39. Herencia Maldita...

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Ignoren el título, está allí por las risas nada más🥴

Y ya hablando en serio... Esté capítulo está dedicado a Markeloode y XTitan1!

Recuerden votar y/o comentar sí el capítulo les gusta... No les cuesta nada y me animan a seguir escribiendo ❤️

39. Herencia Maldita...

"Helisto perdió mucha sangre y tiene varias heridas, pero los doctores lograron estabilizarla. Sólo es cuestión de que despierte..."

Ante la pausa, Reiko apretó ligeramente su agarré, sabiendo lo que conllevaba repetir esa información para la mujer a su lado.

Koemi suspiró lentamente, "Lexi, ella... Siguen intentando estabilizarla. Necesitará ir a cirugía."

Sin embargo, la magnitud de las heridas... Éso fue algo que la heroína simplemente no fué capaz de repetir.

. . .

Hace horas que el sol había abandonado el cielo.
El oscuro manto de Nyx cubría al mundo, trayendo la noche consigo.

[Nix (también, Nyx o Nicte)-
Diosa primordial de la noche.]

Pero al igual que la luna, esa noche, el sol estaba afuera... No en los cielos, si no en el mundo mortal.

Más concretamente, en un hospital, sentado al lado de una camilla.

La noche le ofreció el silencio y la paz que necesitaba en ese instante...
Pues está ahuyentaba a varios humanos. Permitiéndole al dios estar tranquilo, aún con su furia ardiente gritándole por venganza.

Sí el dios Olímpico fuera el mismo que fue en la Grecia antigua, era seguro que el hubiera cometido alguna tontería.

[Dato Mitológico:
Después de la muerte de su hijo Asclepio a manos de Zeus (quien lo fulminó al un rayo), Apolo asesino a los cíclopes que forjaron las armas de los tres hermanos Olímpicos durante la Titanomaquia (guerra contra los Titanes).
Esté delito, le costó al dios ser arrebatado de su divinidad y desterrado al reino mortal por un tiempo, dónde debió servir al rey Admeto... Del cuál llegó a enamorarse.]

Pero, ahora... Las cosas eran distintas.

La furia seguía allí, claro, el dios ansiaba terminar con el trabajo que su hija había iniciado... Pero por otro lado, sabía que el problema sería mucho peor si él intervenía.

Y eso era algo a lo que no se podía arriesgar.

Así que, aún con su título de dios, Apolo no podía ayudar a su hija.

No importaba su furia ni frustración... Estaba atado de manos.

Y ver a su hija en ese estado, era el peor recordatorio de ello.

No, más bien... Lo peor sería cuando Helisto por fin despertara.

Porqué las múltiples laceraciones en su cuerpo, los huesos fracturados y un pulmón dañado no serían nada comparado al estado en que su amiga había terminado.

El dolor del presente traería el dolor del pasado... Apolo lo sabía mejor que nadie.

Y su temor, era que su hija sufriera su misma suerte. La desgracia de perder a los que has querido... La desgraciada suerte de la cuál la madre de Helisto fue víctima.

Hija del Sol || BnhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora