Luke
-Toma- le entrego las llaves de su habitación. Tengo una sorpresa para ella. Yo ya sabía que le encantaban los regalos y ya lo tenía desde hace ocho años más o menos reparado para ella. Por eso quise darle algo especial. Tengo pensado dárselo después de mostrarle la puerta que he mandado a poner entre su habitación y la mía para que así ella pueda acudir a mí cuando lo necesite y viceversa.
-Tengo una sorpresa para ti-le digo intentando sonar misterioso.
-¡¿para mí, qué es?!- una chispa se enciende en sus ojos. Aún se porta como una niña pequeña, conducta de ella que me seduce siempre. No entiendo como lo hace.
-Si vienes conmigo te la mostraré-
- Pues que esperamos, vamos rápido- dice con una voz chillona llena de emoción.
-Wow wow wow... para el coche miniguepardo.- le despeino la sedosa cabellera a lo que ella hace un puchero. Sus pucheros se han vuelto sexys. -Está bien, está bien, vamos.- saco mis llaves. Abro la puerta de mi dormitorio. La cojo de la mano y la hago entrar. Cierro la puerta con seguro para que nadie nos interrumpa.
-Siéntate por favor. En un momento te muestro tu regalo- ella asiente.
Me paro frente a un espejo grande en el cual puedo verme a mí y a ella al mismo tiempo, el espejo es de mármol. Mide un metro 70 de alto y de ancho 1 metro 30. Se encuentra ubicado al frente de la cama.
Desde el puedo observar como Amy se sienta cruzando las piernas lo que provoca que su minifalda subiera más arriba de los muslos. Esas piernas matarían de emoción a cualquier chico. En esa posición. Sus curvas se reflejaban más. MIERDA...me estoy excitando mucho verla. Desabotono mi camisa botón por botón. Era yo o hace mucho calor. Empezaba a sudar. No creo que a ella le importe que me saque la camisa. Total desde pequeños nos habíamos vestido juntos. Aunque en comparación de cuando éramos pequeños... nuestros cuerpos han cambiado mucho. Igual no creo que le incomode, si solo es la camisa. Ni que me estuviera desvistiendo frente a ella. Muy aparte cuantas chicas pagarían mucho dinero por estar e su lugar. Ok ok ok... estaba siendo muy arrogante.
Uno... dos... tres...cuatro botones iba ya cuando noté como Amy miraba hacia mi pecho descubierto a través del espejo. Reí por lo bajo. Veo que Amy tampoco era una excepción en el grupo de chicas que querían verme desnudo.
Amy se mordió el labio inferior.
Se veía tan sexy tan apetitosa por no decir violable.
-¿qué ocurre Amy?..¿Quieres verlos más de cerca?... o...¿quizás quieres una foto? No no no...¿Tal vez prefieres... tocarme?- con esto último se sonrojo y apartó la mirada.
Ahhh.. MIERDA se veía terriblemente sexy y al apartar el rostro un mechón de su cabello se metió por dentro de su escote. No pude evitar voltear y mirar hacia allí.
-Tonto... no..no...digas esas...co...cosas-tartamudeó nerviosa ella
Lo siento pero ya no aguanto más.
De un tirón la echo en mi cama y me subí sobre ella intentando no rozarla, apoyado con las rodillas.
Muchos pensamientos pasaban por mi cabeza y no eran necesariamente puros.
Bajo mi cuerpo unos cuantos centímetros para acercarme a su oído.
-Amy-le susurro..
-Lu...luke-Mi amigote se alegra.
Más excitado de lo que estaba ahora sería imposible. Ojalá que no lo note...-Qué hay allí abajo. Algo me está rozando el muslo y da cosquillas- se dio cuenta.
-¿cosquillas?- reí.¿ Enserio le provocaba cosquillas mi erección? ¿Qué no se dio cuenta de que un poco más y la iba a violar?-por lo que veo no has cambiado mucho. Me gusta que seas así- le sonreí-espérame un rato. Ya vuelvo. No te vayas ¿ok?- me quito de encima de ella. Cojo mi móvil y marco el número de Lio.
Me dirijo rápido al baño para que Amy no note mi creciente erección.
-Aló-cierro la puerta del baño. Las paredes del baño de mi habitación se encuentran cubiertas por mayólicas azules. El azul es mi color favorito. Hay una ducha, un lavamanos y un inodoro, todos de color blanco.
-Habla causa. ¿Qué onda? Que sorpresa que llames. ¿Necesitas que pateemos algunos traseros por ti? Pues si es así con mucho gusto lo hacemos. ja ja ja-dice Lio.
-Bueno pues sí necesito una pequeña ayudita. Con unos consejitos basta.- Rasco la parte trasera de mi nuca. Esto empieza a doler-Por favor amigote tranquilo-Le susurro a mi sexo. Se escucha música.
Lio, Laurie y yo tenemos los mismos horarios, así que solemos vagar juntos. Hoy fue la excepción, ya que suelo evitar ir a clubes o sitios donde hallan chicas que te bailen.
-Consejitos como que... oh seguro ya atracaste a alguien ¿quién es la afortunada? Ah oh... espera te voy a poner en altavoz para que Laurie también te escuche. Hey! Laurie. Luke ya atracó a alguien. Le va a dar su revolcón ahorita. Hooola Luke, suave causa. Un consejito hazla gritar y gemir tu nombre lo más fuerte posible. Sí, sí Luke. ¿Qué tal si vamos para allá y hacemos un cuarteto.-Ambos rieron. Estos imbéciles siempre dicen estupideces. Aunque...que sería tener a Amy en mi cama. Poder acariciar us pierna, sus pechos, sus curvas. Contemplar sus ojos tan celestes. Besar sus labios. JODER...esto está doliendo aún más.
-No, no. No es eso es que...- ¡¡Auch!! Jamás había tenido una erección. Necesito calmarla de una maldita vez.
-Que pasa Luke...con confianza.- MIERDA debo decirles, ellos son los únicos que pueden ayudarme y a la vez los que más saben de este tipo de temas. Ok ok... debo decírselos. Ya no aguanto más.
-Es que tengo... tengo... una erección y quiero calmarla de una maldita vez- escucho risas a través del auricular.
-Ja ja ja ja ja hay Luke eso si que duele mucho. Ok. Te ayudaremos pero debes decirnos quien provocó que se pare tu cosota.-suspirar.
-ok ok. Luego, ahora ayúdenme.... rápido. Duele demasiado.-
-primero abre el cierre de tu jean o lo que sea que estés usando y quítate la correa.- de un hábil movimiento de manos saco la correa y bajo el cierre de la bragueta de mi pantalón.
-Ya está. Ahora qué.-
-Je je je... pues ahora coge a tu amiguito y empieza a sobarlo de Arriba hacia abajo. Más y más rápido. Ja ja ja- Lio se carcajea.
-¿Es enserio? ¿Debo hacerlo?-digo preocupado. No voy pajearme. No ahora.
-No ... ja ja ja.. es mentira. Si lo haces se te va a parar más.- ambos ríen.
-Dejen de joder y ayúdenme- digo enojado e indignado.
-ok...ok sin insultos. Bueno pues. Siéntate relájate y no pienses en chicas ni en cosas eróticas.- Dice Laurie- haz eso y se te pasará. ¿Captas?-
-Bien- Puedo hacer eso.
Bajo la tapa del inodoro y me siento ahí.
Intento no pensar en Amy. Eso sí que estará muy difícil ahora que la acabo de volver a ver.
ESTÁS LEYENDO
Tras una promesa
RomanceUna promesa hecha desde pequeños. la de no olvidarse. De como el destino juega con sus cartas. A favor tuyo o en contra. El mundo puede llegar a ser tan pequeño. Tanto como para encontrarte después de casi diez años con tu primer amor.