Ramé[CM#2]✔

Capítulo XL

Actualidad;

Venecia;

Muchas veces me preguntaba la razón del por qué me prohibía amar algo, he aquí la respuesta. Antes no conocía que era tener ese tipo de amistades que las personas acostumbraban a presumir en los eventos sociales a los que asistía. Emma Romanov fue más que una amiga para mí y el hecho de haberla matado con mis propias manos es algo que jamás podré perdonarme. No tengo la menor idea de cómo lo hice, ni por qué, lo único que sé es que la consciencia no me permite cerrar los ojos. Christopher acarcia mi cabello mientras me aferro a su cuerpo. No he podido parar de llorar, mi abuela se llevó a los niños a su habitación ya que yo no me encuentro bien, nada bien.

-Pequeña, Angelo me pidió que te diera esto. Es de parte de Emma _Agrega Christopher y le quito el sobre de las manos. Una carta, ella me escribió una carta. Me incorporo en la cama y comienzo a leer con lágrimas en mis ojos.

¡V! Le doy gracias a la vida por haberme permitido tener una amiga como tú, me apoyaste en uno de los momentos más difíciles, jamás olvidaré las risas, las lágrimas y esas veces que me abrazabas y me asegurabas que todo iba a estar bien, porque tú serías capaz de dar la vida por mí. No quiero que te sientas culpable por mi muerte, ya que lo único que hizo Angelo fue liberarme de la totura en la que se estaban convirtiendo mis últimos días. Que te quede claro que la única persona responsable de mi muerte es Antoni Macherano. Prométeme que no te sentirás mal y que les hablarás a mis hijos de mí. No dejes que Amelie me olvide, ni mucho menos que pierda esa luz que la caracteriza. En estos momentos Ilenko debe estar furioso contigo, pero confío que con el tiempo entenderá que fue lo mejor, él te quiere, y necesitará tu apoyo con mis hijos. Imagina que estoy esperándolos en una pista de patinaje donde soy la reina de mi propio mundo, un mundo donde no hay maldad, donde todas las personas sonríen día a día. Sé feliz, vive por ti y por mí. Ama, amálo. Disfruta lo que yo no pude disfrutar como quisiera. En la mesita de noche de tu cuarto hay tres cartas más. Una es para Ilenko, y las otras son para mis hijos, confío en que se las darás cuando cumplan la mayoría de edad.

Queen...

Aprieto el papel a mi pecho. Limpio las lágrimas con brusquedad. Me levanto de la cama. No me importa el tiempo que llevo ausente. Antoni Macherano tiene que pagar cada lágrima que hemos derramado. Se arrepentirá de haber nacido. Salgo de mi habitación y entro al despacho del Boss. En este se encontraba el grupo élite, varios hombres de la Bratva, mi abuela, Hansel, Rick y Rain James. Le extiendo la carta a Ilenko y él la guarda en su escritorio. Necesito empaparme de todo lo que ha pasado los últimos meses. Leo informes, planeo estrategias junto a Christopher. Nada puede salir mal, sabemos donde está esa escoria. Lo único que me preocupa son mis hermanos. Los tres continuan en su poder y eso es algo que él puede utilizar en mi contra. Camino por los pasillos de la mansión Romanov en busca de Boris, solo espero que Angelo no acabara con la vida de Rachel James, ya que eso es algo que solamente me corresponde a mí, llamenlo justicia divina. Una justicia divina que yo misma me otorgué.

-Señorita, es un gusto que esté nuevamente entre nosotros _Me hace saber el ruso. Sonrío de lado. Soy consciente de que él no es así con todas las personas. Al único que trataba de esa manera antes de mi llegada era a mi tío.

-Muchas gracias, espero que mantuvieras nuestro secreto bien escondido esperando mi regreso _Inquiero y él asiente. Caminamos en silencio hasta el lugar que preparé para mis lienzos antes de que los trillizos nacieran. Acepté mi problema, sé que matar está mal y que muchos me consideran un monstruo, sin embargo, así soy y no pienso cambiar por nadie.

-Buenos días, Rachel _La saludo animadamente. El ruso la ha mantenido en condiciones óptimas para que soporte las torturas que recibirá. Necesito llevarle a Antoni una muestra de lo que soy capaz de hacer. Nadie me conoce como mi progenitor, aún así se atrevió a desafiarme en más de una ocasión.