Padre Por Paquetería

Cap. 12 / Llamada Tras Llamada

El día ya había terminado, todas las familias se encontraban en sus respectivos hogares preparandose para dormir, y el caso de la familia adoptiva de nuestro albino no era la escepción.

—¡Pero papáaaa, tovadía no tenemos sueño! —dijo una tierna Gloom sentada en el sofá con el resto de sus hermanas, todas usando sus pijamas y varias botanas.

—Hijas, ya es demasiado tarde, ¿acaso no están cansadas por su día en la feria?

—Si, estamos cansadas, pero por eso mismo queremos aprovechar lo que queda de noche para relajarnos viendo algunas películas. —dijo Terry.

—*Suspiro* Esta bien, pero no quiero encontrarlas despiertas mañana en la mañana.

—Uy papá, no sé si podamos cumplir eso, nosotras podríamos quedarnos despiertas toda la noche, no nos subestimes. —dijo Laika algo orgullosa.

—Como sea, solo asegurense de no hacer mucho desastre. —dijo Lincoln mientras subía las escaleras. —Que descansen.

—Buenas noches papá. —respondieron todas para luego acomodarse en el sofá.

—Y bien, ¿qué película vamos a ver? —preguntó Pan.

—¡Uh! ¡uh!, me recomendaron esta película de Barbie muy buena que podríamos ver. —dijo Gloom mostrandole la película a sus hermanas.

—Pff, no creo que ver una película de princesitas y hadas sea tan interesante. —dijo Laika molesta.

—Bueno, también tenemos esta película de terror japonés catalogada para adultos, se las recomiendo, yo misma la ví y me puso los nervios de punta. —dijo Lillith con su tono serio.

Las hermanas mayores se les pusieron sus pelos de punta recordando lo que vivieron hoy en la atracción del terror, pero de forma determinada se miraron entre ellas para asentir juntas tomando su decisión.

—Veremos la de Barbie. —dijeron al unísono para alegría de Gloom.

—Eso pensé. —dijo Lillith con una sonrisa triunfante. —Así nadie sospechara que yo también quería ver la película de Barbie, gracias Gloom por proponerla tu. —pensó mientras tomaba un tazón de palomitas.

Lincoln se encontraba en su habitación leyendo uno de los comics que le trajo Polly antes de dormir como parte de su rutina nocturna, pero llegado a un punto dejó su comic de lado y se puso a pensar un poco en lo ocurrido este último mes.

—Asi que Stella tiene una hija... ¿por qué presiento que algo esta pasando?, últimamente muchas personas conocidas mías tienen hijos y me voy enterando de todo día tras otro. Incluso mis hermanas ya deben tener sus hijas aunque no los conozca. ¿Habrán más personas que tengan hijas?, ¿Jordan o Cookie tendrán también y no me habrán dicho?

Lincoln decidió no seguir pensando en eso y únicamente optó por seguir leyendo su comic, el no era de indagar en la vida de otros salvo que sea necesario, pero la curiosidad era algo que igualmente lo carcomía.

Los pensamientos del albino fueron interrumpidos por una llamada que estaba reciviendo de un teléfono que tenía junto a su cama por cualquier cosa. Era un número desconocido, y a pesar de que no era propenso a responder esos números, con todo la situación que esta pasando facilmente podría ser otro conocida más, por lo que al final decidió contestar.

—¿Hola?

—¡Hola Linky!, no pensé que fueras a contestar jeje. —dijo la voz dulce pero al mismo tiempo ya madura, una voz que Lincoln reconocería en todos lados.