IX

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Al día siguiente Sunoo estaba desayunando tranquilamente, sus hermanastros tenían cita con el médico así que no estaban ellos ni su madrastra, pero lamentablemente si estaba su padre.

—Buenos días —anunció entrando a la cocina.

Ya estaba listo para irse a trabajar, sacó la caja de fresas de la nevera y comenzó a comer algunas.

Sunoo miró la caja e inmediatamente sonrió.

—Ayer que dijiste que te estabas viendo con alguien, ¿quién es la chica? —cuestionó con curiosidad.

Sunoo lo miró extrañado, no quería responder.

—Preferiría decirlo después —musitó apático y se paró de la mesa.

—¿Otra vez con tus actitudes inmaduras? —cuestionó su padre, ya estaba levantando el tono.

—¿Tiene algo de malo querer privacidad? —soltó Sunoo retando a su padre.

—Necesito saber quién es esa chica, ¡que tal si solo va tras tu dinero! —agregó en voz alta.

Ahora sí ya estaban discutiendo.

—¿Tú crees que todas las personas quieren acercarse a mí por dinero?, estás realmente mal —vociferó y comenzó a tomar camino hacía la sala de estar.

—Eres un chiquillo Sunoo, que puedes saber de amor, ¡tienes que estar con SoAh! ella es la indicada, ambos de buenas familias y con ahora negocios juntos —bramó y Sunoo rió.

—¿Solo me dices esto por ella?, ¿por qué quieres más dinero y lo buscas a base de mí? —cuestionó con indignación.— Cada día te vuelves peor.

Sunoo tomó su mochila y salió de su casa, estaba molesto y sentía ganas de llorar, por primera vez sentía que su padre se preocupaba por él pero nuevamente solamente estaba viendo dinero de por medio.

El chofer lo llevo hasta su universidad y al llegar bajo para encontrar a sus amigos esperándolo en la entrada, Sunoo tenía los ojos rojos junto a su nariz y un poco sus mejillas, ambos al verlo preocupados corrieron hacía él.

—Sunoo, ¿qué pasó? —cuestionó Jake asustado.

El chico no hablo para nada, solo entro a la escuela.

Jungwon y Jake se miraron confundidos y solo siguieron al chico.

Seon-Na y Heeseung jugaban piedra, papel y tijera para decidir quien haría la cuarta parte del trabajo, Jay había salido victorioso y no tenía que hacerla.

—Piedra

—Papel

—¡Y tijera! —dijeron ambos al unísono.

Seon-Na había sacado papel y Heeseung tijera.

—Maldición —chilló la chica.

Jay y Heeseung la miraron con sorpresa.

—¡Dijo la 11! —exclamó Jay apuntándola haciendo referencia al capítulo de Bob esponja.

Seon-Na se carcajeó.

—No es para tanto —le restó importancia.

—Bien, ya quedamos con respecto al proyecto, tienen que mandarme sus partes más tardar el viernes, ¿entendido? —cuestionó Heeseung para cerciorase.

—Entendido —respondieron Jay y Seon-Na como si estuvieran siendo regañados.

Seon-Na miraba a cada instante su teléfono, Sunoo aún no respondía sus mensajes y sentía algo de soledad sin él.

Cuidando fresas; SunooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora