Hija del Sol || Bnha

50. Lo Qué Promete El Destino

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50. Lo Qué Promete El Destino

En el silencio del bosque, un par de pasos se escuchaban. Una figura caminaba a pasos lentos y cautelosos, sus sentidos estaban completamente en alerta al notar la inusual tranquilidad del bosque.

Kasuka Helisto estaba plenamente consciente de la ofensa que había cometido.

Podía sentir los ojos que la miraban, podía sentir el odio, podía sentir el enojo.

Las nubes de tormenta no se habían movido, pero seguían creciendo, avanzando por la manta de oscuridad que empezaba a abrigar al cielo ante la ausencia del sol.

Casi esperaba que un rayo cayera desde el Olimpo para fulminarla, o alguna maldición, o alguna bestia... Tal vez una mezcla de todas las anteriores.

Y la que podía ser la peor parte... Ella ya lo había aceptado.

Hace mucho tiempo que lo había hecho, la fría sombra de la muerte ya no le causaba miedo ni preocupación.

La mayoría de semidioses no tenía el lujo de tener una muerte pacífica y natural... Por qué ella alguna vez consideraría ser la excepción?

Para muchos de sus hermanos, (técnicamente) tíos, y primos, tomar la opción de morir bajo sus propios términos era lo mejor... Irse rápido y sin dolor del cruel mundo que los vió nacer.

Honestamente, ella lo concidero alguna vez... No quería morir agonizando bajo las garras de un monstruo o tras ser perseguida toda su vida por alguna deidad.

Pero no quería tomar la salida fácil, ella tenía que vivir.

...Lo había prometido.

. . .

"Cuando crezcamos, tu salvaras vidas como una heroína y yo como una doctora." Yuki le sonrió, sus ojos plateados brillaban como sí fueran parte del cielo nocturno.

Ella tenía tanta esperanza, tantos sueños, tanta positividad... Pero Helisto simplemente no podía compartirla.

"Eso quiero, Yuki, pero..." Ella no quería darle falsas esperanzas. "Tal vez no sobreviva tanto."

La cara de Yuki cambio, su sonrisa fue suplantada por una expresión sería. Helisto sintió la culpa comenzar a arder en su interior. Aunqué así fueran las cosas, no debió decir algo así. Yuki no estaba acostumbrada al mundo de los semidioses.

Ella no dijo nada, sólo apartó la mirada. Estaba diciendo la verdad, pero...

"Helisto."

Yuki jamás la llamaba por su nombre.

"Mírame..." Con gentileza, Yuki la hizo mirarla. Sus ojos reflejaban la más pura de las tristezas. Helisto se sintió horrible por ser la causa de esa mirada. "Eres una semidiosa, pero eso no significa que es imposible que vivas una vida normal... Vas a sobrevivir, bien? Siempre estaremos para apoyarnos mutuamente."

Claro que ella sabía, era de las pocas personas fuera de su familia en las que confío su secreto.

Helisto no quería mentirle...

"...No puedo prometerte eso."

No queria romper una promesa, no a ella... Nunca a ella.

"Al menos puedes intentarlo?" Helisto no podía verla a los ojos. Le dolía causarle tanta tristeza. "Heli? ...Por favor?"