Bebé, el cielo está en tus ojos.

Capitulo 18

Yuuri no hacía nada más que mirar por un par de segundos. Ese era su padre. Su padre. Besando a una mujer. Esa no era su madre. Sin embargo la reconoció; ella era la secretaria de su padre.

Él estaba completamente devastado y ni siquiera podía decir nada. Él simplemente se dio la vuelta y comenzó a caminar lejos, sin mirar a nadie frente de él.

—¡Yuuri! —Viktor lo llamó antes de que realmente comenzara a seguirlo fuera del centro comercial.

Yuuri sólo logró caminar alrededor de la esquina antes de que Viktor lo tomara del brazo y le diera la vuelta. Yuuri se dejó caer en el banco detrás de él y se quedó mirando el camino delante de él durante un par de minutos interminables. Viktor se sentó allí con él y eso es todo lo que Yuuri necesitaba. Necesitaba a alguien que estuviera allí para él sin llegar a decir o hacer cualquier cosa.

Yuuri apoyó la cabeza en el respaldo del banco, cerca del hombro de Viktor, pero sin tocarlo. Se sentía como una mierda por no creerle.

—Yuuri- —Viktor comenzó, poniendo su brazo alrededor del hombro de Yuuri.

Se retorció lejos del tacto.

—Yo sólo... necesito estar solo por un tiempo —murmuró y se metió en uno de las taxis que estaban alineados en el extremo de la calle.

Viktor inmediatamente se puso en uno detrás de él y le dijo al conductor que siguiera el que estaba delante de ellos. Yuuri le dio al conductor diez dólares más que de lo que realmente se necesitaba y se bajó del coche sin mirar atrás.

Un millón de pensamientos se arremolinaban en su cabeza y él simplemente no podía creer lo que veía, eso no podría haber sido cierto. Su padre era un hombre honrado; él nunca engañaría a su madre. Él nunca le haría eso a su familia. Pero al parecer, lo haría.

Trató de abrir la puerta, pero luego se dio cuenta de que Viktor tenía la tarjeta, por lo que sólo se golpeó el frente contra la puerta, exasperado. Él quería nada más que derrumbarse en la cama y llorar durante horas sin nadie allí para verlo. Era definitivamente bipolar.

—Yuuri, tengo la llave —Viktor dijo y Yuuri volvió la cabeza para ver a él cabellos plateados caminando hacia él.

Viktor abrió la puerta sin decir nada y Yuuri se metió en su habitación, sin siquiera mirar a ver si Viktor lo siguió al interior (lo cual hizo) Se dejó caer en la cama y hundió el rostro entre las manos, sintiendo lágrimas en sus ojos, no quería llorar delante de Viktor.

—Lo siento —dijo Viktor, sin moverse de su lugar junto a la puerta.

—Puedes decirlo.

—¿Decir qué?

—No te hagas el tonto —Yuuri murmuró y lo miró. Viktor sabía que Yuuri estaba muy cerca de romperse y llorar frente a él. —Puedes decir que me lo dijiste, me puedes decir que no te hice caso y que fui un jodido de mierda por ignorarte y gritarte —Yuuri comenzaba a decir cosas sin control, todo derramándose fuera de él.

—Yuuri, está bien, está bien, yo no creí que mi madre engañaba a mi papá hasta que la vi.

—Pero mi padre... él es ... —Yuuri dijo, con voz temblorosa y Viktor sabía que estaba tan cerca de romperse.

—Bebé —Viktor suavemente habló y fue entonces cuando Yuuri realmente empezó a llorar.

Viktor dio un paso hacia él y envolvió con sus brazos al chico. Yuuri se hundió inmediatamente en sus brazos, apretando su camisa mientras las lágrimas se derramaban fuera de él, acompañado por el hipo ocasional y los sollozos. No quería que Viktor se fuera nunca, era completamente fascinante y aterrador al mismo tiempo el sentirse tan seguro en los brazos de él mayor, se sentía como en casa. Cuando se calmó un par de minutos después, miró a Viktor, quien le limpió las lágrimas con sus pulgares.