Capitulo 11

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Los jóvenes se despidieron prometiendo estar en contacto, mientras Gwen y Peter se quedaban en la cripta, ella no iba a desistir, lo iba a acompañar, quisiera o no.

— Bien, ¿y quien quiere ir? — el castaño los observó.

— Yo voy. Pero si esto no funciona, te voy a freír de dentro hacía fuera. — Max lo amenazó.

— No podrías aunque lo intentaras. — Gwen se burló. — Pero tranquilo, va a funcionar.

Peter, Gwen y May llegaron hasta el departamento de Happy, junto a todos los villanos.

— ¿Donde está Connors? — preguntó Peter.

— Dijo que quería quedarse en el camión. — May le respondió.

— Bien. May, me siento mal de usar el apartamento de Happy para esto.

— Oh, no, no, no. Ya lo superará. — le restó importancia, mientras entraba a la cocina.

— Pete, ¿con quien empezamos? — Gwen le susurró.

— ¿Este es tu plan Peter? Ni laboratorio ni nada, vas a hacer milagros en un condominio, vas a cocinar las curas como burritos congelados en el microondas. — el doctor los miraba molesto.

— Se me antojó un burrito. — Norman habló.

— Nos va a matar a todos. — Otto negó.

— Esperemos que no. — Peter y Gwen sonrieron. — Empezaremos con usted doc.

— Dije que no quiero que me corrijan en especial dos adolescentes con refacciones viejas del departamento de un soltero.

— No, tiene algo más, lo siento. — Max lo interrumpió. — Una energía rara.

Gwen y Peter entraron a un pequeño cuarto, seguidos de ellos.

— ¿Qué es esa cosa? — Norman preguntó.

— Una fabricadora, analiza, diseña y construye, prácticamente lo que sea. — Peter explicó.

— Creí que esa era la cama de bronceado de Happy. — May respondió.

— Nos van a matar a todos. — Otto negó.

— Tranquilo doc, tiene a dos prodigios trabajando para curarlo, estará bien. — la rubia le guiñó un ojo, mientras reía.

— Gwen, debemos hacerle un escáner al doc. — el castaño pidió.

— Lo haré enseguida Pete.

Ella realizó los escáneres suficientes, para después ir con Norman y Peter.

— Miren esto. — les dijo el chico. — El chip que está en la nuca del doctor fue diseñado para proteger su cerebro de  la inteligencia artificial de los tentáculos.

— Pero parece estar dañado. — Gwen se ajustó los lentes.

— Está frito. — el castaño asintió a ella. — Y en lugar de que el controle a los tentáculos, los tentáculos los controlan a él.

— Bueno, eso explicaría porque es malo ahora. — Gwen sonrió. — Encargate de el Pete, yo me encargaré del hombre electrico y de el de arena.

Gwen salió de la pequeña habitación, con dirección a la tía May, quería saber si todo iba bien ahora.

— ¿Tiene sed? — ella le preguntó al doctor.

— Si, tengo mucha sed. — el respondió.

— ¿Agua simple o salada? Pregunto porque es un pulpo. — dijo ella, mientras Gwen reía, ante la cara de confusión del doctor.

— No es un pulpo tía May. — Gwen río.

— Bien, le traeré agua simple.

Gwen se alejó de ellos riendo, hasta llegar a Max y el hombre de arena.

— Hola. — los saludó.

— Hola Gwen. — Max sonrió.

— Bien Max, señor de arena...

— Soy Flint. — interrumpió.

— Un placer Flint. — ella sonrió. — Yo voy a trabajar con ustedes, ahora, lo primero que hay que hacer Max, es drenar toda la energía innecesaria de tu cuerpo, te colocaré un reactor para eso. Volveré en un momento.

— Mira este lugar. — Max le dijo a Flint. — Tantas posibilidades.

— ¿Que? ¿El condominio?

— Si, el condominio, me encanta el diseño abierto. — respondió con sarcasmo. — No, estoy hablando del mundo, me gusta quien soy aquí, con esa nueva energía, podría hacer mucho más. ¿Porque viniste?

— Tengo una hija y quiero verla, pero no va a enviar a nadie a casa hasta que primero termine su maldita tarea de ciencias.

— ¿Confias en ellos?

— Yo no confió en nadie. — respondió, cruzando los brazos.

— Yo tampoco, al parecer tenemos algo en común. — Gwen llegó interrumpiendo la conversación.

— Es bueno saberlo. — Flint habló. — ¿Y cómo te convertiste en eso Max?

— Trabajaba en un lugar, experimentaban con electricidad creada por organismos vivos y caí en un estanque de anguilas eléctricas.

— ¿Enserio? Yo caí en un super colisionador.

— Carajo, hay que fijarse dónde caes.

— Si, yo diría que fueran más cuidadosos después de esto. — la rubia río.

Gwen siguió trabajando con el reactor, cuando escuchó a Peter llamarla, había terminado con el chip.

— Funcionó Gwen. — el la abrazó sonriendo. — Lo tengo, funcionó. May podrías subirlo.

— Si, en un momento. Sujétese doc.

— ¿Que las humillaciones no van a cesar? — Otto preguntó, mientras era elevado por los tentáculos. — ¡Tu! Llevate tu proyecto de preparatoria lejos de mi.

— Va a funcionar, ten fé. — Norman habló.

— Según el tonto impulsivo que se convirtió en un monstruo. — Otto sacudía su cabeza, tratando de impedir que Peter trabajara en el.

— Por favor no mueva la cabeza, quédese quieto. — tomó su cabeza.

— No me toques. Te lo juro, cuando logre liberarme vas a desear que no... — de pronto su cabeza cayó hacia enfrente, como si se hubiera desmayado.

— ¿Doc? — preguntó Gwen, cuando todos estaban callados.

— Doc, doc. — Peter comenzó a desesperarse al notar que no reaccionaba. — Doctor Octavius.

El despertó después de unos segundos, se respiración era agitada y parecía estar procesando todo.



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No way Home ||• Gwen Stacy •||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora