30. La cara

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Echaba de menos aquella sensación.

Todo es más bonito cuando estás enamorada. Es un chute de energía en el cuerpo, es la certeza de que puedes contra todo, el aire es más puro, los colores con más vivos, tus ojos tienen un brillo especial. Jamás en mi vida habían batido con tanta fuerza las alas mis mariposas del estómago. 

Me desperté con una sonrisa en la cara de oreja a oreja y bailé por la habitación un poco. Abrí las ventanas ignorando los quejidos de todos los que dormían y puse Take my breath away mientras tarareando iba al baño a lavarme los dientes.

―Take my breath away...

―¡Apaga eso Chiara son las ocho de la mañana!― gritó Caden

―¡Hace un día precioso, todos arriba!

―¡Pero estás loca o que te pasa! ¡Qué hayamos venido al campo no te convierte en la puta blancanieves!― chilló Oliver

Solté una carcajada y me tiré a la cama de mi hermano pequeño mientras le hacía cosquillas

―¿Por qué estás tan de buen humor...? Ay para...odio las cosquillas

―Por que la vida es preciosa

―Confirmado, estás psicótica, luego se lo comento a mamá y papá para que la encierren en algún centro médico

Pero Amy parecía entender lo que estaba pensando y se incorporó lentamente con una sonrisa

―Anda corta la música y baja a explicarme lo que pasa mientras desayunamos

Punzada de culpa. Dejé de torturar a Caden y asentí. Se lo iba a decir, quería vivir esto con ella, no seguir ocultándole una parte tan importante de mi vida actual

Salimos de la habitación y ella suspiró― A ver... ¿te has declarado ya a Ed?

Me dio un vuelco el corazón―¿Q-qué?

Amy sonrió y empezó a bajar por las escaleras ―¿Te crees que no lo sabía? Chiara era obvio

―P-pero, t-tu no estás enfadada

―Claro que no

―¿Pero a ti te gustaba?

―Mmmm sí, pero no profundo, creo que solo me le quería tirar. Me alegro de que el muy memo se haya pillado de ti

―¿Cuando te has enterado? ¿Te lo han dicho o...?

―Chiara...por favor, no te has dado cuenta de como os miráis, se notaba a kilómetros. 

―Amy no sabes cuanto lo siento, yo...no quería pillarme, es que...yo...

―Eh, eh, hasta donde yo sé Ed no viene con un tatuaje en el culo que ponga, propiedad de Amy Miller. ― entró en la cocina y sacó un paquete de galletas de uno de los cajones― me parece bien que estéis juntos, me hace gracia de hecho, supongo que si alguien tenía que enamorar al tonto del culo de Ed eres tú.

―No te merezco

― No digas bobadas

―Es verdad, yo he estado ocultándotelo y....

―¡Shh me deprimes con este rollo! Cuéntame que le dijiste

Me puse roja― q-que le quiero...

―¿Le quieres?

Asentí mientras solo la mención del sentimiento me aceleraba el corazón― Le quiero

Amy sonrió con un poquito de tristeza en los ojos― ¿Y él que te dijo?

Esa Virgen será MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora