19. La Reina y el Peón

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19. La Reina y el Peón

Silenció.

"El va a estar molestó..." Lexi tenía la mirada pegada al piso del auto, incapaz de verla a los ojos... Incapaz de ver la decepción en los ojos de la única persona que le tendió la mano.

Un suspiro y la heroína habló, "Yo me encargo de el, no te preocupes..."—sonrio, viendo al frente mientras conducía— "Además, diste una buena pelea, Lexi. No hay vergüenza en retirarse de una pelea amistosa cuando estás a tu límite... Estoy orgullosa de tí."

...Pero claro, esos pensamientos fueron solo un producto de su estado mental actual.

. . .

Salió del auto en silenció, viendo a la heroína que la observaba con una sonrisa cálida, "Bueno... Debo irme ahora pero Reiko dijo que volvería pronto, así que no estarás sola por tanto tiempo, adiós, niña!"

"Adiós... Koemi."

Vió en silencio como el auto se alejaba, dejándola sola en su hogar...

Hogar...

Su estómago dió un vuelco, podía llamarlo así?

Probablemente no.

...Pero nadie podía impedir que lo llamará así.

. . .

Se suponía que el ganador de aquel desempate iba a pelear contra Bakugo pero, por la situación en la que eso se dió, Helisto no estaba dispuesta a aceptar éso como una victoria.

Que tenía de victoria que un oponente quien tenía todas las de ganar se rindiera sin más?

Una victoria vacía, falsa, sin valor... No era uns victoria para Helisto.

No, era una humillante derrota.

Si no puedes ganar, das todo de ti hasta que se acabe la pelea, éso es una derrota honorable! Una victoria así, una derrota así... No la quería, no quería ese falso mérito.

El echó de que Katsuki Bakugo fuera su siguiente rival solo lo hizo peor.

Si, el chico era un tonto arrogante con rabia, pero era un buen combatiente. No podía luchar contra uno de los estudiantes más fuerte de su clase y fingir que ganó esa oportunidad, porqué no lo hizo... Un oponente superior se rindió y no hubo más opción, la dejaron pasar como ganadora!

Sé puede decir que fue por orgullo, sé puede decir que fue tonta y que desperdicio una oportunidad de oro... Pero se retiró del torneo.

Esa 'victoria' fue un golpe a todas sus creencias y ideales... No podía seguir en ese festival y luchar una pelea que no ganó, simplemente no podía.

Se encerró en una sala de descanso después de avisar su retirada, necesitaba un momento a solas antes de ir con sus compañeros.
Necesitaba tiempo para tomar todo su desastre mental, tirarlo a lo más profundo de su mente y seguir adelante con su vida.

Así que esperó hasta que acabará el festival, ya que todos los participantes debían acudir al reparto de medallas... Así que necesitaba ponerse su máscara de fortaleza otra vez, «Un semidios débil es un semidios muerto...»

Necesitaba—

Boom!

"Tu, panel solar!" Casi enviando a la pobre Helisto al Hades por el susto, Bakugo apareció por el pasillo, más rabioso que nunca.

"Eh, Bakugo? ...Oh, si, felicidades por tu—" El rubio la interrumpió, tomándola del cuello del uniforme, "Hey! Que te pasa?!"

"Bastarda, no te rías en mi cara! Primero tu y cara de lobo, después el maldito mitad y mitad, acaso me ven la cara de idiota?! Una victoria así no vale nada!"

Helisto reconoció esa expresión de frustración, esos sentimiento y, por un momento, su máscara se cayó por completo, "Bakugo..."

El rostro del rubio cambio, su agarré se aflojó, pero no la soltó, "..."

Sonrió, pero no como lo hacía normalmente, "Por favor, perdóname, fue egoísta de mi parte rendirme sin considerar tus emociones pero... Lo acabas de decir, una victoria así no vale nada, es deshonroso... La verdad, en cualquier otra situación, hubiera estado ansiosa de retar a uno de los más fuertes de la clase pero—" negó para sí misma, el agarre de Bakugo se perdió completamente, "simplemente no puedo... Perdóname, Bakugo."

"Tsk..." La evadió y se fue caminando, "Más te vale que para la próxima no te rindas, oíste?!"

Por extraño que fuera, Helisto sonrió animadamente, de forma real, "Bien, te voy a patear el trasero cuándo eso pase!"

Tal vez el rubio le había dado una terrible primera impresión pero, de algún modo, ambos pudieron entenderse bien en ese momento...

. . .

En lo alto de los cielos, en el monte Olimpo, la calma era engañosa.

Sentada en su trono de oro, una diosa miraba un espejo, sus ojos brillaban en dorado, diferente a su usual mirada oscura cuál carbón.

Acaso se miraba así misma para asegurarse de verse perfecta?

No, claro que no! Era una diosa, la diosa reina del panteón Olímpico, la tan hermosa como temida Hera. No necesitaba asegurarse de nada!

El único usó que el objetó tenía para ella era muy diferente al de los mortales.

El reflejó del espejo rebeló su uso, ya que no se podía ver el rostro de la diosa en el, sí no al motivo actual de su ira, Helisto Kasuka.

El oro en sus ojos se apagó y se volvió carbón, bajando el espejo y acomodándose en su cómodo trono de lujo, la molestia notable en su rostro, "Iris."

Apenas el nombre salió de sus labios, la diosa nombrada llegó en una brisa, dejando un manto arcoíris detrás suyo, "Si, mi señora?"

[Iris- Diosa de los arcoíris, mensajera de los dioses durante la titanomaquia, mensajera de Hera]

"Esa niña es un problema, una molestia como su padre y protectora... Quería matarla de forma rápida pero, increíblemente, Ares se negó a ir a asesinarla por mi, aparentemente unos de sus hijos se encariñaron con ella o quien sabe que tontería, vaya dios de la guerra!" Entre quejas, la diosa frunció el seño con molestia, "Así que tendrá que ser de la manera antigua..."

"Que tiene en mente, mi reina?"

La diosa sonrió, "Ya lo dijo esa semidiosa, no? Lo que pasó con el tío Heracles... Pues, sí el tío Heracles es tan genial, porque no darle la oportunidad a la pequeña de ver sí puede ser como el?"

Muchos semidioses habían perecido ante la furia de Hera... Helisto Kasuka no sería una excepción, aún sí no moría a la primera, ya tenía al peón perfecto para acabarla de ser necesario.

. . .

Finalmente Hera pone su plan en marcha! Que le esperara a la pobre Helisto?

Hija del Sol || BnhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora