Capitulo 15

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Yuuri iba a perder la cabeza, de verdad que sí. Había estado encerrado durante casi dos semanas y se había perdido una fiesta de Otabek, en la cual en este mismo momento estaban haciendo otra, no era tanto, pero tenía que soportar estar en su casa durante tres días más.

Sus padres llevaron a su hermana a ver una obra de teatro en la noche, así que Yuuri probablemente podría salirse con la suya e ir a escondidas a la fiesta de Otabek, pero no quería correr ningún riesgo, Dios sabe lo que sus padres le harían, si se enteraran.

Yuuri le dijo a Otabek que se sentía un poco mal el pasado viernes, porque en realidad no admitiría que sus padres, literalmente, le prohibieron hacer cualquier tipo de actividad, así que una vez más, estaba solo un sábado por la noche, en su habitación, y eso también significaba que tenía que hacer la cena para él porque todo el mundo ya se había ido de su casa.

Sabía que tendría un colapso mental si no haría algo que no fuera estar en su casa, entonces una idea le vino a la cabeza. ¿Tal vez debería invitar a Viktor? O no, mejor no, el querría ir a la fiesta de todos modos.

Miró el reloj y vio que la fiesta ya había comenzado hace media hora, suspiró y se sentó en su escritorio, abriendo su ordenador portátil, odiaba a sus padres en este mismo momento.

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Viktor había llegado a la fiesta hace veinte minutos y no había hecho nada más que buscar a Yuuri, si no conseguía sus labios y besar su piel en los próximos diez minutos se volvería loco.

Por alguna razón, no había visto al muchacho más joven hace ya dos semanas y se culpaba a sí mismo, y el hecho de que en realidad, le importaba y quería hablar con Yuuri, y verlo, le daba miedo. Finalmente encontró a Yurio, que estaba haciendo chupitos con Chris en el mostrador de la cocina, con Pichit viéndolos y riendo.

—¿Dónde está Yuuri?

Él se encogió de hombros.

—No ha salido de su casa hace dos semanas, creo que se metió en una pelea con sus padres.

—Oh.

—Sin embargo, deberías llamarlo —sugirió y bebió otro trago antes de sacudir la cabeza.

Viktor asintió y le dio las gracias antes de volverse y no se detuvo hasta que llegó caminando al aire libre donde la música no estaba tan fuerte. Sacó el ¡Phone que le dio Yuuri y buscó su número en la lista de contactos, antes de presionar el pulgar en el botón de llamada, sonó tres veces antes de que el más joven finalmente atendió.

—¿Hola?

—Hola, umh, este... es Viktor.

—Sí, lo vi en la pantalla —dijo Yuuri y Viktor no pudo mantener la sonrisa.

—¿No vas a venir a la fiesta esta noche?

Yuuri suspiró en el otro extremo.

—Mis padres me castigaron dos semanas y no puedo salir de casa hasta el domingo, y realmente me dejaron solo un sábado por la noche ¡Y debo hacerme la cena yo mismo!

—Así que no me equivoqué cuando dije que no sabías ni siquiera hacer tostadas —Viktor bromeó y pudo imaginar a Yuuri rodando los ojos. —Espera, ¿Dijiste que tus padres no están en casa? ¿Por qué no puedes venir entonces?

—Debido a que probablemente estarán en casa alrededor de las once y la fiesta dura mucho más que eso, además, tengo que hacer un poco de comida antes de que muera de hambre.

—Voy para allá —Viktor se encontró diciendo y comenzó a caminar en dirección a la casa de Yuuri.

—¿Qué?

Bebé, el cielo está en tus ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora