1.- "Argentina"

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Su casa siempre había sido ruidosa, era normal que se juntara gente allí, solía ser uno de los puntos favoritos de encuentro con sus amigos pues su dueño siempre estaba abierto aceptarlos, era un lugar familiar para él, un lugar donde tenía el control de todo... y le gustaba escuchar los gritos y las risas, el barullo constante de sus compañeros alegres quizá mirando un partido de futbol todos juntos, contando chistes o jugando un juego de mesa, a veces incluso discutiendo, pero nunca siendo nada serio... era bonito ese desorden que le recordaba la compañía que tenía y la calidez de estar junto a ellos, incluso si terminaba aturdido por el sonido de sus voces tan altas sin descanso.

Sin embargo, ese día fue diferente.
La casa, más allá del sonido de los dos portazos de la puerta al abrirse y cerrarse, y los pasos retumbantes de su dueño... estaba completamente callada, había tanto silencio que llegaba a congelar el aire hasta hacerlo tensarse débilmente, contrario completamente al calor que ocupaba a Argentina en esos momentos... no era un calor bonito, como la calidez de sus amigos, era una ardiente llamarada de fuego que hacía arder y doler el pecho del argentino, quemándolo de adentro hacia afuera de manera violenta y no había manera de apagarlo, se sentía capaz de partir en dos una almohada con sus propios dientes y destrozar las paredes de aquella estúpida casa para calmarse, pero sabía que no sería suficiente.
Quería quemar los juegos de mesa, partir la pantalla en donde miraban los partidos, maldecir al aire una y otra vez.

Nunca había conocido ese nivel de frustración y enfado, apretando los puños hasta ser capaz de lastimárse... o eso creía él al menos.
No sería la primera vez que actuaba de esa manera, sin nada que le bajara los humos, pero el enojo lo hacía ciego a esas viejas -o no tan viejas- veces en donde había estado igual.

Y, al igual que aquellas veces, por más que quisiera mentirse para alimentar su furia... no estaba solo.
Un poco más atras, de vez en cuando siendo atrapado por escalofríos o respirando agitado por el miedo, Chile acompañaba a su amigo en aquel enojo, sus ojos celestinos se cristalizaban en una preocupación angustiante y su cuerpo tenso se encogía en su lugar sin siquiera darse cuenta... odiaba ver a su amigo de esa manera... odiaba más saber que no era la primera vez.
A veces era Chile, otras Perú, de vez en cuando Brasil junto a Venezuela, alguna que otra vez fue México, incluso Cuba... se turnaban para ver quién trataba de calmar al argentino en cada ocasión y ya empezaba a ser frustrante tener que cuidar a alguien que actuaba con el capricho de un niño constantemente.

¿Qué había pasado esta vez?
Todo empezó como una discusión tonta, algo que no tenía porqué tornarse en une pelea seria, tan solo un debate relativamente tranquilo sobre futbol entre México y Argentina... pero claro, Argentina con su pasión tan grande y su cabeza dura no pudo evitar que el cuerpo se le acalorara y empezar a responder con más intensidad cada vez, se ponía agresivo, insultaba, hasta el punto en el que él y México terminaron en una gran discusión que amenazaba en terminar a los golpes si no fuera porque el resto se aputó en separarlos. Claro que el mal humor del argentino no terminó allí, en grupo trataron de calmarlo, pero el siguió con sus maldiciones e improperios, no hubo más remedio que que Chile lo tomara del hombro y lo llevara a casa otra vez para que respirara un poco.

- Argentina, cálmate... - Chile murmuraba, tratando que su amigo se relajara de una vez - Fue solo una discusión tonta, weon... - Insistía, desviando la mirada con incomodidad

- Es que me tienen las bolas llenas esos pelotudos. - Argentina respondía entre dientes, aún pisando fuerte mientras el chileno lo acompañaba por la casa

- No es para tanto... - Respondió Chile aún más tenso que antes, escuchar a Argentina hablar cuando estaba molesto le cerraría la garganta a cualquiera

- ¡¿"No es para tanto"?! - El argentino repitió, girandose repentínamente para darle la cara a su amigo

El chileno se sobresaltó al instante, los ojos molestos de Argentina se clavaban en él con tanta furia que juraría que eran capaced de dejarle marca, no podía evitar temblar asustado.

☀︎︎Hated☀︎︎ (Usarg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora