Ramé[CM#2]✔

Capítulo XXX

Maratón 3/4

Dos días después;

Venecia;

Uno

Dos

Tres

La lluvia de balas que se cierne sobre nosotros provoca que varios cuerpos caigan inertes al suelo. Observo mis manos, están algo más arrugas. ¿Qué sudece? Una mujer de intensos ojos grises corre con un arma en la mano. Acaba con la vida de un hombre que intenta matarme. ¿Quién es? Christopher se posiciona a mi lado. ¿Qué le sucedió? Parece tener la edad de su padre.

-¡Alison! _Gritan dos chicos al unísono. ¿Quiénes son? ¿Quién es Alison?

Uno

Dos

Tres

Estoy desconcertada y asustada. La cabeza ha comenzado a dolerme ocasionando que caiga de rodillas al piso. Christopher sostiene a quien supongo es Alison. Una imponente figura camina hacia mí.

-No lo hagas _Implora la chica de ojos grises. El chico sonríe de lado cuando me apunta con el arma.

-Hermana _Susurra y mi cuerpo entero se paraliza. ¡No puede ser! ¡Es imposible!

-Damon _Es lo últmo que sale de mis labios antes que ese hombre en el cual se había convertido mi amado Damon con el paso de los años acabara con mi vida.

Uno

Dos

Tres

-¡No! _El grito sale de los más profundo de mi ser. Me incorporo en la cama. ¡¿Qué demonios fue eso?! Damon no sería capaz de matarme, o ¿sí? Masajeo mis sienes. Mi abuela entra en la habitación con la charola repleta de comida como lo hace todos los días. Después de ingerir los alimentos y darme una ducha, me coloqué un vestido blanco algo ajustado. Bajé las escaleras y distinguí a Boris afuera de la casa.

-Boris _Saludé con amabilidad y este sonrío de lado. Sé que me respeta por el siemple hecho de ser la sobrina de Ilenko Romanov. Le extiendo un pequeño papel con lo que necesitaré y él asiente.

-¡Mami! _Grita Milenka. Me volteo con una sonrisa. La sostengo en brazos. Sus ojos grises me recuerdan quien es su padre. Owen y Amelie están sentados en la lejanía hablando entre risas. No cabe duda que nadie entiene mejor al pequeño Morgar que Amelie.

-Serán novios _Asegura Milenka a mi lado. Sonrío de lado. Creo que a Ilenko no le gustará nada eso, además son primos. Me paso prácticamente todo el día platicando con la niña hasta que Cayetana se la lleva.

-Señorita _La voz de Boris me sobresalta. Me levanto de la silla y comienzo a caminar detrás de él. Le pedí un favor muy personal para mí. Llevo dos días descansando lo suficiente para poder hacer esto lo más largo posible. Nadie, exceptuando el ruso que camina frente a mí, sabe lo que haré.

Por mucho que Ilenko Romanov la odie siempre pondrá delante de ese inmenso odio a Emma, y Christopher, bueno.... Ya ni siquiera sé que pensar de él. La decepción fue inevitable cuando mi abuela me contó todo lo sucedido en mi ausencia. Tuve que prohibirle que hiciera algo en contra del Vor, ya que eso sería considerado alta traición y en estos momentos lo menos que necesitamos es otra muerte.

-Déjame sola _Le pido. Lo que mandé a traer se encuentra en una mesa inconsciente. Mis pinceles están en la mesa contigua. Paso mis manos por estos y una sonrisa se plasma en mis labios.