Angela
Levantarme al día siguiente me costó lo mío. Todavía me costaba procesar lo de Sam como para añadirle la discusión con Zale, me sentía fatal, él era el último que no tenía culpa de nada, se había quedado conmigo toda la noche y no se separó de mi lado ni un segundo pero aún así...Me dolía que aceptara tan fácilmente que Sam no hubiera decidido contarnos lo de su enfermedad. No lo podía culpar, era su forma de pensar pero en ese momento mi mundo se acababa de venir abajo como para que me dijera eso.
Me lo pensé mucho antes de mandarle un mensaje, no estaba segura de que quisiera hablar conmigo pero tampoco estaba segura si quería tiempo así que se lo mandé igualmente.
Buenos días. Siento mucho lo de ayer, fue un día muy largo y lo pagué contigo, no te merecías eso, me siento fatal :'(. Entiendo que no quieras hablar conmigo pero me gustaría que hablásemos, pero en persona, al menos para pedirte perdón a la cara. Bueno, pues eso, no tengo nada más que decir.
XOXO Hermione arrepentida
Al terminar de mandar el mensaje, salí rápidamente de la app por si Zale lo leía ya, estaba muy nerviosa por su contestación, no nos vamos a mentir. Cuando al rato me vibró el móvil, mi corazón empezó a latir a toda velocidad en mi pecho. Con manos temblorosas cogí el móvil y entré a leer su mensaje, porque en mi subconsciente sabía que era él.
Oh Angela por favor, ¿en serio te crees que sería capaz de estar más de un día sin escribirte? Bueno, no vamos a contar esa semana tan fea en la que no nos escribimos. Mucho menos después de por lo que estás pasando, reaccionaste muy mal eso sí y a los niños hay que castigarlos cuando se portan mal así que tu castigo será ir hoy a la biblioteca a las 21 y no hay opción de replica. XOXO, tu chico del chocolate con churros.
Con una sonrisa le respondí al mensaje.
Zale, me estás motivando a que me porte mal más veces ;)
XOXO, tu Hermione castigada.
Después de eso estuvimos hablando un poco más y me disculpé mil veces mas con él.
A pesar de que solo fuera la hora de merendar y no era hasta las 21, decidí preparar lo que llevaría a ¿nuestra cita? Haremos como que era una cita. Estaba sola en casa porque mis padres volvían a estar en el hospital con Sam y los gemelos y el bebé estaban con los abuelos porque durante una temporada no estaríamos mucho en casa por lo de Sam y eran muy pequeños como para que quedaran solos así que con la música a tope me empecé a preparar. Tardé mas de lo esperado por lo que tuve el tiempo justo como para coger el móvil y las llaves si no quería llegar tarde.
Me dirigía a la biblioteca. Al llegar a las puertas dobles del edificio, dudé de si debía picar o entrar directamente. Al final me decidí por la segunda opción. Todo estaba a oscuras excepto una luz amarilla que salía de la puerta de la izquierda, al fondo del pasillo, la zona de jóvenes-adultos. Con paso decidido, y extrañada al mismo tiempo, me encaminé hacia la luz. Dentro, se habían movido todas las mesas al fondo de la sala. En el centro, había una pequeña mesa, aunque lo suficientemente grande para dos personas. Al lado de esta estaba él, vestido con una camisa a cuadros rojos y unos vaqueros azules.
- Guau- dije realmente sorprendida, no me esperaba nada de todo esto.
- Lo sé, lo sé, es increíble, ¿verdad? - me dijo con una sonrisa en la cara, ¿este hombre no dejaba de sonreír o qué? Casi se me escapó una risa al imaginármelo durmiendo, como no, con una sonrisa en la cara.
-En verdad, guau, porque mírate, no vas entero de negro, te felicito. - puso los ojos en blanco mientras que yo me reí con ganas ante su expresión.
- Tendrías que haber visto a mi abuela, me dio 20 euros por no ir entero de negro -parecía molesto por ese hecho, pero también parecía que le hacía gracia- any ways, no hemos venido aquí por eso, siéntate- me dijo mientras que apartaba una de las sillas para que me sentara- he traído comida de la abuela. Por cierto, estas preciosa esta noche, my lady. -me guiñó el ojo.
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Recuerdos escritos en canciones
Teen FictionEs la historia de dos adolescentes normales, uno totalmente perdido y el otro con brújula y mapa, que se conocieron en medio de una tormenta y que buscan la luz al final del túnel. Dos adolescentes que no creen en el para siempre, pero si en el ahor...