Cap. 19 / Asuntos Familiares

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Nos encontramos en el restaurante de Lincoln, donde esta se encontraba cocinando como siempre con ayuda de sus amigas Jordan, Cookie y. . .¿Sonette?

—¿Estás seguro que no te importa que los ayude en la cocina?, no soy muy buena preparando otras comidas además de jáponesas. —dijo Sonette.

—Para nada hija, además es una buena oportunidad para actualizar el menú, diremos que es comida por tiempo limitado.

—¿Y así los venderemos más caros?

—Exacto.

—No puedo creer que te aproveches te esto para ganar algo más de dinero. —dijo Jordan con una expresión molesta en su rostro.

—Asi es Linconl, nosotras te creímos diferente. —dijo Cookie igualmente enojada.

—¿Esta todo bien con ellas? —le susurró Sonette a su padre.

—No te preocupes, aún siguen molestas por lo de ayer.

—¿¡Y como no estarlo!? —gritaron ambas.

—¡Saber que ella tuvo una hija contigo todo esto tiempo en contra de tu volontad al igual que el resto de mujerzuelas esas! —dijo Jordan.

—¡Además de eso mentirosa, ella fingió no saber nada cuando conocimos a tus hijas por primera vez! —exclamó Cookie.

—Bueno, en su defensa puedo decir que talvez se sorprendió ya que no sabía que justamente ellas eran las hijas del resto. —intentó hablar Lincoln.

—¿¡Y aún la defiendes?!, ¿es que acaso no te molesta lo que ella hizo?

—Por supuesto que me molestó, pero creo que ya pagó por sus errores.

—Si por eso te refieres a lo que le hizieron las señoritas Cookie y Jordan, creo que pagó de más. —comentó Sonette.

—Pff, porfavor, tampoco le hicimos la gran cosa.

—Le rompieron ambos brazos, una pierna, y varios moretones y rasguños por todo su cuerpo. —dijo Lincoln friamente.

—Y eso por que papá evitó que continuaran. —completó Sonette.

—Bueno. . .talvez si exageramos un poquito je je je. —dijo Cookie.

—Creo que si nos dejamos llevar un poco por el momento. —dijo Jordan algo apenada.

—Espero que puedan perdonarla cuando salga del hospital, aún con todo lo que hizo, sigue siendo nuestra amiga y hemos pasado muchas cosas estos años. 

—Tienes razón, creo que será lo mejor para todos. . .¡pero con una condición! —exclamó Jordan.

—¿Cúal condición?

—Ya que tuviste una hija con ella, lo justo sería. . .que también tengas algún hijo con nosotras. —dijo Jordan mientras hacía una mirada coqueta.

—. . .No. —respondió Lincoln mientras regresaba a su puesto de cocina.

—¡¿Qué?!, ¡¿por qué no?! —preguntó Cookie.

—Chicas, ya estoy cuidando a nueva hijas, ¿en serio creen que me hace falta más?

—¡Si!, tienes que llegar mínimo a las diez para que sea un número par, ¡todo el mundo prefiere los números pares!

—. . .Pero si en mi familia fuimos once hijos.

—Amm. . .¡eso no importa!, lo importante es que esto es lo mejor para arreglar las cosas.

Ambas mujeres parecían estar firmez en su decisión, pero Lincoln sabía como podría arreglar una situación así, con una técnica que aprendió tanto de sus hermanas como algunas de sus hijas. 

Padre Por PaqueteríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora