convencerme de que yo me merecía y podía aspirar a algo así, algo como lo suyo. Pero luego todo acabó como se me había advertido en casa y como siempre venía dolor, duelo, tristeza...yo quería esquivar todo eso.
Mi padre me lo dijo desde muy pequeña, en nuestra familia no nos atamos. Nunca ha tenido una pareja formal desde que lo dejó con mamá, la única y última vez que mi padre había formalizado una relación, la cual empezó pareciendo algo de película, el mujeriego que sienta la cabeza con la italiana extrovertida amiga de uno de sus mejores amigos, pero que acabo siendo una pesadilla llena de juicios y con una niña de por medio. Desde ese momento, podía salir más de una vez con alguna, pero nunca me las ha presentado, eso formaba una parte de su vida en la que nunca me intentó mezclar.
Tal vez por eso desde que tiene mi custodia me ha hablado tanto del valor de mantenerse frio en las relaciones, de como no hace falta tener algo serio al cien por cien para sentirse completo. Aunque los dos sabemos que algo de envidia hay en él cuando vamos con los padres de Chiara y vemos a todos sus amigos con matrimonios estables y duraderos.
Chiara y Oliver siempre han creído en el amor eterno, fiel e incondicional por que es lo que ha vivido en casa, si hubiera sido hija de Liv y Marco, probablemente yo sería igual. Pero a mi me tocó vivir las consecuencias de esos finales que no siempre acaban bien. De como dos personas que en su momento se querían tanto, se enfrentan a extremos para ganar mi custodia, dando igual arrasar el uno con el otro.
Ser hija de Gavin Miller me había enseñado una fortaleza emocional que siempre se había mantenido, o por lo menos hasta ese verano.
"Chiara entró corriendo en el jardín con cara de pánico
―Jason me ha pedido salir― murmuró claramente borracha―Iba borracho y se le ha escapado
La abracé riendo― ¿Jason bebiendo?
―Lo chicos le han obligado, por que saben que sino no se hubiera atrevido
Asumir que volvería a ser la amiga soltera no me importaba, pero sentía un poco de envidia hacía Chiara. No tenía ni idea de como lo hacía para que todo el que se acercara a ella buscara algo más que un par de líos. Chiara era la chica de la que se enamoraban y yo bueno, yo era la chica con la que echaban un polvo y no llamaban al día siguiente.
Lo entendía. Chiara no se daba cuenta de lo guapa que era, a veces daba un poco de complejo salir a su lado. Pero daba igual, por que toda su vida había orbitado al rededor de Hunter y su existencia. Además yo siempre he sido la echada para adelante y eso los chicos lo notan, mientras que Chiara tenía ese aura de protagonista principal con una vida perfecta a la que nadie quería joder la confianza.
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Esa Virgen será Mía
Teen FictionChiara Ricci ha crecido escuchando una y otra vez la historia de como sus padres, comparándola amargamente con su frustrada relación con el amor de su infancia que debido a las distancias y a la inseguridad acabó terminando. Pero aquella bonita hist...