Di una vuelta en la cama. Dos. Tres. Cuatro.
Cambié de postura...volví a cambiar. De lado, del otro lado, con la cara en la almohada, mirando al techo...resoplé harta.
Era imposible.
Volví a oír ese horrible sonido que hacía retumbar toda la casa. Caden estaba acatarrado ¿Y eso que conllevaba? Que estaba sufriendo los peores ronquidos que un ser humano pueda emitir.
Le lancé la almohada para obligarle a cambiar de posición pero el pequeño cabroncete no se movió ni un milímetro. Miré a Amy que hacía un rato que se había dormido por que se había puesto los cascos, pero estaba muy cerca de que la petara un tímpano por que hasta yo que estaba el otro lado de la habitación estaba escuchando a britney spears. Puede que por no aguantar los ronquidos o para evadirse del hecho de que Oliver estaba durmiendo en una esterilla a los pies de su cama.
"Ops i did it again, i played with your heart"
Tarareé un poco la canción en mi insomio, asumiendo que no iba a dormir nada. Cogí el móvil con desesperación. La una de la mañana.
Las ganas de asfixiar a Caden iban en aumento a cada segundo que pasaba. Me acerqué a su cama
―Cállate por dios― susurré
―¿No puedes dormir?― preguntó Oliver
Me llevé la mano al corazón del susto que me dio escuchar una voz de repente
―Que susto me has dado...¿Cómo voy a poder dormir con estos ronquidos? De verdad si es así con trece no me quiero imaginar como roncara con cuarenta años
Oliver se levantó y se acercó a la cama de Amy
―Oye no irás a hacer algo creepy porque eres mi hermano y te quiero pero cualquier cosas que considere aprovecharse de su estado lo voy a denunciar―bromeé mientras le apuntaba con la linterna del móvil y él resopló y negó con la cabeza
―Voy a hacer que mañana cuando se levante conserve un poco de audición― la quitó con cuidado los cascos y los dejó en su mesilla. La acarició el pelo y se volvió a su cama
―¿Habéis hablado?
Oliver se encogió de hombros―No lo sé Chiara
―Hombre, sabrás si has hablado con ella o no
―Nunca sé si estoy hablando con ella o con la versión extraña que saca a veces
―Todos tenemos una versión extraña― murmuré poniéndome una sudadera encima del pijama ― hay que saber leer a los demás, detrás de eso
Oliver se pasó las manos por el pelo y suspiró― La quiero Chiara, y tengo claro que siempre la voy querer, hago lo que haga, se muestre como se muestre, aunque pueda sonar dramático, y puede que nuestro destino o como mierdas quieras llamarlo no sea estar juntos, pero ella será siempre la persona por la que daría media vida porque me mirara con la mitad del amor que siento yo cuando la miro a ella― susurró
Amy movió un pie ligeramente. Oliver no lo notó pero yo sí y supe que estaba despierta y acababa de escuchar a mi hermano. Con disimulo me acerqué a su cama y enfoqué a la mesilla fingiendo que buscaba una goma de pelo para poder ver su cara. Una lagrima estaba cruzando su cara y por el gesto que tenía, supe que quería responder a mi hermano a lo que acababa de decir.
―Voy a ir a tomar un poco el aire a ver si me entra un poco de sueño― murmuré
―¿A estas horas?― contestó Oliver que seguía tumbado en la esterilla
―Solo un rato hasta que me duerma un poco y entro, no tardo nada
Asintió y yo sonreí, le revolví el pelo y salí de la habitación, cerrando con cuidado detrás de mí.
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Esa Virgen será Mía
Teen FictionChiara Ricci ha crecido escuchando una y otra vez la historia de como sus padres, comparándola amargamente con su frustrada relación con el amor de su infancia que debido a las distancias y a la inseguridad acabó terminando. Pero aquella bonita hist...