Capítulo 22

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Amy

Un segundo después ya no hay nada.
El personaje del beso corre y se esconde detrás de un muro.
Lo último que pude ver él es un mechón dorado. Y unos grandes ojos azules.
¿Qué pasó?
Camino tambaleándome hacia la habitación de Rose.
No puedo entenderlo.
¿quién fue el que me beso?
Sea quién haya sido por decirlo así, me salvó.
Mando un texto a mi amiga.
De: Amy
Para: Rose.
Enviado a las 5:42
Hola Rose. ¿puedo ir a tu habitación?

Camino lento, como si fuese a romperme.
Mi celular timbra.
Es un mensaje.
Lo leo.
De:Rose
Para: Amy
Enviado a las 5:45
Ok. Te espero. Pensaba ir a recogerte. ¿Dónde estás?

Le escribo una respuesta.
De:Amy
Para: Rose.
Enviado a las 5:47
No te preocupes. Ya voy yo.

Llega a mi IPhone 6 otro mensaje de Rose.
De: Rose
Para:Amy
Enviado a las 5:49
Ok. Te espero.

De:Amy
Para: Rose
Ok. Ya voy. Estoy cerca.
Busco en lo más remoto de mi mente la silueta del personaje del beso.
¿pero quién?
Hago un puchero.
¡Desearía no tener memoria de pollito!
No recuerdo mucho.
Mientras camino media zombie, veo una silueta similar a la del personaje del beso pasar a mi lado como un rayo.
Él roza brevemente mi brazo.
-Disculpa.-dice brevemente volteando.
Al girarse puedo ver su rostro.
Me quedo paralizada.
Él hace lo mismo.
Unos segundos después hecha a correr.
¡No puede ser! Es...es.
-¡Luke!-grito.
Él no me escucha y sigue corriendo.
¡Fue él!

Llego a donde está Rose.
Ella me espera con los brazos abiertos.
Me da un abrazo.
Lloro.
Ella me hace pasar a su cuarto.
¡odio este cuerpo!
¡por cuelpa de este cuerpo los chicos me acosan e intentan tocarme!
Rose me consuela.
Ya han pasado casi tres meses y nuestra amistad se ha ido forjando más y más.
A tal punto que somos casi inseparables.
Me enjugo las lágrimas.
-luke. Luke me salvó y...me besó-digo casi sin aliento.
-¿Te salvó? ¿A qué te refieres? Espera...¿cómo que te besó?
Le explico toda la historia con lujo de detalles.
-¿Dónde rayos están esos malditos para pegarles? -Dice y muestra sus puños haciendo como si estuviera en un ring de box.
Suelto una carcajada.
-Ellos son fuertes.-comento.
-¿Estás diciendo que soy una debilucha?-dice indignada.
-Nooooo. Solo dije que ellos son fuertes.
-ja. Mira esto.-dice y me muestra su hombro.
Hace fuerza.
No pasa nada.
-ok. Ok. Tal vez debería ir al gimnasio.
-Vamos-digo.
-ok.
-Amy.-me mira seria.-¿qué piensas hacer?
-¿Sobre qué? -pregunto más tranquila.
-Luke. Yo opino que debes ir al grano con él. Si te gusta díselo. Si no hazlo también. Si sus sentimientos se prolongan va a ser malo. Muy malo. Muy difícil también. Es complicado olvidar a alguien que te gusta.
Los sentimientos crecen.
-Me gusta Luke.-confieso.
Siempre me ha gustado. Pensé que lo olvidaría. Pero no puedo.
Me gusta su carácter. Su físico. Su todo.
Él es genial.
-Díselo.
-Me.. me da miedo. Y...aún estoy con Matías.
-Verdad. Amy. No te obligo a nada pero. No pueden ser los demás. No engañes a Matías.
-Tienes razón.
-¿Qué dices si hacemos una pijamada?
-Mmm...digo que sí. Ya vengo. Voy a traer mis cosas.
-ok.
Salgo.
Al salir veo a Matías cerca.
Está caminando en dirección contraria de donde voy yo.
Por su forma de caminar se ve que está molesto.
¿Habrá escuchado? Ojalá que no.
Voy a mi habitación.
Recojo mi pijama, ropa de cambio, un colchón inflable y una frazada ya que hace mucho frío.
Regreso donde Rose.
Hablamos de distintas cosas. Estudiamos un poco y finalmente ella se queda dormida.
Cautelosamente levanto el collar que tengo en el cuello de tal manera que se encuentra a la vista.
Cojo el dige y le doy un beso.
-Te quiero Luke.
Duermo.
Ya ha pasado. ..una semana desde aquel incidente.
Cassandra no me intimida por lo que he seguido yendo a mis prácticas de porrista.
Es lunes.
Alisto mi laptop y una grabadora y me dirijo hacia el laboratorio.
Veo a Matías parado en la puerta.
Lo ignoro.
He intentado hablarle todo este tiempo pero no me hace caso. Ya no voy a gastar mis palabras.
El me coge muy fuerte de la muñeca.
-Ven-susurra.
Su tono me da miedo.
Es como si me estuviera amenazando.
Matías no espera a que lo siga y me arrastra con él.
-¡Duele! -chillo.
Me está apretando muy fuerte la mano.
Me lleva hacia un pasadizo vacío en el cual hay un pequeño espacio donde entran dos personas que al parecer fue hecho para poner casilleros.
-¡Suéltame! ¡me estás lastimando!
Él me aprieta más y coje mi otra mano.
-¡¿Por qué diablos me cambias por Luke?! ¡¿No te importo acaso? !
-¡Matías, suéltame! ¡te lo ordeno!
-No soy tu jodido perro. Tú no me mandas.
Sus ojos flamean y me observan intensamente.
Intento retroceder.
Mi espalda golpea la fría pared.
-¡Contéstame!
-¡Matí!
-¡No me digas Mati, idiota!
-¡Cálmate! ¡Auch! ¡Duele!
-¡¿Duele?! ¡¿Quieres conocer el dolor?!
Lo miro asustada.
¿Qué le sucede?
El pega su cuerpo más a mí.
-¡Suéltame!-grito.
El me tapa la boca.
-Nadie te va a oír.
¡porqué siempre me dicen eso!
Levanto mi rodilla y le pateo en la zona prohibida.
-¡Mierda!-me insulta.
Me coje más fuerte y me aprieta más contra su cuerpo. Con una de sus manos coje las mías y las levanta sobre mi cabeza.
Me retuerzo intentando huir incluso trato de morderle un dedo.
Matías coje de un lado mi polo e intenta subirlo.
-¡No! -grito.
Intento liberar mis manos.
-Calla.
-¡Suéltame!
Oigo un golpe y Matías se tambalea arrastrándome con él.
Ambos caemos.
-Me parece que ella ha dicho que la suelte.-dice alguien.
¡Luke!
Me logro liberar de el agarre de Matías y corro hacia Luke.
-¿Estás bien?-me pregunta.
Asiento.
Luke se desploma.
-¡Maldito enano!-gruñe.
Se para y le golpea.
-Amy. Entra al salón-me grita Luke mientras pelea con Matías.
-¡no! -me rebelo.
-TE ESTOY DICIENDO QUE ENTRES.
-Lo siento. Ya me voy.
Luke tiene una rodilla sobre Matías y lo está apoyando en el suelo.
Me acerco con cuidado a Matías.
Noto la mirada asesina que me lanza Luke.
-No creí que fueras así. ¡Terminamos! -le digo a Matías.
Noto que Luke está sonriendo.
Corro al salón.
Minutos después llega Luke.
¡Aaaaaaahhhh! ¡Por qué siempre es Luke!
El profesor empieza la clase y forma grupos.
-Care y Twain.
¿Es enserio? ¿otra vez?.
El profesor me entrega una maqueta de un corazón.
-Para tu trabajo con Care.
Cojo la maqueta y me dirijo a donde se encuentra Luke.
-Emmm...Luke. El profesor me dio esto.
-Gracias-susurro.
-Lo primero que harán será medir las pulsaciones de su compañero.
-Tú mídeme a mí.
Acepto.
Luke mi mira con cariño.
Él coge mi mano y frota las marcas que me hizo Matías.
Coloca mi mano derecha en su pecho.
Empiezo a contar.
Sus palpitaciones están muy aceleradas.
El profesor se acerca.
-Ahí no.-arrastra mi mano del pecho de Luke a su cuello y le guiña un ojo.
Luke ríe.
Yo hago lo mismo.
-Amy. ¿qué dices si vamos a la aguja espacial mañana?
-Digo que sí.
¡Ya sé! ¡Ahí le diré mis sentimientos!.
Salgo ansiosa cuando terminan las clases.
He quedado a las 5:00 p.m mañana con Luke.
Decido estudiar e ir a dormir rápido para que el tiempo pase rápido.
Me levanto y me visto.
Voy a clases con normalidad.
Le conté ayer a Rose lo de mi salida con Luke.
Ella se emocionó mucho al igual que yo.
Las clases terminan.
Miro mi reloj.
Me quedan dos horas. Por suerte almorcé ya.
Me doy un baño.
El agua tibia me relaja.
Apoyo mi cabeza en la pared mientras dejo que el agua se deslice por todo mi cuerpo.
Me daría un baño con espuma pero para eso necesitaría cuatro horas.
Hoy será un día genial.
Salgo de la bañera.
Envuelvo mi cuerpo co una toalla y escojo mi ropa.
Como hoy hace frío, escojo un pantalón jean morado, botas, una bonita blusa y una chaqueta a juego.
Me aplico un poco de perfume y rizo mis pestañas.
Me peino y me pongo mi collar favorito.
Uno que me regaló él de pequeños.
Ya estoy lista.
Me tiro en la cama un momento.
Mi celular timbra.
-¿Aló?
-Hola Amy. ¿Vamos?
-¡Sí!- digo emocionada
Alguien toca la puerta.
-¿Vamos?
Empiezo a reír.
El coge mi mano.
Y me lleva hacia la zona de estacionamiento.
-Un momento.-dice.
Con la mirada busca algo y una vez que lo ubica se dirige a eso.
Segundos después llega con un auto deportivo súper bonito.
Me hace subir.
-mío-responde.
Su tono de voz es diferente. Parece relajado y ansioso a la vez.
Olisqueo el lugar.
Huele a nuevo.
Tiene ese olor especial que tienen las cosas nuevas.
-¿Es nuevo?
-sí-el aferra el timón.
-Es un lamborgini-afirmo.
Se muuucho de autos. Me encantan los autos y...este auto es amarillo. ¡mi color favorito!
-veneno. Lamborgini veneno.
-wow-digo asombrada.
-Quédate quieta un rato.
¿quedarme quieta? ¿para qué?
Luke se me acerca tanto que puedo oir su respiración y el latido de mi corazón.
Contengo la respiración para que no escuche mis acelerados latidos.
Me abrocha el cinturón.
-¡En marcha!
Enciende el motor.
Este ruge y hace que avancemos.
Luke me dice que ponga música.
Lo hago.
Pongo en su IPod problem de Ariana Grande.
Él estaciona el auto y conecta el iPod a los parlantes del auto.
Le sonrió.
Media hora después llegamos.
Subimos las escaleras hasta llegar al último piso del monumento de la aguja espacial.
Contemplo la vista muy emocionada.

Tras una promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora