No way Home ||• Gwen Stacy •||

Capitulo 20

— ¡Gwen! ¡MJ! ¡Ned! — gritó Peter¹ con desesperación.

— ¡Peter! — la rubia gritó llamando su atención.

El castaño volvió a respirar tranquilo al notar a todos bien, pero sobretodo al ver a la rubia de pie, ella estaba bien, pero aun así quería confirmarlo.

— ¿Están bien? — el gritó.

— Estamos bien, ¿tú estás bien? — Gwen preguntó preocupada.

— Estoy bien. — el les dio una última mirada, para enfocar su atención en el duende verde, quien ya estaba consciente después del golpe que había recibido.

— Pobre Peter, tan débil, que no me envió a mi muerte. — dijo Osborn.

— No, lo único que quiero ahora es matarte. — él respondió lleno de rabia.

— Ya aprendió. — soltó sarcástico, provocando que la ira del chico estallara y se lanzará a golpearlo.

Ambos intercambiaban golpes, pero Peter era quien dominaba la pelea, golpeándolo sin piedad y sin control alguno, sin intentar medir su fuerza.

Gwen lo miraba negando, entendía y compartía el sentimiento de Peter¹ ahora pero sabía que se arrepentiría después, observó a los dos Peter, suplicando su ayuda con la mirada, mientras ellos asentían.

El duende verde estaba totalmente derrotado en el suelo, pero el castaño aun sentía furia, recordando todo lo que él le había hecho, la muerte de May,  las dos veces que atentó contra la vida de Gwen, tomó el planeador en sus manos, intentando atravesarlo con él.

Peter² llegó hasta él, impidiendo que cometiera una locura, mirándolo fijamente, sosteniendo el planeador, mientras negaba.

— No vale la pena, no te sentirás mejor. — le susurró, logrando que cediera.

Fue entonces que el duende verde se aprovechó de la situación, clavándole una daga en el costado derecho de su cuerpo, haciéndolo caer.

— Ella estaba ahí, por tu culpa, ella murió por tu culpa. — le dijo al castaño, mientras reía. — Yo podré haber dado el golpe, pero tu, tu fuiste quien la asesinó. Al igual que con tu chica rubia, tu eres quien la puso en riesgo, tu eres quien hará que ella muera, ten por seguro que así será.

Soltó una carcajada aun más fuerte, mirándola a lo lejos.

— No podrás salvarla Peter, morirá por ti. — le susurró en voz baja.

Peter³ observó la situación lleno de ira, lanzándole la cura al castaño para que terminará con todo esto, y así lo hizo, clavo la cura en su cuello, regresando a Norman a la conciencia.

— ¿Peter? — el lo observó confundido, mirando el desastre a su alrededor. — Pero que he hecho.

Se lamentó confundido por todo, observando al joven apuñalado en el suelo.

— Oye, ¿estás bien? — él³ chico se acercó a Peter².

— Eres tu eh, si, estoy bien. — asintió, sonriendo. — Ya me han apuñalado antes.

— Hey, eso se ve feo. — él¹ castaño llegó junto a ellos.

— Oye, buena atrapada. — ³lo felicitó.

— Gracias, buen pase. — ambos asintieron, mirándose, para después llevar su vista al cielo.

— Oigan, estoy viendo bien, ¿o me estoy muriendo?

— Oh no, eso es real.

— Tengo que irme. — Peter¹ se acercó a Strange. — ¿Que pasa?

— Están empezando a cruzar y no puedo detenerlos.

— Tenemos que poder hacer algo, ¿no puede volver a lanzar el hechizo? Pero el original, antes de que yo lo arruinará.

— Ya es muy tarde, ya están aquí. — negó Strange. — Están aquí por tu culpa.

— ¿Y que si todos olvidaran quien soy?

— ¿Que?

— Vienen por.mi culpa ¿no? Porque soy Peter Parker, haga un nuevo hechizo, pero que esta vez todos olviden quien es Peter Parker, que todos me olviden a mi.

— ¡No! — negó, no podía hacerle eso al chico.

— Pero funcionaría ¿no?

—  Pero entiende que significará que todos los que te conocemos y queremos, no, no tendremos recuerdos de ti. Como si nunca hubieras existido. — el chico asintió, comprendiendo.

— Lo se, hágalo. — el hechicero asintió.

— Ok, ve a despedirte, no tienes mucho tiempo.

— Gracias señor.

— Dime Steven.

— Gracias Steven. — él soltó una ligera risa.

— Si, se sigue oyendo muy mal.

— Nos vemos luego. — Peter salió de ahí, columpiándose hasta sus nuevos amigos. — Oigan, creo que ya es hora, ya se irán a casa.

— Ok, está bien. — respondió Peter³ dándole una mirada a la rubia.

— Oigan, gracias, solo queria... Quiero decirles que, no se como decirlos, pero, solo quiero que sepan que...

— Peter, ya sabes, es lo que hacemos. — ambos le sonrieron.

— Si, es lo que hacemos. — el sonrió. — Oigan, debo buscar a mis amigos, es que...

Él chico los abrazó, agradeciéndoles por todo lo que habían hecho por él hoy.

— Bueno, creo que luego los veo, nos vemos.

— Adiós. — ellos le.sonrieron, mientras lo miraban irse.

— ¿Te estás muriendo del dolor verdad? — Peter³ preguntó.

— No sabes cuanto. — respondió sonriendo. — Debiste despedirte.

— ¿Despedirme? Lo hice, estábamos aquí los dos...

— Sabes bien de que hablo. — él lo miró. — Ella es linda, es de otro universo, pero es linda.

— Lo es, sin duda que lo es. — él le sonrió con tristeza, mientras negaba con la cabeza.

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