Capítulo 3: 22-Taylor Swift

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Angela

3 días, 3 largos y aburridos días, ¿en qué momento me había enganchado a él? ¿sería cuando reveló que era fan de Harry Potter o cuando me pagó un buen chocolate con churros? Sacudí la cabeza e intenté centrarme en la clase de historia del arte, a este paso se me chamuscarían las neuronas de tantas vueltas que le estaba dando. Pensar en eso, me llevó a dirigir mi vista hacia la derecha, ahí estaba Vicky, casi tan perdida como yo, cuando vio que la miraba cogió el boli bic que tenía sobre la libreta e hizo como que era un puñal y se lo estuviera clavando directamente en el corazón, no pude evitar reírme por lo bajo e imitarla haciendo que mi mano era una pistola y me disparaba de la misma forma. Miré un poco más allá, la siguiente en la fila era nuestra querida Jane que estaba tomando notas como una loca, en cuanto hicimos contacto visual resopló y entornó los ojos, nada como una clase del siglo XVIII un viernes a última hora. Que suerte tenía de tenerlas a ellas, con una sonrisa y la mente en otra parte, intenté ponerme al día con el hilo de la clase.

El timbre de salida fue como música de los mismísimos dioses para mis oídos, salté de la silla casi al instante, ¿lo peor? Ni siquiera tenía planes, Platón y yo tendríamos una cita para prepararme para el examen de filosofía que no tardaría en llegar, el resto del fin de semana estaba en blanco y el chico que últimamente llenaba mis pensamientos parecía haber desaparecido del mapa.

Como si me estuviera escuchando, me vibró el móvil, lo saqué del bolsillo a la velocidad de la luz y la cara de decepción que puse al comprobar que era mi madre tuvo que ser todo un cuadro

Acuérdate de que hoy tengo que ir con tu hermano a la nueva guardería y tu padre estará con los gemelos en el taller de artes este que hay ahora en el colegio, supongo que Sam estará en casa pero tiene clase esta tarde así que no sé si seguirá allí cuando llegues del instituto, tienes canelones para calentar en la nevera, llegaremos sobre las 4:30, un beso!

Ok, un beso!

Jane vino por detrás y me agarró por el brazo

- ¿A qué viene esa cara larga?

- Aún no sé nada de él

- ¡Vaya! Si que tiene que estar bueno el lector rockero – dijo Vicky por detrás, tanto tacto como siempre.

- Bueno tampoco es eso, es solo que tiene algo que me hace querer conocerlo mejor, ¿sabéis?

- Angela, dime – dijo Jane muy seria - ¿tiene ese no sé qué? - no pude evitar echar una carcajada.

- ¿Ya empezamos con eso? A este paso no beberás ni el agua del grifo por falta de ese...no sé qué- dijo Vicky entornando los ojos, en el fondo también ocultaba una risita.

- Sí - dije yo - es justo eso, tiene ese...no sé qué - dije imitando a Jane, las tres nos empezamos a reír en medio de la calle.

- Al final va a resultar que nos faltan más neuronas de las que creíamos en un principio- dijo Jane, y yo no era quién para negárselo, ¡bien orgullosas que estábamos de ser las neuronas perdidas!

Llegué a casa y aprovechando que, efectivamente, estaba sola, comí mis deliciosos canelones calentados en el microondas, sentada en el sofá. No me decidía a ver nada así que decidí ponerme un capítulo de Boku no Hero Academia, sí, ya lo había visto, pero jamás me cansaría de ver a Todoroki en pantalla, no todos tienen el privilegio de disfrutar de su existencia.

Pasé el resto de la tarde en mi habitación estudiando y adelantando tareas, ya había terminado todo y me había puesto a leer mi actual lectura por Wattpad cuando me entró un mensaje en la bandeja de entrada, ver su nombre hizo que me pusiera nerviosa "Zale 😉", decidí no pensar en ello y entré para leer ese misterioso mensaje más rápido de lo que me gustaría admitir.

Recuerdos escritos en cancionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora