Capitulo 21

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Habían estado oficialmente juntos por un mes, pero para Yuuri se sentía como un año. En el buen sentido, claro. Siempre le decía 'Te amo' antes de colgar o cuando se separaban después de un día de estar juntos, antes de ir a casa. Y Viktor no decía nada, excepto sonreír y besarlo, pero eso era suficiente para Yuuri porque lo único que quería era que el mayor fuera feliz y se sintiera amado. Y Yuuri sabía que Viktor tenía ambas cosas, por lo que estaba feliz. Pero sabía que Viktor realmente se preocupaba por él, tal vez incluso lo amaba, porque hace tres semanas para el día de los inocentes le dijo que quería que rompieran y Viktor casi lloró.

Se encontraba en una tienda de Rolex con Pichit, tratando de decidir qué reloj darle a Viktor por su primer mes aniversario, el día de mañana. Él sabía que el de cabellos plateados odiaba el hecho de que Yuuri siguiera gastando cantidades ridículas de dinero en él, pero a Yuuri le encantaba. Quería consentir a Viktor, a pesar de que era dos años mayor que él.

Sus padres habían superado la fase de Yuko y la ruptura y ahora estaban de vuelta a la normalidad; su madre todavía no sabía nada del engaño de su padre, pero Yuuri estaba planeando decirle finalmente. Su familia se iba mañana a visitar a sus abuelos en Australia y Yuuri salió de eso diciendo que tenía que estudiar para los exámenes dentro de un mes. (Él no estaba realmente pensando en estudiar ese sábado, iba a invitar a Viktor a su casa.)

—¿Qué tal este? —Pichit sugirió, evidentemente molesto por el hecho de que habían pasado casi una hora en la tienda tratando de encontrar el reloj perfecto que coincidiera con el gusto de Yuuri. —¡Mira! ¡También puede configurar alarmas diarias! —Pichit intentó y Yuuri se volvió a mirar el reloj de oro que Pichit estaba señalando. —Y tiene también en plata que puedes darle a Viktor a juego.

Yuuri miró el precio. Costaba sólo cuatro mil dólares.

—Compraré estos dos —le dijo al hombre detrás del mostrador, que había intentado venderle diferentes modelos. —Y prográmelos para que la alarma se active cada mes en el día veintidós.

El hombre asintió con la cabeza y comenzó a trabajar en ellos mientras Yuuri sacaba su tarjeta de crédito. Si sus padres preguntaran por qué compró dos relojes similares, él les diría que no podía decidirse por uno.

—¿Qué estás planeando hacer mañana?

—Lo invitaré y probablemente vamos a pedir una pizza y tener sexo, es fácil de complacer —Yuuri le dijo.

Pichit asintió y se sacó de onda, probablemente pensando en lo que Chris y el hicieron en su primer aniversario de mes. Habían estado en una relación por más de cuatro meses y Yuuri podía ver que eran muy felices juntos. También sabía que Pichit estaba pensando en pedirle a Chris vivir con él una vez que el verano terminara, cuando fueran a la Uni. Pichit asistiría a Oxford con Yuuri y Chris a la Universidad de Las Artes también en Londres.

Estaban a una hora de distancia el uno del otro pero ya encontrarían una manera de resolverlo. Sabía que era probablemente demasiado pronto para pensar en ello, ya que sólo habían estado saliendo desde hace un mes, pero Yuuri también quería preguntarle a Viktor para conseguir un apartamento con él (si Viktor entraba en una Universidad de Londres) Tendrían el mismo problema que Pichit y Chris, sin embargo. Después de que pagó por los relojes, el hombre los envolvió y se los entregó.

—Gracias —dijo.

—Finalmente —Pichit suspiro mientras caminaban fuera de la tienda, entrando en un bulevar.

Era uno de los pocos viernes que Otabek no estaba dando una fiesta, así que los dos decidieron que debían ir a ver una película, y tal vez hacer algunas compras de antemano. Sí, la vida de Yuuri no podría haber ido mejor ahora que estaba a punto de graduarse y teniendo un novio que amaba.

Bebé, el cielo está en tus ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora