Capítulo XIV

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Camino apresuradamente con mi típica sonrisa de diversión en el rostro. Al que no le divierte para nada la situación es al Vor. Su agarre en mi mano es muy fuerte, si fuera otra persona ya hubiese protestado. ¿No se supone que debería estar en Londres? ¿Qué hace aquí?

-¡¿Qué carajos hacías besando a Dominck, Venecia?! _Espeta enojado, podría asegurar que jamás se había puesto así. Vale, si está celoso. Solo quería molestarlo un poquito. El aburrimiento me estaba volviendo loca. Jamás fue mi intensión que me viera besándome con Dominik, ni siquiera me interesa. De hecho ni el mismo Christopher lo hace, lo dije y lo mantengo, ya estoy reservada para alguien más.

-No es tu problema. Eres Un hombre casado, estos numeritos _Lo señalo -Se los haces a Rachel _Agrego. A diferencia de él, hablo con calma. Me siento en la cama y cruzo mis piernas con elegancia. Dándole una perfecta vista de mis muslos. Sin poder evitarlo sus ojos caen en esa zona de mi cuerpo.

¡Hombres! Sinónimo de criaturas que las mujeres podemos manejar con nuestro dedo meñique de así desearlo. No quiero discutir por cosas sin sentido, él no tiene derecho de reclamarme absolutamente nada.

-Rachel ya no es mi mujer, nos divorciamos _Musita y enarco una ceja. ¿Divorcio? Si se tratara de otra persona podría pensar que lo que acaba de decir es una mentira, sin embargo, Christopher no tiene necesidad de mentir, con algo que claramente me da igual.

-No me importan en lo más mínimo tus asuntos maritales con tu mujer. A pesar de no estar casados ante la ley para nadie es un secreto que sigues completamente enamorado de mi madrastra _Hablo. Admito que esperaba que su rostro se desfigurara a causa de mis palabras, pero me sentí decepcionada al no poder ver ningún rastro de dolor, o ira. ¿Ya superó a la ninfa? De ser así creo que podría darle el remedio a mi querido padre, nos ahorraríamos muchos problemas.

-¿Sientes celos de Rachel? _Pregunta y una risa se me escapa. Soy Angelo, imbécil, puedes hacer lo que te venga en gana con tu vida. Incluso podrías desaparecer y yo ni siquiera lo notaría. No puedo decir lo mismo de Venecia. He llegado a pensar en varias ocasiones que no puede competir a mi lado.

-No te des tanta importancia, Christopher. El hecho de que nos acostemos de vez en cuando no quiere decir que me importe lo que hagas cuando sales de mi habitación _Respondo. Aprieta su mandíbula y se acerca peligrosamente a mí. Me sujeta por el cuello y sonrío. No me intimida, al contrario lo único que hace es exitarme.

-No juegues con fuego, pequeña _Advierte. Amplio aún más mi sonrisa.

-Tu amigo Dominick me aseguró que es divertido quemarse. Estás de suerte porque esta noche quiero comprobarlo contigo _Respondí. No le di tiempo a refutar nada. Lo besé con posesividad, él me correspondió el beso de la misma manera.

.....

-¿Dijiste que regresarías en la mañana? _Pregunté mientras colocaba la cabeza sobre su pecho. Sus ojos grises me detallaron por unos segundos. Cualquier mujer e incluso hombre podría caer rendida ante la belleza de Christopher Morgan. Una vez que escuché que las bestias y demonios suelen esconderse detrás de seres hermosos. En esta habitación hay dos pruebas contundentes de eso.

-Cancelé mi viaje. Atacaremos directamente. Necesitamos un tiempo para prepararnos _Me informa y asiento. Estoy convencida de que Ilenko y Christopher pueden acabar con Antoni, así como también él puede acabar con ellos. Venecia debe sentirse decepcionada. Su padre no ha movido un dedo para tenerla a su lado. Aunque creo que muy en el fondo ya no quiere regresar. Todas las personas que ha conocido las últimas semanas han logrado despertar ese ridículo sentimiento que es el amor. Supongo que el hecho de que la mayoría de los seres que viven bajo este techo tengan las manos manchadas de sangre influye mucho.

Ramé[CM#2]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora