Capítulo 17: "Un fin de semana en la casa de campo"

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Los tíos de Gala, Valentina y Carlos vivían a las afueras de un pueblecito pequeño, situado a una hora de Paris. Tenían su casa en mitad del campo, como os podéis imaginar todo muy rústico, una fachada de piedra, muebles de madera, un salón con una estufa que con solo escuchar el carraspeo de la leña ya te relajabas por completo, y a eso le añadías un ventanal con vistas a la naturaleza y una estantería llena de libros. Era el sitio perfecto para desconectar, justo lo que Gala necesitaba para salir de la rutina en la que se había sumergido su vida últimamente.
Estaba ansiosa porque llegará el fin de semana, tenia muchas ganas de hacer ese plan y de ver a sus tíos que tanto tiempo llevaba sin ver. Se pasó la semana pensando en todos los outfit que se echaría en la maleta aunque solo viajara para dos días y a mitad del campo, así era Gala, presumida hasta para ir a comprar el pan.

Viernes 26 de septiembre de 2019:
Por fin había llegado el fin de semana que Gala tanto había esperado. Al salir de clase Gala cogió el metro, este le dejaba en un pueblo a quince minutos de donde vivían sus tíos, porque al ser un pueblo muy pequeño y retirado no pasaban por allí ni metros ni autobuses. Cuando Gala llegó no había ido nadie a recogerla y eso le resultó un poco extraño. Llamo a su tía Valentina pero no le cogió el teléfono, por lo que optó por llamar a su tío Carlos...

Carlos: -Hola sobrina, ¿qué pasa?
Gala: -Hola mi tío favorito, llamaba porque ya he llegado a Moret-sur-Loing y me ha extrañado mucho que no hubierais venido a recogerme.
Carlos: -Ay cariño! Cuanto lo siento, andamos muy liados con la construcción de la casa y se nos ha pasado por completo que venías hoy, pero no te preocupes que enseguida mando a un buen amigo del pueblo a que vaya a por ti.
Gala: -No pasa nada tío, entiendo que estéis muy liados. Gracias por mandar a alguien a por mi.

Pasados veinte minutos un joven apuesto llegó al metro con un cartel en mano que ponía:
"Busco a una chica que se llama Gala, soy el amigo de Carlos y Valentina."
Gala no se esperaba para nada que un chico tan guapo, con un poco de melena y unos ojazos azules fuera a recogerla. Pensaba que el amigo de su tío sería un hombre algo más mayor.
Gala se acercó hacia ese chico a saludarle y a decirle que ella era la chica que estaba buscando, pero se moría de la vergüenza.

Gala: -Hola, yo soy Gala. Dijo con la voz entrecortada de los nervios...
Roberto: -Hola, yo soy Roberto, pero todo el mundo me llama Rober. Ya se que mis ojazos imponen pero no hace falta que te pongas tan nerviosa.
Gala: Mierda, me ha notado los nervios. Pensó Gala para sí misma. Gala actúa normal porfavor, no hagas el ridiculo.

-Vaya aún no te conozco y ya me estás cayendo un poco mal de lo creído que estás resultando ser. No estoy nerviosa, simplemente estoy cansada del viaje y me apetece llegar lo antes posible. Dijo Gala para salir de esa situación tan incomoda.

Salieron de la estación en dirección al coche y se subieron a él para dirigirse a el pueblo. El viaje sólo duró 15 minutos pero se hicieron largos como si llevaran una hora de viaje, porque había un silencio incómodo en el ambiente, ambos iban callados.
Al fin llegaron a la casa de campo de los tíos de Gala, que se encontraba a diez minutos en coche desde el pueblo.

Carlos y Valentina salieron a recibirles.

Carlos: -Por fin tenemos aquí a nuestra sobrina favorita. Gracias Rober por traerla.
Rober: -Un poco tímida la sobrina eh.
Gala: -Y tú un poco idiota.
Valentina: -Vaya parece que estos chicos no se han hecho buenos amigos. Dame un abrazo corazón. Dijo dirigiéndose a Gala.
Carlos: -Te puedes quedar a comer si quieres Roberto, estamos preparando una de las comidas favoritas de Gala, unos canelones y de postre Valentina ha hecho una tarta de tres chocolates porque a la sobrina le encanta el chocolate.
Roberto: -Vaya sobrina tan golosa tenéis... Mejor me voy, tengo que hacer unas cosas en el pueblo. Estáis invitados esta tarde a mi bar, por allí os espero.
Gala: -Y vaya amigo tan estupido que tenéis que se mete donde no le llaman. Menos mal que no se queda a comer, he venido aquí para relajarme y este chico lo único que hace es producir el efecto contrario en mi.
Valentina: -Gala cariño, no seas tan dura con el, es un buen chico, las apariencias engañan, date la oportunidad de conocerle un poco mejor y verás como cambias de opinión.
Carlos: -Deberíamos entrar a comer, la comida se va a quedar fría..

Pasaron a comer, y durante la comida Gala puso al día a sus tíos del que había sido el mejor verano de su vida, después Gala y Valentina salieron a dar un paseo por la naturaleza, de fondo se escuchaba a los pajaritos cantar, era un sitio muy agradable.
Cuando llegaron del paseo Carlos les dijo que si le acompañaban a tomar algo a el bar de Rober. Gala no estaba muy convencida de querer ir pero Valentina le convenció, tampoco había otro plan mejor que hacer...

El final de un nuevo comienzo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora