Ramé[CM#2]✔

Capítulo XXXI

Maratón 4/4

Christopher;

Golpeo al ruso más de lo necesario acabando con su vida. El Mortal Cange siempre me ha servido para liberar mi bestia interior. Han pasado dos días desde que rescatamos a Venecia y a Emma James. Viktoria no me permite siquiera acercarme a su nieta. Y la chica de hipnóticos ojos diferentes no me dirige la palabra. Tiene el derecho de estar enojada conmigo, le he fallado más veces de las que puedo contar, pero ni aún así me atrevo a dejar mi orgullo de lado. Sigue pesando más el saber que es hija de Antoni Macherano. Me doy un baño y me arreglo. Las sumisas prácticamente me suplican un poco de mi atención. En otro momento quizás no me hubiera negado a dárselas, sin embargo, ahora, solo quiero irme a casa. Verla de lejos se ha vuelto mi pasatiempo favorito. ¡Basta! Parezco un imbécil. Esas estupideces no van conmigo.

-Vor _Saluda Patrick cuando entro al desapacho. Le pedí que viniera para planear bien nuestro siguiente paso. No me quedaré de brazos cruzados sabiendo que esa escoria se está riendo de mí. Cada vez que recuerdo que caí como imbécil en sus mentiras y en las de Rachel mi ira incrementa a niveles exorbitantes.

-Ilenko dejó claro que no podemos atacar a Antoni aún. Estamos muy débiles por los últimos ataques. Debemos recuperarnos _Agrega y niego. Es la oportunidad perfecta. Nos quedan dos territorios y no pienso perderlos porque el Boss quiere tener más días de luna de miel. Sabe que estamos en condiciones de atacar, pero se niega a interrumpir sus días sabáticos con su esposa.

-Es el momento perfecto, Patrick. Antoni piensa que estamos acabados, y todos sabemos que no es así. Es cierto que nos jodió cuando nos arrebató el territorio norte y sur. Atacarlo por sorpresa es nuestra mejor arma, y pienso aprovecharla _Le dejo claro lo que haré, le guste, o no al Boss. Si quiere tomarse más días con su mujer, me parece perfecto. En cambio yo quiero acabar con Antoni de una vez por todas. Solo así podré terminar con este maldito odio que me impide abrirme con su primogénita.

-Christopher, Ilenko es la máxima autoridad de la Bravta. Todos acataran sus órdenes y lo sabes. Plantéale lo que tienes en mente _Me aconseja y asiento. Tengo claro lo que haré. Para cumplir mis planes necesito de cierta trigueña. Diga lo que diga su progenitor, le afecta que su adorada hija, no se encuetre a su lado. Si Venecia acepta infiltrarse en la mafia italiana tendríamos muchas ventajas a nuestro favor.

Aprovechándo que Viktoria no se encuentra en la casa busco a la mayor de sus nietas por toda la estancia. Frunzo el ceño al notar su ausencia. Por alguna razón la mayor de las Romanov la obligó a guardar reposo. Distingo a Boris hablando con Salamero. He notado que la trigueña se ha ganado el respeto y la confianza de ambos.

-¿Dónde está mi mujer? _Les pregunto. Salamero observa a Boris. Como ya dije antes, mi esposa se ganó la confianza y lealtad de ambos, pero yo sigo siendo su Vor.

-Está en la habitación de torturas, Vor _Habla Boris. Está enojado, eso es evidente. Al ser esposo de una Romanov mi poder dentro de la Bratva ha aumentado. Camino con tranquilidad preguntándome que puede estar haciendo en la habitación de torturas. ¿Quién será el desafortunado?

Venecia solo asesina cuando es necesario, aunque pude notar que también lo hace cuando la persona le ha causado algún daño. Descubrí que sentía algo por mí cuando la traicioné por primera vez y no movió un dedo para lastimarme. Siendo honestos, su indiferencia me molestaba enormemente. Al entrar sonrío de lado al ver quien es su víctima. Luciana James yace debajo de mi esposa bañada en sangre. Es evidente que ya no se encuentra con vida, sin embargo, Venecia continua apuñalándola sin parar. Su cabeza se separó de su cuerpo. Masaejo mis sienes al recordar todo los problemas que traerá esto. La ahora difunta es la suegra de Ilenko y de Antoni, por consiguiente alguna de las James podría enojarse de más. Es más provable que la que se moleste sea Rachel considerando lo mal que trataba la ahora difunta a Emma.