Hija del Sol || Bnha

40. Despertar

Holas, sigo viva✌️✨

Esté capítulo esta dedicado a Markeloode!

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40. Despertar

Las grietas en el Olimpo eran tan grandes que quién esperaba en la oscuridad solo necesitaba mover un par de piezas... La caída era inevitable, así como su regreso.

. . .

...En toda su existencia, Arion sólo había temido a dos cosas.

Una de ellas, la llegada Tánatos o la de sus crueles hermanas, las Keres... La llegada de su muerte, ya fuera violenta o no.

[Tánatos (o Tánato)- dios de la muerte no violenta.

Las Keres- diosas de la muerte violenta]

La muerte les llega a todos los humanos, es inevitable siempre y cuándo te quedaras como un simple mortal.

El reloj corre, la arena cae... Tic, tac, el tiempo se agota.
Cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo... Todo te acerca más y más al fin.

Y sí el tiempo de un mortal normal era corto... El suyo era una mala broma del destino.

Sólo un suspiro entre la eternidad.

No era el fin lo que le asustaba. No, todo tenía un fin... Le asustaba lo que la muerte conllevaba, el jamás haber siquiera tenido la oportunidad de vivir de verdad.

Arion era un juguete, un peón de fuerzas mayores, reemplazable y sin importancia.

De allí su segundo temor... Los dioses.
En especificó, el mismo ser que le había dado vida, su creadora:

Hera.

Curiosamente... Ambos miedos parecían estar relacionados la mayoría del tiempo.

Porqué justo cómo Hera lo había creado, no iba a dudar en destruirlo al momento que no le fuera de utilidad... Pero mismo tiempo, ella era su única esperanza de sobrevivir.

Ningún otro dios se tomaría la molestia de siquiera mirar al monstruo que era el, un defecto, un error... Un error tan grande, que la propia naturaleza le negó alguna calidad de vida al ser creado.

Así qué no había otra opción más que jugar, ser el peón... Ser el vil monstruo del mito, aquél que el héroe podía decapitar sin piedad para ser llenado de gloria, porqué los monstruos no merecían piedad ni misericordia.

Y entonces, sí su pecado era existir, respirar, y vivir... Se aferraría a él hasta el último momento.

Sería el malo, el villano, el monstruo... Todo por sobrevivir.

El repudio a sus propios actos, el miedo, y el dolor eran algo de segundo plano.

...O éso pensó.

Durante esa misión, esa noche, esa maldita noche... No estuvo preparando para lo que iba a ocurrir, jamás le habían advertido.

Los dioses eran seres de gran poder... Y su descendencia también tenía el potencial de serlo, jamás debió olvidarlo.

Arion tembló, observando el terrible reflejo que el espejo le devolvió...