Luke
Por fin logro que Cass se vaya.
Esa chica sí que es muy ardiente y mentirosa.
No sé qué le pasa. Porque rayos dijo que ella y yo estábamos haciendo "ESO" en la mañana. ¡¡¡Eso nunca pasó!!!
Recuerdo despertar.
Ver la hora, levantarme de la cama, darme un buen baño, cepillarme el cabello y los dientes.
Luego ir a tomar el desayuno.
Esta mañana desayuné una ensalada, con una manzana y leche de soya.
Debo cuidar mi figura ja ja ja.
Sé que suena raro, pero deben comprenderme, créanme que ser un chico popular no es para nada divertido.
Ir de un lado para otro seguido de chicas.
Las chicas mirándome con cara de atontadas.
Miradas por aquí y por allá, a veces me gusta seguirles el juego.
Les giño un ojo o pongo mi voz sexy al hablarles.
Al ser popular y provenir de una familia con grandes recursos debo cuidar mi forma de peinar, de vestir e incluso de comer.
Pertenezco al grupo de "los chicos malos" con Laurie y Lio, mis mejores amigos, solo somos tres. Hasta los profesores nos temen, saben de lo que somos capaces.
Una vez demandamos a uno por dar una mala clase y fue expulsado, se lo tenía merecido, pero bueno, desde ahí los profesores se cuidan de nosotros.
Bueno... volviendo al tema principal.
Cuando desayunaba Lio y Laurie se acercaron a mi mesa y me contaron acerca de una chica nueva que estaba bien buena.
Los interrogué acerca de la chica nueva y me dijeron su nombre y su apellido.
Fue ahí donde corrí hacía la oficina del director y me topé con Amy.
En fin, NUNCA, NUNCA, NUNCA me acosté con Cassandra.
Ella es mi enamorada y ya llevamos 6 meses. Eso sí, pero yo aún soy casto.
Lo sé, lo sé, soy un chico que tiene 18 años, casi 19, que está en la universidad, en el octavo ciclo de medicina, es uno de los tres chicos más malos de toda la universidad, muy guapo y rubio de ojos azules, alto y soy ...CASTO.
Así es... soy C-A-S-T-O. No soy gay por si lo piensan, me gustan 100% las mujeres. Cassandra siempre me pide para hacerlo.
Seguramente ella ya perdió la virginidad hace tiempo.
Siempre intenta excitarme de muchas formas, como por ejemplo, la escenita que acababa de armar, frente a Amy.
A veces está a punto de lograrlo, pues soy hombre y tengo necesidades, pero no pienso ceder...aún.
Entonces... ¡porque dijo eso!
Podrían ser ¿celos?¿de Amy?
Decido olvidar lo sucedido.
–Vamos– Le digo a Amy y la llevo a mi habitación para darle algo.
Para ser sincero, tenía un regalo preparado para ella desde hace mucho tiempo, no tenía planeado que ella asistiría a la misma universidad que yo, pero al fin y al cabo parece que el destino nos ha unido y le tengo un regalo preparado hace más de ocho años.
No está maltratado, por si lo piensan.
Mando a Andrew y a Alan a traer su equipaje.
–Tu amiga está bien buena Luke. ¿Nos la prestas?–dice Andrew sonriendo pícaramente.
Lo miro serio.
Odio que hablen así de ella.
Lo hacían cuando éramos pequeños y siempre terminaban con una paliza mía.
–Enserio quieres que te responda a eso. Está por demás responderte MALDITO IMBÉCIL–
–Tranquilo Luke– dice Amy intentando calmarme.
Se dirige corriendo hacia mí.
Cae por los grandes tacones.
La cojo de uno de sus pechos y lo aprieto por casualidad al intentar atraparla para que no se golpeé.
–Ugh...–gime ella.
Mis cachetes arden. La suelto.
–Buena Luke– dice Alan alargando la "e".
–VETE A LA MIERDA IMBÉCIL–Digo con todo el odio que puedo.
–¡¡¡Ya Luke!!!, no digas más insultos.– Dice Amy roja, se le nota avergonzada.
MIERDA. Todo es mi culpa ¡¡¡Por qué la cogí de allí!!!
–Traigan el equipaje ahora o juro que no salen salen vivos de acá– los miro fijamente.
–Es...ta...ta...bi...bi...bien Lu...lu...ke, no te enojes hermano– dice tímidamente Alan.
Estos empiezan a hartarme.
Lo bueno es que por lo menos parece que los he asustado.
–Muevan sus jodi...–Amy me mira con cara reprochadora– Es decir... vayan a traer el equipaje de Amy. ¡AHORA!– Dijo resaltando el "ahora".
Ambos chicos salen asustados.
Ujúm... aún no pierdo el toque.
Genial, río.
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Tras una promesa
RomanceUna promesa hecha desde pequeños. la de no olvidarse. De como el destino juega con sus cartas. A favor tuyo o en contra. El mundo puede llegar a ser tan pequeño. Tanto como para encontrarte después de casi diez años con tu primer amor.