❝𝗣𝗿𝗼𝗵𝗶𝗯𝗶𝗱𝗮❞ 【Ran Haitani】-Yandere-

❏ » D O S

Ran te había estado seguido a todos lados, al principio solamente lo ignoraba mientras seguías haciendo tu trabajo.

Pero hubo un punto en el que se volvió irritante, ya que cada vez que desaparecias la pesadilla de algún humano, el de inmediato volvía a poner otra pesadilla.

Hacías gestos de disgusto cada vez que hacía algo así, y el sonreía, se divertía contigo.

— ¿Te enojaste? — pregunta con burla Ran

— Podrías dejarme hacer mi trabajo — pides amablemente

— ¿Por qué debería? Sabes lo divertido que es hacerte enojar~ — dice con burla

— Esto no es divertido...

El demonio soltó una carcajada al ver tu expresión de enojo, pero de inmediato la relajaste.

— ¿No deberías estar en el cielo? — pregunta Ran

— ¿Y tu en el infierno?

— Ya te dije por que no estoy allá... — dice obvio — Pero un ángel tan lindo como tu no deberías estar aquí...

— Solo estoy haciendo mi deber...

Cuando viste que por fin Ran dejó de lado las pesadilla, regresaste nuevamente a la punta del árbol a vigilar el pueblo.

— Te gusta este lugar ¿no es así? — pregunta Ran

— Es mas fácil verlos desde las alturas... — dices tranquila, Ran seguía parado, más bien flotando enfrente tuyo — ¿No deberías convivir con otros demonios?

— Sabes no me gusta convivir con demonios.. — dice el

— Entonces dudo que puedas convivir con un ángel...

Ran todavía se te queda viendo, le parecías especialmente curiosa.

Tenias rasgos femeninos, pero no sabía si era mujer o no, al igual que tu vos era dulce.

— Es parte de sus naturaleza no? — pregunta el, no entendiste

— ¿El cual?

— Es extraño, muy extraño para ser una mujer — dijo el, lo quedaste viendo por primera vez a los ojos — Por lo que me han dicho, los ángeles no tiene género...

— Supongo que lo único que sabes de ángeles son rumores...

— ¿Eso quiere decir que si tiene género?

— Si... El 80% de los ángeles son femeninos, los únicos masculinos son lo ángeles de guerra... — dice normal.

No sabias por que, pero Ran te hacia hablar de ti y los de tu especie, aun sabiendo que no lo tenias permitido.

— Me agradas, ¿puedo sentarme a tu lado?

Te encoge en hombros, haciéndote a un lado para que el de igual manera se sentará a un lado tuyo.

— Sabes, la luna se diferente desde aquí. — dijo viendo hacia arriba.

Había luna llena.

— ¿A que te refieres? — preguntas

— En el infierno todo es oscuro, y cuando hay luna llena solo se ve roja — dice el sin importancia — Supongo que en cielo también se ve diferente...

— La verdad no lo recuerdo, según tengo entendido, yo naci para esto, cuidar este pueblo, desde que tengo uso de razón, estoy aquí... Viendo morir y a nacer a los humanos... Cuidándolos — dices normal

— Ya veo... dime, no haz pensando en hacer cosas nuevas... Algo de diversión — dice el volteandote a ver — Hay algo que nunca he hecho y siempre he querido probar

— . . .

— Nunca antes, he estado tan cerca de un ángel, sin que me atacará. ¿No quieres probar algo nuevo? — dice el acercando su rostro a suyo.

— No creo que sea necesario — dices seria.

— Mira mi querido angelito, no te conviene hablarme en ese tono... — amenaza

Como siempre mantenidas una sonrisa, eso hacia enojar a Ran, el chico te tomó del mentón.

Era la primera vez que tocaba a un ángel sin que estuvieran peleando, por tu parte no hiciste nada, actuarías cuando fuera necesario.

Acerca si rostro al tuyo hasta llegar al punto de sentir sus respiraciones. Te quería besar, y con el antebrazo golpeas te su abdomen mandandolo a volar.

No mediste tu fuerza, ya que el salió volando, iba a chocar contra la montaña que ocultaba el pueblo, pero se detuvo antes de chocar.

Extendiste tus alas para volar hasta el, llegando el.

— Sabía que eras fuerte — dice con burla mientras tocaba su abdomen, lugar donde lo golpeaste — Pero aún así, no me superas

Ibas a golpearlo pero unas cadenas blancas relucientes salieron del suelo sujetando sus dos manos y tobillos.

Haciendo que te detuvieras, las cadenas te impedían seguir.

— ¿Hmm? ¿Que es esto? — pregunta Ran

— Una de mis restricciones, no puedo causarle daño a nadie... — dices bajo

— Interesante~

Ran poco a poco iba sabiendo más de ti.